(LPO) - Hay temor en las constructoras porque desde julio el gobierno suspendió todas las licitaciones de rutas.
La Dirección de Vialidad Nacional, dependiente del ministerio de Planificación, acumula hasta 14 meses de demora en sus pagos a constructoras y dejaría pendientes para el próximo gobierno una deuda de 25 mil millones de pesos. En el sector hay temor: en julio el titular de ese organismo, Nelson Periotti suspendió todas las licitaciones de rutas argumentando que no podía continuar con el plan actual porque condicionaría al sucesor de Cristina Kirchner.
La deuda que le dejará Vialidad a la próxima administración es difícil de estimar porque se trata de información que "no está disponible al público, a diferencia de lo que sucede con los datos de ejecución, certificados de pago que publica la Ciudad con un mes de retraso, en la Comisión de Presupuesto de la Legislatura", se lamentó el diputado del GEN Omar Duclós, en diálogo con LPO.
Asimismo, existen situaciones diferentes entre los contratistas del Estado, dependiendo de si cobraron o no la plata, es decir, entre los pagos devengados y los efectivamente pagados. Así, "puede suceder que habiendo sido adjudicada la obra por licitación, no se haya empezado a ejecutar y ni siquiera se haya otorgado el anticipo", puntualizó Duclós, secretario de la Comisión de Obras Públicas de la Cámara baja.
Por otro lado, la obra se puede estar ejecutando y el certificado puede estar pendiente de pago, diferenció.
Tiempo atrás el titular de la Cámara de la Construcción, Juan Chediack, había estimado en una nota con La Nación que el gobierno tiene “tres presupuestos comprometidos”, lo que totaliza unos $60 mil millones.
En ese sentido, había detallado que la deuda vencida con las empresas es de $ 11.000 millones; la pendiente por construcciones terminadas suma $ 40.000 millones, y hay otros $ 25.000 millones de licitaciones no ejecutadas.
Es por eso que dependiendo de qué concepto se tome como referencia, la deuda asciende a 25 mil o hasta 40 mil millones de pesos.
En julio, los empresarios del sector empalidecieron cuando recibieron en sus oficinas la circular número dos de Vialidad. “En el marco de expresas instrucciones recibidas desde la Secretaría de Obras Públicas, pongo en vuestro conocimiento que no se efectuarán a partir de la fecha llamados a licitación y, asimismo, se suspenderán los trámites licitatorios que se encuentren en curso, sea cual fuere el estado de avance de los mismos (licitaciones de obras, trámites de análisis de ofertas, preadjudicaciones y contrataciones)", reza la nota, también publicada por el matutino.
Duclós recordó que en esa época se iban a abrir las licitaciones para un tramo de la ruta 3 que iba a convertirse en autovía, pero se suspendió antes de que pudiera conocerse el ganador.
La norma implicó la interrupción del plan de mejora de rutas en todo el país. La Nación calculó que desde que llegó al poder, el kirchnerismo gastó $900 millones en obras que no se hicieron. La mayoría de ellas fueron en Santa Cruz, la provincia de origen de quien se sospecha fue el testaferro de los Kirchner, Lázaro Báez. La nula experiencia previa de Báez en la construcción de rutas(antes de ser contratista era un empleado bancario) caso explica parte de ese despilfarro en las rutas de la provincia patagónica.
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