(El Tribuno) - PLAN BELGRANO - La cruzada contra el narcotráfico es uno de los puntos centrales del plan. Uno de los aspectos nodales del Plan Belgrano es el combate contra el narcotráfico, para lo cual se estipula la creación de la Agencia Federal de Lucha Contra el Crimen Organizado. Aún no se confirmó cuándo entrará en funciones este organismo, ni se especificó de qué manera desarrollará sus tareas en la provincia.
En esa línea, sí se apuntaron dos acciones concretas, por una parte el refuerzo de la frontera enviando más efectivos y, por otro lado, la instalación de nuevos radares. Sobre lo primero, fuentes de Gendarmería Nacional confesaron que todavía no recibieron instrucciones de nada, ni se les informó sobre la llegada de personal nuevo.
En un informe recientemente publicado por El Tribuno se detallaba que actualmente hay 2.000 gendarmes en la zona caliente de la frontera argentino-boliviana de Salta, que abarca los puestos de Embarcación, Tartagal, Orán, Aguas Blancas y Salvador Mazza. En 2009, conforme a un parte de prensa oficial del Gobierno provincial, se indicaba que en esos lares había 2.800 efectivos.
Por ello, la afluencia de más efectivos al flanco norte de la provincia vendría a resarcir una merma de personal que se vino dando en los últimos años. Revertir esa situación implicaría incrementar la cantidad de gendarmes enrolados en la fuerza, ya que a través de la puesta en marcha de la Emergencia en Seguridad Pública se incrementaron las responsabilidades de la Gendarmería.
A través de ese marco regulatorio, la fuerza puede tener participación en situaciones de seguridad interna, la mayor parte de las veces para sofocar con represiones las protestas sociales más robustas. Por ende, para cumplir con esas nuevas atribuciones más la militarización de la frontera que se proyecta, necesariamente habrá que acrecentar las altas de efectivos.
En lo que respecta a la radarización, según el Plan Belgrano se instalarán tres nuevos radares en el norte del país: uno en La Quiaca, otro en San Pedro -ambos en Jujuy-, y un tercero en Tartagal. En Salta ya hay instalado un radar en el aeropuerto de General Mosconi, que es uno de los construidos por la empresa Invap.
El radar de Mosconi es uno de los 22 radares secundarios monopulso que hay en el país. Ello implica que el radar no puede dar precisiones sobre objetivos aéreos no cooperativos. Para poder determinar datos como la altitud y velocidad del ente volador se necesita de la comunicación voluntaria entre la base del radar y la conducción de la nave. Por eso, los radares realmente válidos en lo que a inteligencia militar respecta son los radares primarios, de los cuales solo hay tres en todo el territorio nacional. Uno en Las Lomitas, otro en Ingeniero Juárez, ambos en Formosa, y el tercero en la base aérea de Morón, en la provincia de Buenos Aires.
Antes de dejar la presidencia, el 6 de noviembre de 2015, el gobierno kirchnerista selló acuerdos con Invap para construir otros seis radares primarios nuevos. Tal vez, tres de ellos sean los que el actual gobierno ha prometido para la frontera que Jujuy y Salta comparten con Bolivia. Lo cierto es que aún no se brindaron mayores precisiones al respecto.
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