Cierre de la campaña antártica de verano.Viajaba el jefe de la Fuerza Aérea. El primer avión mostró fallas en pista. Y el otro tuvo una emergencia en vuelo.
La salida frustrada tuvo como escenario Río Gallegos, la ciudad emblemática de la familia presidencial, adonde con frecuencia (también a El Calafate) vuelan aviones presidenciales vacíos sólo para llevar los diarios frescos de la mañana desde Buenos Aires. Desde Río Gallegos se hacen los “cruces” del continente a la Antártida. Según relató el sitio de noticias OPI Santa Cruz, el pasado lunes 3 Callejo y comitiva abordaron el Hércules matrícula TC-66 y después de esperar un rato, con motores encendidos, la partida se canceló por problemas técnicos. Al día siguiente a las 7.30 (el “cruce” insume tres horas y se sale muy temprano por razones meteorológicas) un segundo Hércules, el T-64, logró despegar. Pero menos de 30 minutos después regresó “en emergencia” ante otra falla mecánica. Callejo optó por regresar a Buenos Aires junto al grueso de la comitiva. Estaba invitada la ministra de Seguridad, María Cecilia Rodríguez, pero al final no pudo viajar al Sur.
Tras las reparaciones hechas en pista, dos días más tarde se pudo concretar el viaje en el T-64, que llevó a Marambio como máxima autoridad al comandante de Adiestramiento, brigadier mayor Mario Fernando Roca. Pero ya de regreso el vuelo entró en emergencia por plantarse un motor. La agencia OPI reportó que debió ser cerrado el aeropuerto internacional y activarse las medidas de rigor para la emergencia (autobombas en pista, ambulancias) que no fueron necesarias porque el Hércules logró aterrizar sin inconvenientes.
Fuentes de Defensa confirmaron estos incidentes pero aseguraron que la conexión aérea con la Antártida fue restablecida y es “normal”. Dijeron que el viernes fue replegado un helicóptero ruso Mi-17 tras prestar apoyo en la campaña, que hizo el trayecto desde la base chilena Frei hasta Ushuaia, con apoyo de un tercer avión Hércules. Después de muchos anuncios que quedaron en la nada, este año está prevista una inversión de u$s 75 millones para modernizar los cinco Hércules C-130 de la Fuerza Aérea. El ministro Agustín Rossi sostuvo días atrás que el primero ya está en EE.UU., y que los cuatro restantes se harán en FADEA (la Fábrica Argentina de Aviones) con transferencia de tecnología.
La yeta fue la ministra de Seguridad, María Cecilia Rodríguez. No embarquen más K y, todo saldrá bien.
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