Por Gustavo Carabajal | LA NACION
Imputaron a 111 efectivos en 30 meses; Santa Fe y Buenos Aires, al tope de la lista El 22 de octubre de 2013 quedó detenido el jefe de la policía de Santa Fe, acusado de encubrir a un narco.
Foto: Archivo / Marcelo Manera. Antes eran suboficiales, ahora se trata de jefes.
Cada vez hay más policías involucrados en causas por narcotráfico. Durante los últimos treinta meses, 111 efectivos de las fuerzas de seguridad de once provincias y de la Policía Federal fueron procesados por cometer delitos castigados por la ley de drogas. Entre ellos, hay por lo menos media docena de oficiales jefes y superiores.
Esos números surgieron de una serie de consultas de LA NACION en las fuerzas de seguridad nacionales y provinciales y en las Cámaras Federales de Entre Ríos, Río Negro, Córdoba, La Pampa, Salta, Formosa, Mendoza, Misiones y Tucumán.
Fue en la policía santafecina donde se registró la mayor cantidad de efectivos procesados (37) por proteger a bandas narco, por secuestrar y cobrar rescates en drogas o por armar su propia red de distribución. Le siguen las policías de Buenos Aires y Córdoba, con 25 y 21 imputados, respectivamente.
En Santa Fe, hasta fue detenido el propio jefe de la policía Hugo Tognoli, a fines de 2012, y aún continúa preso. En los próximos meses será sometido a juicio oral acusado del encubrimiento a un narcotraficante.
Sólo en lo que va de este año fueron pasados a disponibilidad 14 efectivos en Santa Fe por estar involucrados en causas de drogas, mientras que entre 2013 y 2014 habían sido 23 los procesados. En esta lista figuran los 18 policías acusados de colaborar con la banda narcocriminal de Los Monos, que operaba desde Rosario.
Hasta hace dos años y medio no resultaba común que aparecieran narcopolicías en las noticias. Se trataba de casos aislados que ocurrían en el interior del país, especialmente en la frontera de las provincias de Salta y Jujuy con Bolivia, con los cuatro efectivos de la Policía Federal que fueron detenidos cuando volcaron la camioneta en la que llevaban 120 kilos de cocaína en una ruta jujeña.
Sin embargo, en los últimos 30 meses, la aparición de narcopolicías resultó más frecuente. Especialmente entre efectivos de la fuerza de seguridad bonaerense, que desde 2013 hasta la actualidad tuvo a 25 uniformados acusados por supuestos vínculos con el narcotráfico. La tercer fuerza provincial de seguridad con mayor cantidad de uniformados procesados fue la policía de Córdoba con 21 casos.
El resto de la lista lo integran cinco efectivos de la Policía Federal; dos, de la policía de Entre Ríos; cuatro, de la Prefectura Naval; cinco efectivos, de la Gendarmería Nacional; siete, de la policía de Salta; dos, de la de Formosa; dos, de Río Negro; siete, de Mendoza; uno, de Misiones; uno, de La Pampa, y uno, de Tucumán.
En esta última provincia, durante 2013, hubo un escándalo con 13 efectivos de la División Drogas Peligrosas involucrados en una causa por narcotráfico, aunque no fueron procesados por la Justicia.
Por ese entonces, si bien no integra la fuerza de seguridad provincial, un agente del Servicio Penitenciario tucumano fue detenido cuando circulaba en un automóvil que escoltaba a otro vehículo en el que se transportaban 907 kilos de picadura de marihuana.
LES ROBABAN A LOS NARCOS
Hace un año, cuatro efectivos de la policía bonaerense que se desempeñaban en la Jefatura Departamental Mar del Plata fueron detenidos, acusados de haber armado su propia red de tráfico de cocaína en esa ciudad.
"Se apoderaron de tres kilos de cocaína que pertenecían a un narco y, a partir de ahí, comenzaron con el resto de los hechos que se les imputan", explicó una fuente de la investigación. El punto de partida de la red de distribución que supuestamente habían instalado en la zona los policías acusados se registró en 2011, durante un procedimiento irregular que incluyó el allanamiento a un vendedor de droga en la zona de Sierra de los Padres, a unos 20 kilómetros del centro marplatense. Allí participaron los uniformados imputados, que se habrían quedado con parte de la droga secuestrada.
Fuentes de la investigación confirmaron que los imputados habrían sido identificados como el subcomisario Leandro Arenas; el jefe del Destacamento El Marquesado, oficial principal Laureano Pérez; el sargento Abel Palomino y el subteniente Daniel Ezcurra.
A fines de junio, siete efectivos de la zona de San Martín, entre los que figuraba un comisario mayor en actividad que, hasta marzo, se había desempeñado como jefe departamental, fueron apresados por orden de la jueza federal Alicia Vence, porque supuestamente se dedicaban a vender protección a una red de narcotraficantes que operaban en la villa La Cárcova, de José León Suárez.
Durante la investigación encarada por el fiscal federal Jorge Sica, se determinó que el grupo de uniformados imputados le cobraba por lo menos $ 20.000 por semana a un narco conocido como "Primo", quien tenía una lista con los nombres de 13 efectivos a los que les aportaba dinero para que lo dejaran traficar droga en la zona.
Entre los acusados figura el ex titular de la Jefatura Departamental San Martín comisario mayor José Luis Santiso, quien aparece como el oficial de mayor rango acusado, aunque hay otros seis policías detenidos, uno está prófugo y cinco están bajo sospecha.
"Se estableció que personal policial de la provincia de Buenos Aires de diferentes reparticiones con funciones en la localidad de José León Suárez y sus alrededores habría brindado protección a las organizaciones que comercializaban allí estupefacientes, exigiéndoles dinero a cambio", explicó el fiscal Sica, en el dictamen con el que solicitó a la jueza Vence que se ordenen las capturas de los uniformados.
El año pasado, un grupo de seis efectivos que se desempeñaban en las comisarías de Virrey del Pino y Laferrère fueron apresados por la justicia federal de Morón, pues se determinó que habían secuestrado a vendedores de droga, simulando operativos policiales y les cobraban coimas bajo la amenaza de no armarles causas por tráfico de drogas.
SECUESTRAN A UN NARCO
Del otro lado de la avenida General Paz, pero en la Policía Federal, dos efectivos de la comisaría 44a usaron un método similar. Un subinspector y un cabo de esa seccional fueron condenados a penas de entre 10 y 11 años de prisión por el secuestro extorsivo de un supuesto narcotraficante, ocurrido en 2009, en la zona de Liniers.
Otros dos efectivos de la Policía Federal fueron procesados junto a un efectivo de la fuerza de seguridad entrerriana y otro de la Gendarmería, acusados de proteger a una banda de narcos, comandada por un sospechoso, de apellido González, que tenía como sede de operaciones a Concordia y puntos de distribución en la costa del río Uruguay.
En tanto que un tercer miembro de la Policía Federal que se desempeñaba en la Delegación Viedma fue detenido con un suboficial de la policía rionegrina en el barrio Mi Bandera, acusados de tenencia y comercialización de drogas..
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