Por Germán de los Santos - LA NACION
El allanamiento a la Fábrica Militar de Fray Luis Beltrán confirmó el faltante de millones de balas de 9 mm y de FAL; fue hallado un arsenal "paralelo"
La Gendarmería allanó ayer la Fábrica Militar Fray Luis Beltrán; se confirmó el faltante de tres millones de municiones. Foto:Marcelo Manera
ROSARIO.- La hipótesis de que existía un "circuito paralelo" de venta de municiones e insumos de la fábrica militar de Fray Luis Beltrán, ubicada a 20 kilómetros de Rosario, empieza a tomar cada vez más forma tras el resultado del allanamiento que realizaron ayer, durante nueve horas, efectivos de la Gendarmería.
En el operativo, ordenado por el juez federal Marcelo Bailaque por pedido del fiscal Mario Gambacorta, se confirmaron los resultados de una auditoría realizada por las autoridades que asumieron en el Ministerio de Defensa en diciembre pasado. Pero se descubrieron, según confiaron fuentes de la investigación, nuevas irregularidades que alimentan la presunción de que en la fábrica militar de Fray Luis Beltrán podría haber funcionado una red de comercio paralelo de armamento y municiones.
En los allanamientos se detectó un faltante de casi 3 millones de balas de distinto calibre, entre ellas 9 milímetros y 7,62 (las que usa el FAL), y de 9 millones de fulminantes para proyectiles. Se confirmó, además, un excedente de municiones no declaradas.
Pero lo que más llamó la atención fue que cuando empezaba a caer la tarde se detectó un arsenal completo que no estaba declarado en los registros, con municiones calibre 12.70 (de escopeta) y de FAL, gases lacrimógenos y espoletas activas de mortero, entre otros.
Este lugar de acopio era una antigua cochera abandonada, que es la última construcción del predio, que tiene unas 100 hectáreas. Después de ese galpón improvisado está el alambrado perimetral. Más allá de que las municiones e insumos no estaban registrados, lo alarmante, según confiaron las fuentes, eran la precariedad y la falta de seguridad de ese lugar para guardar proyectiles de guerra.
Transferencias a Córdoba
A la par de que se corroboraron varias hipótesis que había arrojado la auditoría ordenada por el ministro de Defensa, Julio Martínez, funcionarios de esa cartera aportaron nueva documentación probatoria. Se descubrió que parte de los fulminantes que figuraban como faltante en la planta de Fray Luis Beltrán aparecieron en la fábrica militar de Pólvoras y Explosivos de Villa María, Córdoba. En ese predio también se encontraron, según revelaron las fuentes, 24.000 kilos de pólvora que no estaban en Fray Luis Beltrán. Lo que se confirmó es que esos insumos figuraban en Villa María en "remitos de orden interno que violan la normativa de la AFIP".
Lo que se sospecha es que esas triangulaciones entre las dependencias de Fabricaciones Militares escondían un circuito paralelo de comercialización. Es posible que parte de la pólvora y de los fulminantes hayan ido a parar al mercado ilegal y al que nutre los cotos de caza, que en Córdoba son muy importantes.
Los cargos que estableció el fiscal Gambacorta son los de malversación, peculado culposo, abuso de autoridad calificado, pero el expediente aún figura como NN, es decir, sin imputados ni detenidos, algo que no se descarta que ocurra con el correr de las horas y después de que todo el material obtenido en los allanamientos sea analizado.
La causa se inició el 14 de marzo pasado con la denuncia que presentó Defensa ante el juzgado federal Nº2. La presentación fue fruto de la auditoría que realizó ese ministerio, en la que se detectó "un faltante de millones de municiones de armamentos".
En ese momento el Ministerio de Defensa señaló que las irregularidades e inconsistencias "confirman la existencia de un canal paralelo de fabricación y venta". Tras radicar la denuncia, el ministro Martínez dijo que "no se puede permitir que el Estado sea una caja de provisión de armas para el delito".
El ministro de Seguridad de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, deslizó la semana pasada que "muchas de las armas secuestradas en distintos operativos en Rosario tienen el sello de Fabricaciones Militares", lo que -según el funcionario- "hace presumir que son de Fray Luis Beltrán".
"Nos llama la atención que esas armas puedan estar en la calle cuando deberían haber sido custodiadas por el Estado. Nosotros no sabemos si hubo corrupción, si fueron vendidas al mercado negro o si fueron robadas", apuntó. Aunque tengan el sello de FM es imposible detectar si fueron sustraídas de la planta de Fray Luis Beltrán, porque las municiones que se producen allí no tienen código ni marca de trazabilidad, como ocurre en otros países, como Brasil.
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