(defensa.com) Las declaraciones realizadas por el Ministro de Defensa de Chile, Jorge Burgos, al periódico chileno La Tercera han vuelto a abrir la opción de compra para la Armada de Chile del navío anfibio multipropósito francés TCD Siroco. Se trata del ejemplar gemelo al TCD Foudre, adquirido por la Armada de Chile a la Marine Nationale y traspasado en Toulon formalmente el 22 de diciembre de 2011, tras ser bautizado LSDH-91 Sargento Aldea.
Tras la implementación del plan de reestructuración de las Fuerzas Armadas Francesas, el TCD Siroco será desactivado a finales de presente año, por lo que el Gobierno Francés se encuentra en proceso de poder venderlo. En este sentido resulta significativo recordar que ante la solicitud de la Armada de Chile, el contrato de compra de TCD Foudre incluyó una cláusula que daba a Chile la primera opción de compra del TCD Siroco. Esto en anticipo a los requerimientos que la misma Armada de Chile proyectaba en 2011, en los que se refiere a capacidades anfibias, de transporte, proyección de la Brigada Expedicionaria Anfibia y apoyo a la comunidad entre otras.
Es bien sabido que ya en 2014, el gobierno chileno desestimó la compra del TCD Foudre, aludiendo entro otras, que los fondos acumulados de la Ley Reservada del Cobre no podían ser usados para no aumentar el déficit Fiscal. Es así como, en esa instancia, se negaba la posibilidad de estandarizar las capacidades ante descritas en dos navíos similares y se obligaba a la extensión de vida de otras plataformas como por ejemplo las dos desgastadas LST clase Batral.
Hoy, tras la enésima y consistente intervención de las Fuerzas Armadas en la zona norte de Chile en apoyo a la comunidad fuertemente golpeada por un violento aluvión, se reaviva el cuestionamiento de los requerimientos necesarios para que las Fuerzas Armadas puedan cumplir sus tareas de apoyo a la población. Medios disponibles y financiamientos, dado que claramente, el nivel de desgaste de material y equipo está muy por sobre la norma en estos casos.
Al margen de lo anterior, el gobierno chileno recula en su postura inicial y ahora se abre a la opción de negociar el TCD Siroco francés. De ser real y de concretarse la compra, resulta una buena alternativa para la Armada de Chile, pero también un evidente ejemplo de la falta de una Política de Defensa clara, con cursos de acción, requerimientos y adquisiciones definidos. Además, a la negociación y compra del TCD Siroco hay que incluir (de las conocidas) al menos dos variables nuevas, llamadas Marinhna de Portugal y Brasil. (Cristián Marambio)
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