Hay más interés, pero poco movimiento de capitales. Agro, minería, tecnología, infraestructura y laboratorios en la mira.
“Hay un cambio muy positivo. En diciembre empezamos a recibir llamados de gente que hacía mucho que no lo hacía, yo diría que estuvo años sin llamar”, asegura Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos. Pero pese a este aparente cambio de tendencia, aún no es tiempo de festejar. Tiscornia dice que “por ahora hay más movimiento pero no ingreso de pesos ni inversiones concretas”.
Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de Ecolatina, sostiene que “tenemos más presentaciones en inglés que en castellano”. Confiesa que “hace mucho que no había interés en invertir en el país; Argentina ahora vuelve a estar en el radar de los inversores”, pero aclara que “otra cosa es que se concreten esas inversiones”. Aun así, se advierten señales positivas hacia los dueños del capital, que buscan oportunidades de negocios y rentabilidad.
“En el primer cuatrimestre del año, con el fin del cepo y la liberación de capitales veremos anuncios; luego llegará la ejecución, más avanzado el año”, explica Mariano Lamothe, gerente de Análisis Económico de abeceb.com. Cree que hay oportunidades en varias actividades y que “la Argentina puede ofrecer buenos retornos”.
Infraestructura, comunicaciones y minería son algunos sectores que están siendo observados con lupa. También bancos, laboratorios, y por supuesto, todo el sector agroindustrial. Dos megaproyectos se estarían revitalizando con el nuevo escenario. Por un lado, Helport (Grupo Eurnekián) intenta dinamizar la construcción de la represa hidroeléctrica de Chihuido en Neuquén (US$2900 millones) que aportará 637 MW de potencia, la mitad de El Chocón. Por otra parte, el gobierno mendocino quiere que la brasileña Vale retome su proyecto de potasio en Río Colorado (US$ 6.400 millones) que quedó desactivado en 2014 ante la disparada de costos que trajo la devaluación de enero de ese año.
Mientras tanto, la caída de los precios del petróleo, incluso por debajo de los US$30 el barril, modificó la perspectiva en el sector energético. Se mantiene el interés en gas, generación y distribución eléctrica, así como en energías renovables, pero el petróleo convencional y el shale oil ya no parecen tan rentables. “Al petróleo lo veíamos como ganador pero, aunque tiene potencial, se ha ido opacando y desapareciendo del interés inversor”, sostiene Sigaut Gravina.
Recalculando Fausto Spotorno, economista jefe de Orlando Ferreres & Asociados, explica que cuando cambia el escenario inversor, lo primero que entra es el capital financiero más volátil, algo que ocurrió previo al recambio presidencial. “Luego hay interés en fusiones y adquisiciones como está pasando ahora”, aunque “tarda unos seis meses en verse”. Pero la parte más pujante del proceso “vendrá en la segunda mitad del año y en 2017, cuando lleguen las inversiones productivas, los proyectos desde cero”.
El fin del cepo y la unificación del tipo de cambio de diciembre pasado –devaluación mediante– fueron las señales que despertaron el interés de los inversores, que ven con buenos ojos el cambio de gestión en el Indec, algunos gestos con el FMI y la oferta formal de pago a los holdouts (ver página 2, “Radiografía ...).
Pero un punto de inflexión fue la visita del presidente Mauricio Macri al Foro Económico Mundial de Davos a fines de enero. El resultado que trajo de tierras suizas fue un claro interés en el país, luego de más de una década de aislamiento internacional. El Presidente pronosticó que durante el año el país recibiría unos US$20.000 millones en inversión extranjera directa. Parece algo exagerado, pues la cosecha en Davos fue más modesta.
Muhtar Kent, presidente de Coca Cola, adelantó que la firma invertirá en el país US$1.000 millones en los próximos cuatro años, en tanto que Carlos Ghosn, CEO de Renault-Nissan, reiteró que invertirán US$600 millones para fabricar tres pickups en la planta de Santa Isabel (Córdoba). También mostraron interés en el país los titulares de Google, Facebook, Total, Royal Dutch Shell, Mitsubishi Corp., Dow Chemical y Louis Dreyfus Holding, pero sin precisar montos ni plazos.
En el plano local, Santander Río anunció inversiones por $20.183 millones hasta 2018, mientras que Telefónica destinará $10.000 millones este año a su red 4G, los supermercados Coto invertirán $3.500 millones y Fiat Chrysler Argentina insumirá $650 millones en la producción de dos nuevos autos.
El empresariado en general apoya medidas como la devaluación del peso, la eliminación/rebaja de retenciones para los productos agropecuarios, la quita de subsidios a la luz y la voluntad de atacar la inflación. Todas medidas que hacen al clima de negocios y consideradas market-friendly , que sin embargo, no logran conjurar todavía completamente la aversión al “riesgo argentino”. Se sabe que si se les habla con el corazón, responden con el bolsillo.
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