Por Martín Dinatale - LA NACION
El presidente electo quiere estrechar lazos con Brasil y busca alejarse del eje bolivariano, al reclamar por los presos políticos en Venezuela; también promoverá la derogación del acuerdo con Irán y trabajará por un acercamiento con EE.UU. y Europa
Con gradualismo en algunos casos y celeridad en otros, lo concreto es que el gobierno de Mauricio Macri dará un giro en la política exterior de la Argentina con un firme objetivo: reinsertar al país en el mundo, estrechar lazos con todos los países de América latina sin excepciones y establecer un descongelamiento de las relaciones con los socios tradicionales, como Estados Unidos y la Unión Europea.
El presidente electo no dio aún detalles finos de lo que será su estrategia diplomática. Ni siquiera anunció aún el nombre de su canciller. Pero ya dio pistas de que hará cambios sustanciales en la política exterior que fijó Cristina Kirchner en los últimos ocho años. "Queremos tener buenas relaciones con todos los países", dijo Macri en la noche de la victoria electoral. Ayer, avanzó un paso más y dijo que propondrá al Congreso derogar el memorándum que selló Cristina Kirchner con Irán por la causa AMIA, y anticipó que en la próxima Cumbre de Mercosur, que se hará el 21 de diciembre, pedirá que se aplique la cláusula democrática contra Venezuela por la "persecución" del chavismo a dirigentes opositores en ese país.
Desde la mirada latinoamericana, Macri buscará correr a la Argentina del eje bolivariano que edificaron los Kirchner con Venezuela, Bolivia y Ecuador. En su embate contra el chavismo, el presidente electo dará un fuerte respaldo a la oposición venezolana, que el 6 de diciembre próximo irá a unas cruciales elecciones legislativas. Es por ello que decidió reclamar firmemente por los presos políticos venezolanos y dio más gestos de este plan: en la noche de los comicios, Macri se abrazó en el búnker de Cambiemos con Lilian Tintori, la esposa del dirigente encarcelado por el chavismo Leopoldo López, y hoy lo visitará en Buenos Aires Mitzy Capriles, la esposa del alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledesma, que también está encarcelado bajo el mandato de Nicolás Maduro.
Mercosur y UE
Por otra parte, Macri quiere ir a Brasil en su primer viaje como presidente. Ayer, dialogó por teléfono con la presidenta Dilma Rousseff, que lo llamó para felicitarlo y le remarcó que buscará relanzar las relaciones entre ambos países, que en la gestión de Cristina Kirchner fueron muy ríspidas. Más allá de mejorar los vínculos comerciales con Brasilia, la estrategia de Macri apunta a reforzar desde allí las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea para lograr un acuerdo de libre comercio.
"Brasil es un socio estratégico cuyo vínculo debemos reforzar para potenciar el Mercosur y en una segunda etapa establecer un acuerdo más ambicioso con la Alianza Pacífico en América latina", dijo a LA NACION Fulvio Pompeo, uno de los coordinadores de la política exterior de Macri.
Desde el 11 de diciembre, el presidente electo buscará llevar a los hechos aquel documento firmado en abril pasado por ex cancilleres y referentes de política exterior de todo el arco opositor del denominado Grupo Consenso, auspiciado por el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI). Aquel documento que suscribieron los referentes de Pro en política exterior, como Pompeo, Diego Guelar y Rogelio Pfirter, sostenía que "en el ejercicio del multilateralismo se debe orientar nuestro accionar externo y trabajar para fortalecer nuestras tradicionales relaciones con Europa y los Estados Unidos".
Ayer, hubo una señal de distensión por adelantado entre Buenos Aires y Washington con la carta de felicitaciones que envió a Macri el secretario de Estado, John Kerry, donde alentó a Estados Unidos y la Argentina a "trabajar estrechamente" con el nuevo gobierno. Por otro lado, fuentes del Departamento de Estado dijeron a LA NACION que "se viene una etapa de mayor diálogo y colaboración entre ambos países".
Desde esta óptica, Guelar instó a "restablecer los lazos con Estados Unidos hacia una normalización en las relaciones. No buscamos relaciones carnales ni una ruptura como hubo con este Gobierno. Nada de eso. Queremos con Estados Unidos vínculos de trabajo sin preconceptos". En este sentido, Macri prevé profundizar las tareas de colaboración con Barack Obama en temas de cambio climático, comercio y lucha contra el terrorismo y el narcotráfico. El presidente electo viajaría a Washington en enero para estar en la cumbre de presidentes por la seguridad nuclear y no se descarta que allí haya un acercamiento con Obama.
La relación que se viene entre la Argentina y China no será fácil: Macri quiere mantener vínculos comerciales y espera también reforzar la línea de créditos y swaps que recibió Cristina Kirchner de Pekín. De hecho, viajarán en los próximos días a China referentes económicos de Pro por este tema. Pero también los interlocutores en política exterior de Macri aseguran que se revisarán los acuerdos secretos firmados por el kirchnerismo en materia de defensa, energía nuclear e infraestructura. Allí habrá otro giro en políticas que impusieron los Kirchner.
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