jueves, 31 de diciembre de 2015

Las seis dudas que abrió Macri al mundo

Por Martín Dinatale - Diario La Nación
En los primeros 19 días que Mauricio Macri lleva en la Casa Rosada desplegó un giro copernicano en las relaciones exteriores de la Argentina en abierto contraste con el esquema diplomático que elaboró Cristina Kirchner en los últimos siete años. Pero también abrió un gran abanico de dudas cuyo desenlace el mundo empieza a ver con cierta inquietud.

Durante la cumbre de presidentes del Mercosur, los señalamientos de la violación de los derechos humanos en Venezuela, los encuentros con presidentes de la región y los contactos con Europa, Estados Unidos y Asia, el Presidente mostró una clara apertura de las relaciones externas del país. No hacía falta demasiada astucia diplomática para contrarrestar el aislamiento en que se había sumergido la Argentina en los últimos tiempos.

Es temprano aún para dilucidar el camino que finalmente marcará en adelante el Gobierno en sus vínculos con el mundo. Pero en el esquema trazado hasta ahora por la canciller Susana Malcorra y su equipo en función de las directivas presidenciales, se pueden vislumbrar al menos seis dudas que advierten observadores externos, diplomáticos, políticos y académicos de los más variados colores políticos:

1- Las importaciones. El Presidente acató el fallo de la OMC que le impidió a la Argentina continuar con la política cuasi-soviética de Guillermo Moreno del cierre de importaciones. No le quedaban muchos caminos a Macri. Eludir el fallo impulsado por 42 países significaba someterse a eventuales sanciones externas. Macri eliminó las polémicas declaraciones juradas de importación pero su política exterior mantiene un zigzagueo respecto a la apertura del comercio. El Presidente dijo poco antes de asumir: "No podemos abrir las importaciones. Tenemos que crear trabajo, no destruir lo poco que tenemos". Sin embargo, ya con su traje de jefe de Estado expuso ante los empresarios de la UIA una vieja receta para combatir la inflación: "En caso de que no veamos un acompañamiento en la medida que necesitamos los argentinos para recorrer esta transición, recurriremos a abrir la importación". Nadie sabe a ciencia cierta qué hará Macri en este punto. Más preciso aun: ¿Cuál es el verdadero Macri? ¿El aperturista o el continuista moderado?

2- Acuerdo UE-Mercosur. El gobierno de Macri está haciendo una oferta más amplia que Cristina Kirchner para que el Mercosur logre llegar a un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea. La oferta global del Mercosur está casi en el 87% del comercio y Europa está pidiendo que se llegue a una ambición del 90%. Macri trabajaría sobre el 90%. La aspiración es empezar a negociar en el primer trimestre de 2016. Aunque los resquebrajamientos que hubo en el Mercosur luego de las objeciones que impuso Macri a Venezuela, sumado a los cambios de propuestas de la Argentina, podrían empantanar una vez más esas arduas negociaciones.

3- La pulseada por Malvinas. El Gobierno está dispuesto a mantener en pie el reclamo de la Argentina por la soberanía de las islas Malvinas. Pero ya adelantó que ampliará el diálogo con el Reino Unido más allá de este tema y deslizó que revisarán la estrategia agresiva que desplegó Cristina Kirchner con los kelpers. La canciller Malcorra dijo hace unos días que "no siempre se logra lo máximo endureciendo totalmente las posiciones". Aclaró que eso no quiere decir que se vayan a ceder principios. El andarivel entre una postura agresiva con los habitantes de Malvinas y un esquema dialoguista es muy delgado. En medio de ello el Gobierno sabe que cualquier paso en falso podría recibir duros cuestionamientos del nacionalismo vernáculo de siempre.

4- Revisión de los acuerdos con China y Rusia. El Presidente ya adelantó que revisarán las negociaciones secretas que dejó con Rusia y China la anterior gestión. El designado embajador en China, Diego Guelar, fue más allá: dijo que incluso podrían incluir cambios en el caso de que se vean afectados los intereses del país. La canciller Malcorra sostuvo que "si hubiera algún acuerdo que no estuviera en la prioridad, lo que hay que hacer es sentarse y decir: nosotros tenemos esta lista de prioridades, tenemos muchísimo interés en mantener los acuerdos pero hay que ver si hay forma de alinear las prioridades". Ya hubo canales informales con las embajadas de Moscú y Pekín para adelantar esta postura. ¿Podría generar inseguridad jurídica para la Argentina la decisión de cambiar acuerdos internacionales ya establecidos? Nadie se anima a responder. No se trata de un tema menor. En algunos casos están en juego acuerdos nucleares o de infraestructuras por millones de dólares.

5- La relación con Washington. La negociación con los fondos buitre no es un tema prioritario para Macri. Cree que deberá desenredar esa madeja. Pero no lo toma como un tema central de su gestión ni mucho menos como el planteo kirchnerista de "Patria o Buitres". Sin embargo, no son pocos los analistas internacionales que coinciden en que el restablecimiento de relaciones "normales" o "maduras" con Washington, como le gusta decir al Presidente, necesariamente deberán estar acompañadas de un acuerdo con los holdouts. Difícilmente Estados Unidos habilite el crédito internacional a la Argentina o sus empresas decidan volcarse a invertir en el país si este tema sigue irresuelto. La teoría de poner bajo un paraguas de las relaciones con Washington el tema buitres se contrapone con lo que marca las leyes del mercado.

6- El caso Irán. Como prometió en la campaña Macri ya desactivó el polémico memorándum que selló Cristina Kirchner con Irán por la causa AMIA. Pero la comunidad judía y algunos sectores conservadores de la política exterior no ven con buenos ojos la decisión de Macri de seguir profundizando el comercio con el régimen de Teherán. La canciller Malcorra dijo que los acuerdos comerciales que haya con Irán y sean beneficiosos para el país seguirán en pie. La AMIA y DAIA pusieron un grito en el cielo. En el medio de este debate hay más de 1200 millones de dólares de balanza comercial con Irán que hoy resulta ampliamente favorable para la Argentina.

Desentrañar esta y otras dudas es el gran desafío que tiene Macri por delante. Seguramente hay muchas inquietudes más del mundo que se presentarán en adelante. Pero por el escaso tiempo transcurrido parecen ser bastantes las dudas abiertas en política exterior que merecen respuestas inmediatas.

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