Malcorra se reunió con su par británico

(La Nación) - Habló con Hammond de la eventual cooperación por Malvinas; buscan una "agenda positiva"


La canciller Susana Malcorra se reunió ayer en Londres con su par británico, Philip Hammond, en la que fue la primera reunión de trabajo bilateral de cancilleres de ambos países después de más de 14 años, y coincidieron en avanzar en una "agenda positiva" conjunta.

El encuentro se dio en medio de la cumbre anticorrupción y ambos cancilleres expresaron las posiciones irreconciliables de sus países respecto de la cuestión Malvinas, aunque coincidieron en que el desacuerdo en este tema no debe obstaculizar el desarrollo de una "agenda positiva" más amplia. En este sentido, se mencionó la necesidad de profundizar el comercio bilateral y avanzar en acuerdos de cooperación científica y tecnológica.

Sobre el tema Malvinas, tanto Malcorra como Hammond coincidieron en la necesidad de identificar posibles áreas de cooperación en el Atlántico Sur, tales como explotación de recursos naturales y la conectividad entre el continente y las islas. También se enfatizó la colaboración antártica. No obstante, cada parte presentó sus diferencias en relación con el debate por la soberanía de las islas Malvinas. Entre los temas prioritarios se canalizaron la promoción y aumento cualitativo y cuantitativo del comercio, inversiones, la cooperación en ciencia y tecnología, la lucha contra el crimen organizado, la cooperación institucional y la promoción del turismo, así como de los intercambios en materia cultural, educativa y deportiva.

Por el lado argentino participaron también el secretario para Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, y el embajador ante el Reino Unido, Carlos Sersale di Cerisano, mientras que por el lado británico se sumó el ministro de Estado para América latina, Hugo Swire.

La visita de Malcorra a Gran Bretaña despertó suspicacias en algunos sectores diplomáticos, ya que la canciller aspira a ser candidata a secretaria general de la ONU y en el hipotético caso de que compita por suceder a Ban Ki-moon necesitará del visto bueno de Londres, ya que un solo veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas la dejaría fuera de carrera.