domingo, 2 de noviembre de 2014

Con dinero y presión, China construye su industria de chips

Por Paul Mozur  | The Wall Street Journal Americas
Busca producir el cerebro de los muchos dispositivos electrónicos que fabrica

HONG KONG. - China produce muchos de los dispositivos electrónicos del mundo: teléfonos inteligentes, computadoras, equipo de redes complejo. Ahora el país está redoblando los esfuerzos por diseñar y producir el cerebro de la mayoría de esos dispositivos, el chip.

China quiere alcanzar a rivales globales. El año pasado el país importó US$ 232.000 millones de diversos tipos de semiconductores, superando incluso el monto gastado en petróleo. Para reducir la brecha, Pekín está iniciando programas para incrementar la inversión del estado y obtener conocimientos expertos de las compañías fabricantes de chips extranjeras. Los expertos dicen que la industria del chip es uno de los centros de los esfuerzos de espionaje chinos.

También hay una nueva determinación por parte de la burocracia. El vice primer ministro, Ma Kai, encabeza un grupo de tareas encargado de convertir a la industria del chip del país en líder mundial para 2030. La fuerza de tareas incluye cuatro ministerios y se estima que cuenta con US$ 170.000 millones en apoyo estatal para gastar a lo largo de cinco a 10 años, según un informe de junio de McKinsey & Company.

En los últimos 15 años el gobierno ha otorgado subsidios, financiación e incluso derechos extraordinarios a fabricantes de chips prometedores. Para atraer talento internacional, el fundador de un fabricante de chips, la Corporación Internacional de Manufactura de Semiconductores, agregó beneficios como escuelas bilingües para atraer ingenieros altamente calificados que necesita para armar líneas de montaje complejas.

Con ayuda de subsidios estatales la CIMS se ha convertido en un importante productor de chips desde su fundación en 2000, aunque aún no cuenta con la escala ni la tecnología para competir al nivel de compañías como Intel, Samsung y la Corporación de Manufactura de Semiconductores de Taiwán. Otras compañías fundadas con fondos del gobierno a comienzos de la década del 2000 venden diseños de chips para teléfonos inteligentes baratos, pero siguen siendo pequeñas comparadas con Qualcomm.

Se sospecha que el gobierno chino ha estado involucrado en planes para adquirir tecnología de chips con aplicaciones militares. En 2012, el FBI acusó a dos hombres chinos de intentar comprar ilegalmente chips reprogramables de una compañía estadounidense, Lattice Semiconductor, que podrían usarse a altas temperaturas en naves espaciales tales como cohetes. Se presume que los hombres están en China y no han sido arrestados.

Analistas de seguridad tecnológica dicen que la tecnología de chips también ha sido el objeto de esfuerzos de hacking contra compañías extranjeras. Por ejemplo, la firma de seguridad CrowdStrike dijo que las actividades de un grupo sofisticado que llama Deep Panda han afectado a cinco compañías estadounidenses y taiwanesas de chips este año.

Analistas han indicado que el gobierno, junto con algunas compañías china, pueden estar enfrentando rivales extranjeros entre sí para obtener tecnología y otras ventajas.

En septiembre, Intel, que ha quedado rezagada respecto de Qualcomm en el mercado en alza de chips para smartphones, acordó invertir US$ 1500 millones en el Tsinghua Unigroup. El año pasado el Tsinghua Unigroup emergió de una relativa oscuridad para gastar casi US$ 2700 millones en dos compañías chinas de diseño de chips, Comunicaciones Spreadtrum y Microelectrónica RDA. Analistas señalan esos acuerdos como señal de que China busca convertir a la compañía en un campeón nacional.

Como parte de su acuerdo, Intel recibió una participación del 20% en Spreadtrum. Trabajarán juntos para crear chips con funciones inalámbricas. La inversión podría abrir el mercado móvil gigantesco chino para Intel, mientras que Spreadtrum podría obtener conocimientos técnicos valiosos de los ingenieros de Intel.

Eso es una mala noticia para Qualcomm. La situación podría llevarla a cooperar más con otras compañías chinas para asegurarse de no tener nuevas dificultades con el gobierno. El patrón de atacar a una compañía extranjera, como Qualcomm, mientras se coopera con otra rival, como Intel, se condice con un modelo que ha sido usado en el pasado en China para obtener nuevas tecnologías y soporte para compañías locales de multinacionales extranjeras.

Traducción de Gabriel Zadunaisky.

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