Por Martín Dinatale - LA NACION
Negocian créditos, inversiones y un aumento de las exportaciones; buscan cobrar deudas a Cuba y Paraguay
El presidente busca materializar inversiones extranjeras e ingreso de fondos. Foto: AFP
La orden se impartió en todos los ministerios y la estrategia ya se puso en marcha. Mauricio Macri quiere que la política exterior de la Argentina no sólo se limite a mostrar afuera un cambio de rumbo del país, sino que ahora busca también materializar esto con planes concretos para el ingreso de fondos, inversiones extranjeras o un aumento de las exportaciones de productos argentinos.
La maquinaria de todos los ministerios empezó a rodar con más fuerza desde que el Gobierno cerró el acuerdo con los holdouts. Si bien la Cancillería es la que mayor peso tendrá en esta batalla, también hay otros ministerios con muchos desafíos por delante. Según confiaron a LA NACION dos ministros y al menos cuatro secretarios de Estado, la idea de Macri es que las arcas del Estado empiecen a llenarse de dólares para movilizar una alicaída economía que amenaza a la política doméstica. En este esquema planteado por el Presidente figuran, entre otras cosas, negociar créditos inmediatos con organismos internacionales, recuperar viejas deudas impagas de algunos países con la Argentina, poner en marcha la agencia de promoción de inversiones y encomendar a las embajadas a agilizar exportaciones argentinas y avanzar en planes de inversión extranjera.
La canciller Susana Malcorra y un equipo del Ministerio de Hacienda, que lidera Alfonso Prat-Gay, tienen en sus manos la negociación con Paraguay para recuperar los montos que ese país le debe a la Argentina por la construcción de la represa Yacyretá. Según dijo a LA NACION un funcionario que trabaja en el tema, para mayo podría haber novedades. De hecho, el canciller paraguayo, Eladio Loizaga, admitió que su país está dispuesto a asumir la deuda contraída con la Argentina en US$ 5000 millones. Pero Asunción no reconoció aún el pago de cargos por intereses acumulados, que según la Argentina rondarían los US$ 12.800 millones. La negociación está en plena batalla.
Algo similar ocurre con Cuba. El embajador argentino en La Habana, Ernesto Pfirter, no sólo prepara un inminente viaje de Macri a la tierra de los Castro, sino que también busca alcanzar con Cuba un acuerdo definitivo por la deuda original de US$ 1300 millones que el régimen castrista tiene con Buenos Aires y que hoy ascendería a US$ 11.000 millones contando los intereses. Esa deuda se remonta a 1973, cuando el entonces presidente Héctor Cámpora libró préstamos que jamás fueron cobrados. El gobierno de Macri sabe que no podrá recuperar esa deuda, pero analiza en cambio la eventual venta de alimentos a la isla.
En paralelo a estas negociaciones, el Ministerio de Producción, que dirige Francisco Cabrera, y la Cancillería pusieron a rodar con lentitud la Agencia de Promoción de Inversiones y Comercio Exterior, un ente que será autárquico y que tendrá el objetivo de ganar mercados y traer divisas al país. En Producción la estructura está bastante avanzada, pero no así en la Cancillería. En la cartera que dirige Malcorra no asumió siquiera la subsecretaria de Negociaciones Económicas Internacionales, Cristina Boldorini, quien debería avanzar en la idea de Macri de salir a vender a la Argentina en el mundo y recuperar mercados.
"Todo está muy lento y la burocracia interna de la Cancillería o los recelos con Producción lo hacen más difícil", admitió a LA NACION un diplomático que conoce el área.
En el Gobierno creen que la Argentina debe elevar los niveles de exportación. Según un informe de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), en 2010 el 0,46% del total de las exportaciones mundiales era de la Argentina, mientras que en 2015 esa participación bajó al 0,35% de total global.
La estrategia oficial para aumentar las exportaciones presenta una superposición de funciones en el Gobierno. En paralelo al entramado de Producción y de la Cancillería, el Ministerio de Agricultura armó una Secretaría de Mercados Externos para promover el 60% de las exportaciones argentinas de alimentos. A la vez, el secretario de Comercio, Miguel Braun, armó una estructura de comercio exterior para buscar fondos, y en la Unidad Presidencial se organizó una pequeña estructura de asesoramiento para promover el comercio internacional. La obsesión en obtener fondos es tal que hasta el Ministerio de Comunicación, de Oscar Aguad, creó una Secretaría de Promoción de Inversión Internacional.
Desde la Secretaría de Comercio, que dirige Braun, la semana pasada se armó con la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina un encuentro en Washington dirigido a más de 80 ejecutivos de compañías norteamericanas y funcionarios de gobierno donde se dialogó sobre las oportunidades de negocios en el país. El embajador argentino en Estados Unidos, Martín Lousteau, dijo allí que "existe un compromiso del gobierno en generar las condiciones para las inversiones". Lousteau, al igual que muchas embajadas de Europa y Asia, está abocado a captar inversiones y aumentar las exportaciones.
En otro frente de batalla, se negocian líneas de crédito del Banco de Desarrollo de América latina, el BID o el Banco Mundial para proyectos de infraestructura.
Ministros a la caza de fondos
Susana Malcorra - Canciller - Instó a todas las embajadas a atraer inversores y elevar las exportaciones argentinas. Además, organiza los viajes y visitas de Macri al exterior
Alfonso Prat-Gay - Ministro de Hacienda - Luego de acordar con los holdouts, negocia créditos internacionales y planes para recuperar las deudas que tienen Paraguay y Cuba con la Argentina
Francisco Cabrera - Ministro de Producción - Junto con la Cancillería, buscará darle fuerza a la Agencia de Promoción de Inversiones. Busca recuperar mercados perdidos y elevar las exportaciones
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