(LPO) - La "iluminación" de la red no ha tenido avances significativos, y su operatividad es mínima.
Ministerio de Planificación
“Un cable apagado”. Así podría definirse la actualidad de la Red Federal de Fibra Óptica (Refefo), una megaobra que insumió miles de millones de pesos y que hasta ahora lleva tendidos 35 mil kilómetros de fibra, pero de los cuales solo están operativos unos 800 kilómetros.
Así lo hicieron saber a LPO técnicos que trabajan en la empresa estatal Arsat, que además del desarrollo de los satélites nacionales, tiene a su cargo la implementación de la Refefo, en el marco del plan de telecomunicaciones. Ambos proyectos son complementarios, pero los problemas para la puesta en funcionamiento hasta ahora impiden que sus objetivos se cumplan.
Este medio reveló ayer que el Arsat 1 funciona sólo al 5% por problemas de calibración. Fuentes ligadas al proyecto indicaron que el satélite construido en el país todavía no está en condiciones de hacer transmisiones satelitales y no sirve para transmitir televisión digital.
En el caso de la Refefo, según la información del Ministerio de Planificación del mes pasado, se llevan tendidos 35 mil kilómetros de fibra óptica. Esto es, unos 5 mil kilómetros más de los 30 mil kilómetros que se desplegaron en los primeros cuatro años del programa Argentina Conectada, también según los datos oficiales. El objetivo final son 58 mil kilómetros, es decir que el desarrollo del proyecto es del 60 por ciento.
Pero el dato más relevante es que apenas unos 800 kilómetros están “iluminados”, es decir operativos. El resto es “un cable apagado”, según la descripción de una fuente del sector. El tramo más importante que está en funcionamiento es el que une la red provincial de Tierra de Fuego con Santa Cruz.
El mes pasado, el Gobierno hizo dos actos para anunciar la “iluminación” de los primeros tramos de la red de fibra óptica: unos 2800 kilómetros, 1200 en Santa Cruz y el resto en Formosa. La propia información del Gobierno es contradictoria. El presidente de Arsat, Matías Bianchi, habló en una reciente entrevista de 4 mil kilómetros ya iluminados y de la posibilidad de llegar a 10 mil o 15 mil a fin de año; mientras que en una nota de la agencia oficial Télam se sostiene que ya son 12 mil los kilómetros iluminados.
La cifra real, según dijeron técnicos que trabajan en Arsat a LPO, es sustancialmente menor a la que lanzan las autoridades.
El problema principal es que el desarrollo de la red de “última milla” ha sido nulo. La última milla es la conexión de la red de fibra óptica con las ciudades y las casas. Hay que “acercar” la fibra óptica, ya que más lejos se está de la red, más lento es el servicio. Esto actualmente se traduce en que salvo en las grandes ciudades, en general la calidad de las conexiones a la banda ancha en Argentina es mala.
El Gobierno esperaba que esas obras la desarrollen las empresas privadas, y que luego “alquilaran” la conexión a la Refefo. Pero el principal problema para el avance de la última milla fueron justamente las limitaciones que el Gobierno les impuso a los operadores privados. Principalmente, la imposibilidad de que las telefónicas brinden televisión, algo que finalmente este año se revirtió. También las trabas que la Casa Rosada le impuso a Cablevisión, una de las que más había avanzado en desarrollo de redes.
Así las cosas, en los últimos anuncios en Santa Cruz y Formosa, el Gobierno informó que invertirá en el desarrollo de la última milla, lo que significará una inversión mucho más abultada y que será heredada por el próximo gobierno, con lo cual su futuro es incierto.
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