Por Francisco Jueguen | LA NACION
Mercedes-Benz, Nissan y Renault anunciaron sus modelos para 2018; van por un segmento en alza y por exportaciones de alto valor agregado
Foto: Nissan
¿Por qué una marca de ultralujo, una multinacional japonesa y uno de los símbolos de la sofisticación francesa deciden invertir US$ 600 millones para meterse de lleno en el barro? Quizá porque el barro ya no es lo que era. Los anuncios de Nissan, Renault y Mercedes-Benz de esta semana posicionarán a la Argentina como un enclave regional para la producción de pick-ups, un vehículo que nació como un símbolo del trabajo rural y que hoy parece ser el as de espadas de las automotrices.
En la conversión del barro al oro, dirían los alquimistas, las causas de la apuesta por esta nueva estrategia de negocios son múltiples, coyunturales y estructurales, internas y externas. Pero existe una certeza compartida: nadie quiere quedarse fuera de un mercado en expansión.
En el país, las ventas de este segmento pasaron del tradicional 7 u 8% del total, a 10% en 2014 y ya alcanza el 11% durante este año. En el sector aseguran además que, en general, los vehículos que más tasa de crecimiento tienen son los comerciales. Por otro lado, en la Argentina -especializada en la producción de vehículos medianos- ya hay tres fabricantes de pick-ups (Ford, Toyota y Volkswagen). Esa historia reciente ofrece una base de proveedores con experiencia que mejora la integración y reduce costos logísticos. En ese marco se sumará ahora una cuarta plataforma en Santa Isabel -Córdoba-, donde Nissan, Renault y Mercedes-Benz producirán sus vehículos.
En los primeros meses de 2018, la empresa japonesa sacará a la venta su NP 300 Frontier. Luego será el turno de Renault. Su pick-up tiene un nombre comercial secreto, pero en la empresa se la conoce como proyecto "U60". Mercedes-Benz será la última en lanzar su producto ese año.
Los anuncios de esta semana no son inocentes: mejoran el clima con el gobierno saliente y podrían -sugieren en el sector- abrir las puertas a los escasos dólares que el Gobierno repartirá entre quienes invierten.
La nueva estrategia de negocios de Renault, Nissan y Mercedes-Benz parte, además de la factibilidad económica del negocio, de un aprendizaje que deja la coyuntura. "El tema de la balanza comercial fue clave", confesaron desde una de las compañías de la alianza tripartita.
"A todos nos preocupa ese tema y la posibilidad de tener grandes volúmenes de importación desde Brasil, con un vehículo de gran valor agregado, nos parecía inviable. Más allá de que esperamos que la situación de las divisas se normalice en el futuro cercano, siempre será un tema a monitorear por parte de cualquier gobierno en la Argentina", admitieron.
TODOS AL MISMO BOTE
Cuando las nuevas pick-ups vean la luz del día, la Argentina habrá duplicado los modelos en este segmento en el que ya se mueven la Ranger, la Hilux y la Amarok. No es casualidad que las tres empresas que las fabrican en la Argentina (Ford, Toyota y Volkswagen, respectivamente) aparezcan en la actualidad dentro del implícito eje del bien. Traducido: aquellas automotrices que no tienen escasez de divisas en su balanza de comercio exterior de autos.
Las nuevas pick-ups vienen a blindar este déficit en los próximos años: son vehículos de alto valor agregado a la hora de exportar a la región. "Cada pick-up exportada son tres autos importados", graficó un importante ejecutivo del sector que pidió anonimato. Pero esta apuesta cuenta además con un plusvalor: por ser vehículos comerciales -que pueden evitar pagar IVA y Ganancias- no están alcanzados por el impuesto de alta gama. Su mayor sofisticación en los últimos años, casi hasta convertirse en un alta gama más, permite a las automotrices recuperar rentabilidad en ese segmento. En ese sentido, la pick-up ya se acomodó cerca de su primo, la SUV -sport utility vehicle-.
Un ejemplo actual es la Amarok de Volkswagen, nacida en 2010. Hoy tiene 16 versiones y ya se divide entre las exclusivamente comerciales y las llamadas "de uso dual", que tienen más equipamiento. "Con el tiempo, evolucionaron de vehículos de trabajo a plantarse en un segmento de alta gama", explica Enrique Agüero, brand manager de vehículos comerciales livianos de Volkswagen.
La balanza comercial de Volkswagen es hoy la Amarok, que representa 70% de lo que produce en el país. El restante lo compone la Surán. El 70% de la pick-up se exporta. Su precio de lista iba el mes pasado de 271.000 a 517.000 pesos. "Hace muchos años que elegimos la especialización de la producción, o sea, plataformas exclusivas enfocadas a la región. Somos pioneros en esa estrategia", dicen en Ford, que hace la Ranger. Se vende a entre 275.000 y 532.900 pesos.
"El segmento de pick-ups no requiere un volumen alto de producción como un auto chico", afirma Daniel Afione, de Toyota, en referencia a la Hilux. "Son vehículos de mayor valor agregado y al exportarlos se te genera balanza comercial positiva. Esto, a su vez, permite importar otros productos", agregó. En 2014 se produjeron 96.350 Hilux en la planta de Zárate. De esa cantidad, se exportó el 70,8%. Un año antes -como adelantados alquimistas para este incipiente boom de negocios- Toyota había anunciado la inversión de US$ 800 millones para ampliar la producción de su Hilux y exportar valor agregado al mundo.
THIERRY KOSKAS - Presidente de Renault
- ¿Por qué la empresa hará una pick-up?
- Se nos escapaba una parte del mercado. Eso era una debilidad.
- ¿Qué mercado tendrá el vehículo?
- América Latina es el principal destino y allí Brasil. El 70% se exportará. Esperamos volver a ser líderes en el país.
- ¿Impacta la coyuntura?
- Este negocio nos dará un flujo de divisas que necesitábamos..
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