Por Laura Rocha - LA NACION - Fue declarado sitio Ramsar, una categoría internacional; hoy, Macri anunciará su respaldo a un proyecto de ley para conservar estas áreas verdes
Los parques nacionales Predelta (foto) e Islas de Santa Fe, en el Delta, nuevos ambientes protegidos. Foto:LA NACION/Julián Alonso/Parques Nacionales
El delta del Paraná fue declarado sitio Ramsar, una categoría que protege los humedales del planeta, áreas naturales que funcionan como reguladores hidrológicos y de biodiversidad. La declaración, que emana de una convención internacional, convierte 240.000 hectáreas repartidas entre las provincias de Entre Ríos y Santa Fe en la 22» área protegida de este tipo en la Argentina.
"Localizado en las provincias de Santa Fe y Entre Ríos, comprende humedales continentales de origen fluvial asociados a la llanura de inundación del río Paraná, en sus tramos medio e inferior, e incluye los territorios de dos parques nacionales: Predelta e Islas de Santa Fe", indicó la convención en su sitio web tras la designación oficial, la semana pasada. Fue la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, junto a las autoridades provinciales, la que inició la propuesta para que llegara esta declaración.
Los humedales de la extensa planicie aluvial cumplen un importante papel de regulación hidrológica y biogeoquímica, y constituyen un formidable corredor biogeográfico en el que conviven especies de regiones tropicales, subtropicales y templadas que derivan en una gran diversidad de ambientes, flora y fauna. El sistema cumple un rol importante como reservorio de biodiversidad, al brindar alimento, refugio y sitios de reproducción a numerosas especies de peces, algunas de ellas migratorias, así como de aves, reptiles y mamíferos que presentan algún grado de amenaza.
Algunas especies sobresalientes son el capuchino pecho blanco (Sporophila palustris), en peligro de extinción, y el capuchino castaño (S. hypochroma); el yabirú (Jabiru mycteria); el yacaré overo (Caiman latirostris); el gato montés (Leopardus geoffroyi), y el lobito de río (Lontra longicaudis).
La zona, que fue azotada en los últimos meses por inundaciones y anegamientos como consecuencia del fenómeno de El Niño, cumple además una función esencial para los pobladores que viven de ella.
"Esto puede ayudarnos a impulsar el ordenamiento territorial para determinar qué se puede hacer, dónde y en qué momento. En esa zona hubo mucho desarrollo de la soja, que requiere el uso de agroquímicos y además la realización de endicamientos y terraplenes que afectan el humedal. Hay que tener en cuenta que esta zona abastece de agua dulce a 14 millones de personas. Contar con esta categoría de protección también puede impulsar la ley de presupuestos mínimos de humedales", indicó Marta Andelman, de la Fundación Humedales/Wetlands International, impulsora de la iniciativa.
En ese sentido, según pudo saber LA NACION, el presidente Mauricio Macri anunciaría hoy el impulso de ese proyecto de ley, en concordancia con la celebración del Día Mundial de los Humedales. Cabe recordar que la iniciativa obtuvo media sanción del Senado, pero perdió estado parlamentario a fines del año pasado. Esta norma permitiría un ordenamiento territorial adecuado para estos delicados ecosistemas.
Alto valor
"El sitio es parte esencial del sustento de los pobladores. El río y otros cauces menores son vías de navegación comercial y constituyen el principal suministro de agua para uso doméstico y productivo. El valor escénico de los humedales y sus recursos culturales sostienen el turismo y las actividades recreativas y deportivas. Además, la llanura aluvial y el delta del Paraná fueron ocupados por antiguas civilizaciones hace más de 2000 años, lo que dejó una gran cantidad de sitios arqueológicos", detalló la declaración oficial respecto de la zona.
El agua de los humedales puede provenir del mar, de los ríos, las lluvias o de napas subterráneas. El régimen hidrológico puede ser muy variable en cuanto a la frecuencia e intensidad de la inundación y la permanencia del agua.
Manuel Jaramillo, de la Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA), indicó: "La categorización le da una relevancia internacional que hasta el momento no tenía. Es bueno que los argentinos empecemos a ver a la cuenca como lo que es: una proveedora de servicios ambientales y también del desarrollo del turismo y actividades agrícolas y forestales de la zona. El uso sustentable de la cuenca es posible, pero tenemos que mejorar nuestro vínculo con el ambiente para seguir mejorando".
Andelman mencionó que sería importante, más adelante, incorporar la porción del Delta en la provincia de Buenos Aires. "Quizá también pueda dar nuevos aires al plan que se diseñó tras los incendios de pastizales de 2008. Si bien comenzaron a reunirse las jurisdicciones, todavía falta para que se cumpla", agregó.
También son sitios Ramsar, entre otros, la reserva ecológica Costanera Sur (Capital), la reserva natural Otamendi (Buenos Aires), el humedal Laguna Melincué (Santa Fe) y el palmar Yatay (Entre Ríos).
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