viernes, 30 de octubre de 2015

Denuncian que La Cámpora montó un fenomenal negociado con la autorización de importaciones

(LPO) - Tras la elección del domingo se disparó la práctica de pedir un 15 por ciento de retorno a cambio aprobar la DJAI.


Foto: Los camporistas Paula Español y Augusto Costa.

El final de ciclo se combinó con la crisis severa de reservas y convirtió el acceso a los dólares oficiales para importaciones en un virtual seguro de cambio, que La Cámpora comenzó a utilizar para montar un negocio fenomenal, mediante el cobro de un 15 por ciento de retorno a los empresarios a los que libera las DJAI para importar, afirmaron a LPO empresarios al tanto de lo que ocurre en la Secretaría de Comercio Exterior, que lidera la camporista Paula Español.

El mecanismo denunciado es muy simple, los gestores vinculados al camporismo garantizan la aprobación de las Declaraciones Juradas Adelantadas de Importaciones (DJAI) a aquellos que acceden a pagar la coima.
Estas prácticas -clásicas en sistemas híper regulados y sometidos al arbitrio del funcionario de turno-, se agudizaron desde el lunes pasado cuando enterados que habría ballotage con destino de derrota para el oficialismo, los camporistas se lanzaron a aprovechar al máximo sus últimas semanas en el poder.

Quienes frecuentan las oficinas de la Secretaría de Comercio Exterior de Diagonal Sur, dan cuenta de una actividad frenética y en un verdadero efecto "Puerta 12" decenas de operadores empezaron a traficar las aprobaciones de DJAI a cambio del retorno del 15 por ciento, confirmaron a LPO las fuentes consultadas.

La alarmante pérdida de reservas que le está metiendo una presión inusitada a la cotización del dólar, agravó el cuadro porque convirtió a las DJAI en un verdadero seguro de cambio ante una eventual devaluación. Los importadores que consiguen la aprobación de sus pedidos se aseguran un dólar $9,52 para el año 2016.

Con una brecha cercana al 50% entre el tipo de cambio unificado esperado para el año próximo en torno a $14 y el oficial actual que ronda los $9,50, los empresarios consideran que sigue siendo razonable pagar el 15% de retorno para minimizar los riesgos de una eventual devaluación. En los 3 días posteriores a los comicios del domingo, se duplicaron las DJAI aprobadas diariamente, reveló una fuente a LPO. De sostenerse este ritmo de aprobaciones y la brecha, el Banco Central transferiría hasta US$ 2.000 millones a los importadores. Se trata de más deudas para un BCRA extenuado en reservas y saturado de compromisos, pero claro, será el próximo Gobierno el que deberá lidiar con esa realidad.

En la medida en que no hay registro público de los beneficiarios de las aprobaciones de las DJAI, y solamente se dan a conocer a mes vencido el volumen de importaciones y exportaciones, no se puede acceder a los nombres de las empresas favorecidas en estos días. Los empresarios no son partidarios de que las DJAI sean públicas porque contienen información comercial privada y sensible. No obstante, la ausencia de la nómina y montos de beneficiarios es un incentivo perfecto para el despliegue de prácticas corruptas.

Fuentes oficiales de la Secretaría de Comercio Exterior consultadas por LPO, desmieron categóricamente las acusaciones y afirmaron que "en nuestra gestión no existe la categoría coima para nada ni nadie." Y agregaron que se trata de acusaciones repetidas y carentes de pruebas y fundamentos. "Nadie maneja ni controla nada por fuera de la estructura de la Secretaría.", concluyeron.

El fracaso de un sistema

Las DJAI se comenzaron a aplicar durante la gestión de Guillermo Moreno -cuando era el hombre fuerte de la economía kirchnerista-, pero Axel Kicillof las mantuvo bajo la administración de Agusto Costa, que es el jefe real inmediato de Paula Español.

Se trata de un sistema típicamente que en el régimen de control de cambios que vive la Argentina, opera como regulador de la balanza comercial, con el declarado objetivo de evitar la fuga de divisas y promocionar la actividad productiva y el empleo asignando dólares baratos para la importación de insumos industriales y la limitación de la importación de bienes superfluos o que pueden producirse en el país.

En lo concreto, el efecto conseguido fue el contrario, ya que numerosas industrias se quedaron sin insumos básicos para operar, a medida que se iba agravando la pérdida de reservas. Se trata además de un mecanismo propicio para la corrupción, ya que el otorgamiento de las DJAI es arbitrario y secreto y suele beneficiar a los amigos del gobierno.

La única manera de eliminar este sistema sería liberando el dólar, lo que explica como la gestión de Kicillof se fue enredando en su propio laberinto.

Empresarios Pymes consultados por LPO confirmaron haber escuchado que hay quien pagando consigue las autorizaciones, pero aclaran que para las pequeñas empresas es imposible conseguir esta clase de favores porque Augusto Costa con la bandera de la transparencia hizo informatizar el sistema y prohibió el contacto personal que caracterizaba la gestión de Moreno.

Desde la Cámara de Importadores, Rubén García es categórico: “Hay mucha versiones entre pasillos, pero nosotros no tenemos noticias de eso.” García si se queja de que “si algo ha caracterizado a la gestión de esta administración pública es que no atiende al público. Difícilmente atienden el teléfono. Todo contacto es vía email.”

Por eso, los empresarios que no son cercanos al gobierno o no acceden a las ventanillas especiales para liberar sus importaciones, han comenzado a presentar amparos judiciales para que la Secretaría de Comercio les libere los dólares con los que pagarles a sus proveedores. De hecho, ya suman más de US$ 4.000 millones las deudas con importadores, que el Central sigue contabilizando como parte de las reservas.

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