Por Javier Blanco | LA NACION
Tomó del mercado otros $ 5600 millones en Bonac, con lo que ya se alzó con más de $ 36.500 millones en menos de 3 meses y medio; la factura a pagar por intereses supera los $ 10.000 millones
Obligado por un déficit fiscal que crece en forma descontrolada por los gastos con impronta electoral, y con las vías de financiamiento dentro del Estado que ya parecen agotadas, el Gobierno volvió a tomar ayer del mercado local de capitales un préstamo por $ 5600 millones de pesos, que se extenderá de 10 a 14 meses y por el que pagará un interés promedio del 27% anual. Asumió así un nuevo compromiso financiero (el séptimo por esta vía en menos de tres meses y medio) que a la administración que lo suceda la obligará a enfrentar una factura promedio de $ 1500 millones en concepto de intereses, además del capital.
El costo por intereses de esta deuda, que comienza a vencer 4 meses después de que asuma el nuevo presidente, ya supera los $ 10.000 millones, una cifra equivalente a la que demanda el pago de la Asignación Universal por Hijo y Embarazo durante casi 4 meses.
Los datos confirman que el Gobierno que hizo del desendeudamiento una bandera terminó endeudándose por esta vía una vez cada 15 días para afrontar gastos corrientes, es decir, lo hace al mismo ritmo en que lo hacía a fines de los 90 la administración menemista cuando ofrecía periódicamente al mercado Letes y Bontes. De esas operaciones estaba a cargo el actual presidente del Banco Central (BCRA), Alejandro Vanoli, por entonces al frente de la oficina de crédito interno.
Los fondos captados ayer elevan a $ 36.554 millones el total ya emitido en Bonac (el nombre que le dieron al nuevo instrumento de deuda) desde que comenzaron este tipo de operaciones a fines de marzo.
Lo llamativo de la subasta realizada ayer es que no mostró ajustes a la baja en la tasa, pese a que el BCRA los alienta de distinto modo: en lo que va del año recortó tres veces la tasa de las Lebac, que es por la que varían su rendimiento los Bonac, y le acaba de podar en un punto la tasa que los bancos pueden cobrar por el crédito obligatorio. Y hasta el propio ministro Kicillof dijo a LA NACION estar "preocupado" al respecto.
Por los casi $ 3000 millones que tomó a vencer en mayo pagará 26,79%, contra 26,78% de hace 15 días.
Por $ 2014 millones a vencer en un año pagó 26,97% (venía de convalidar el 26,93%), y por lo que le prestaron para devolver en septiembre de 2016 pactó un interés del 27,02, una milésima inferior al que le habían cobrado hace 15 días y tres milésimas menor que el que le cobraron hace casi un mes. Pero claro, ese "ahorro" hizo que lo captado por ese bono caiga a la mitad (de $ 1223 millones de hace un mes y $ 971 millones captado con este instrumento hace 15 días se pasó a los $ 616 millones de ayer), lo que demuestra que en la economía vuelve a imponerse el cortoplacismo.
Con lo captado ayer, el Gobierno emitió deuda en pesos por un total de $ 64.050 millones en lo que va del año. Cerca del 60% de ese total fue tomado del mercado local de capitales, que resurgió como opción de endeudamiento para el Tesoro (repitiendo el rol jugado a fines de los 90), en el mismo momento en que el Gobierno agotó la fuente de financiamiento que tenía en el BCRA vía adelantos transitorios.
El problema es que la demanda estatal va adquiriendo una dimensión que puede ayudar a ralentizar y desmejorar la oferta de crédito al sector privado, justo en momentos en que la economía más necesitaría de las inversiones.
El resto de los fondos los tomó del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses mediante la colocación de letras en la cartera de inversiones del organismo..
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