Por Rafael Mathus Ruiz - LA NACION
Para la Cámara de Apelaciones, el dinero congelado en una cuenta del BoNY en el país no es embargable
NUEVA YORK.- La justicia de Estados Unidos confirmó que los fondos destinados al pago de la deuda que quedaron congelados en una cuenta en Buenos Aires por los fallos del juez Thomas Griesa no podrán ser utilizados para el pago de reclamos de los holdouts, una nueva decisión que juega a favor de la Argentina.
La Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York reafirmó un fallo de Griesa que impide a acreedores del país intentar ir detrás de los US$ 539 millones de dólares que el Gobierno depositó en una cuenta del Bank of New York Mellon (BoNY) en el Banco Central (BCRA). Esos fondos, destinados a los bonistas, quedaron congelados a mediados de 2014, tras lo cual el país fue declarado en "default técnico".
Un grupo de holdouts había presentado una moción en el tribunal de Griesa para intentar hacerse de "una parte sustancial" de esos fondos. Griesa denegó el pedido, al afirmar que el dinero, al estar depositado en la Argentina, gozaba de inmunidad soberana bajo las leyes de Estados Unidos. La Corte de Apelaciones reafirmó ayer la decisión del juez.
En su decisión, los magistrados Robert Katzmann, Gerard Lynch y Janet Bond Arterton sostuvieron que la Argentina no tiene derecho a recuperar los fondos y que los derechos de los demandantes no son superiores a los del Bank of New York Mellon, quien debía transferir ese dinero a los bonistas que canjearon sus títulos. De esta forma, el dinero permanecerá congelado en el país. El BoNY ha acatado una orden de Griesa de mantener esos fondos en la Argentina.
La nueva decisión de la justicia norteamericana acota las posibilidades de los acreedores del país que cuentan con fallos judiciales a su favor. En otro fallo favorable a la postura argentina, el Segundo Circuito ya había decidido que las reservas del Banco Centran no podían ser embargadas.
El fallo de la Corte de Apelaciones se suma así a una seguidilla de decisiones judiciales que hasta cierto punto refuerzan la posición de negociación de la Argentina ante los holdouts. El próximo gobierno necesitará de un arreglo para salir del default y emitir deuda para financiar inversiones -algo que los tres candidatos presidenciales que lideran las encuestas, Daniel Scioli (FPV), Mauricio Macri (Cambiemos) y Sergio Massa (UNA) quieren hacer- y los acreedores del país, incluidos los llamados fondos buitre, no han encontrado ningún camino alternativo para cobrar sus sentencias.
"La pelea ya está perdida, y los tres candidatos quieren llegar a un acuerdo", dijo a la nacion un operador de bonos de un fondo de inversión extranjero, que ha seguido de cerca la disputa entre la Argentina y los holdouts. "En el mercado no pasó nada con la noticia, pero los holdouts perdieron un poco de poder de negociación, por los fallos y por el tiempo", completó.
La principal duda pasa ahora por los tiempos que demandará la negociación y la implementación de un potencial acuerdo que termine con el largo litigio por la deuda.
Además de los cambios que deben ocurrir en la Argentina, donde el Congreso debe aprobar una ley para derogar la llamada ley "cerrojo" y permitir el acuerdo, el tribunal de Griesa y el Special Master, Daniel Pollack, deben terminar de ordenar el universo de holdouts y los reclamos que han presentado ante la Justicia, incluidos los llamados "me too", el grupo de acreedores que busca el mismo tratamiento que consiguieron los querellantes liderados por el fondo NML, de Paul Singer.
La historia del embargo
El 26 de junio de 2014 la Argentina pagó a los acreedores que aceptaron los canjes de deuda unos 832 millones de dólares, de los cuales US$ 539 millones fueron depositados en las cuentas que el BoNY tiene en el BCRA y fueron congelados. La Cámara dijo ayer que esos fondos no podían ser embargados.
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