Por Pablo Novillo (Clarin.com) - La tormenta de ayer complicó sobre todo a Palermo y Belgrano.Es el canal aliviador del arroyo Vega. Se avanzó en un tramo pero la mayor parte depende de un crédito del Banco Mundial que está trabado. Mientras abren y mejoran los drenajes.
La tormenta que cayó ayer por la mañana sobre el área metropolitana volvió a complicar las calles con inundaciones. La zona más afectada de la Ciudad fue el norte, especialmente el bajo Belgrano, donde hubo varias cuadras anegadas. A la espera de una intervención completa para el arroyo Vega, el Gobierno porteño está llevando adelante obras parciales para paliar los problemas en esos barrios.
La zona norte fue las más afectada, en primer lugar, porque recibió más lluvias. Según datos del Servicio Meteorológico Nacional, en Ciudad Universitaria cayeron 88 milímetros y en Aeroparque 85 mm., mientras que en Caballito se registraron 29 mm. y en Parque Avellaneda 20 mm. A esto se sumó que el Río de la Plata había crecido, lo que bloqueaba las desembocaduras de la red pluvial. Además, la permanente presencia de basura en las calles obstruye los sumideros por donde debe drenar el agua.
Así, el bajo Belgrano, a la altura de Monroe, estuvo complicado. También las avenidas Libertador y Dorrego a la altura del Hipódromo de Palermo. En Figueroa Alcorta y Pampa también hubo problemas, lo mismo que en varias cuadras de Saavedra y Núñez.
Además, los subtes de la línea D no pudieron parar en la estación Scalabrini Ortiz porque se inundó el andén de la mano hacia Catedral. El panorama de calles inundadas se repitió en varias localidades del GBA.
Pero la solución, tal como pasó en la cuenca del arroyo Maldonado, llegará cuando se pueda completar el proyecto de obras para el arroyo Vega, que corre debajo de la calle Blanco Encalada. Se trata de la construcción de un canal aliviador de 8,4 kilómetros, entre Helguera y la desembocadura en el Río de la Plata. La mayor parte de la obra se hará con una tuneladora, tal como pasó en el Maldonado. Los trabajos deberían beneficiar a unos 315.000 vecinos de Colegiales, Belgrano, Núñez y otros barrios del norte.
El tema es que este proyecto recién se podrá ejecutar cuando se destrabe un crédito del Banco Mundial para financiarla. El proyecto es de 130 millones de dólares para el canal principal, más otros 24 millones para los secundarios.
Mientras tanto, la Ciudad viene realizando obras complementarias. A comienzos del año pasado culminó la construcción de un conducto desde la calle Húsares hasta la altura del ferrocarril Belgrano Norte. Esta obra –para la cual hubo que cerrar parcialmente el tránsito en la avenida Lugones durante varios días– permitió aumentar un 40% la capacidad de escurrimiento en esa zona.
Ahora viene una segunda etapa, que debería estar terminada a mediados de año. Se trata de un trabajo de readecuación del conducto principal, en el tramo de un kilómetro que va entre las vías del ramal Tigre del ferrocarril Mitre hasta la avenida Balbín. “El canal actual tiene vigas que generan un vacío de carga y obstruyen el escurrimiento cuando el conducto está con carga plena. Con las tareas que realizaremos, aumentaremos la capacidad de drenaje en un 40%”, explicó Daniel Chain, ministro de Desarrollo Urbano porteño.
La otra gran obra pendiente es la construcción de un aliviador para el arroyo Medrano, que nace en Tres de Febrero, atraviesa San Martín y Vicente López y luego pasa por Saavedra, Núñez, Villa Pueyrredón, Devoto, Coghlan y Urquiza. Pero para llevarlo adelante falta que se pongan de acuerdo la Ciudad, los municipios bonaerenses y la provincia de Buenos Aires.
En tanto, en suelo porteño se hicieron reservorios en el parque Sarmiento, que se sumaron al que construyó la empresa IRSA en el shopping DOT.
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