Por Natasha Niebieskikwiat - Diario Clarin.
Energía, petróleo y ferrocarriles. Son proyectos ligados al Estado y van más lentos de lo que el Gobierno esperaba.
Festejo. Axel Kicillof, Julio De Vido y Jorge Capitanich, ayer en la apertura de sobres de Chihuido / ALFREDO MARTINEZ.
La apertura de los sobres con las propuestas económicas para la construcción de la hidroeléctrica Chihuido reinstaló ayer la carrera entre chinos y rusos por su desembarco en la Argentina. Dos empresas del país asiático, China Gezhouba e Hydrochina Corporation, forman parte de dos consorcios que compiten para realizar esta obra en Neuquén, de unos $ 15.000 millones. Otro de los extranjeros, de un total de cuatro grupos oferentes, es la rusa Sustenta Inter Rao. Ambas potencias se pisan los talones y aunque los primeros van adelante, sus aportes son más lentos de los que el Gobierno deseaba.
Hasta ahora, para el arranque del plan de modernización de las vías y trenes del Belgrano Cargas llegaron solo US$ 200 millones de un total de casi US$ 2.000 millones previstos en los acuerdos firmados por los presidentes Cristina Kirchner y Xi Jinping durante la visita del mandatario a Buenos Aires en julio. Una fuente ligada a las negociaciones dijo, en tono irónico que eso alcanza para “comprar tornillos”. Con todo, se espera que lo que empiece a llegar sean vagones y locomotoras.
De los U$S 4.700 millones que se espera para las represas santacruceñas tampoco ha llegado un dólar y el Gobierno espera que empiecen a entrar antes de fines de año. También, por pedido oficial a Beijing, hay esperanza de que antes de fines de 2014 se comience a concretar el intercambio de monedas por US$ 11.000 millones, que los chinos prometieron respetar más allá del default técnico argentino por el juicio de los fondos buitre.
En materia de intercambio comercial, estos seis meses del año van con un déficit de US$ 2.000 millones para la Argentina, lo que muestra que el año cerrará nuevamente en rojo, según la Cámara de Comercio Argentino-China y Asia Pacífico. Por su parte, el ministro Julio De Vido rubricó un acuerdo por US$ 2.000 millones para la construcción de la cuarta central nuclear argentina, Atucha III, que estaría a cargo de los chinos. Y el CEO de YPF, Miguel Galuccio estuvo en China este año –también en Malasia– buscando inversiones para Vaca Muerta. Pero sus conversaciones no fueron informadas. En el Congreso está pendiente hacer ley un acuerdo con Beijing para la construcción de una estación de exploración espacial de China, que resiste la oposición.
En materia nuclear también entraron los rusos con su gigante Rosatom, que aquí tiene como socio a la Corporación América, de Eduardo Eurnekian.
Buscan construir la quinta planta nuclear.
Con los rusos también hay cantidad de intenciones que se relacionan con las alianzas que busca Cristina con Beijing y Moscú. Pero, a decir verdad, desde que el presidente Vladimir Putin y su colega argentina firmaron un largo listado de acuerdos, lo que hay son idas y venidas de delegaciones pero al momento nada materializado. Ayer, YPF y Gazprom informaron sobre sus conversaciones. Una sintonía por completo diferente a los US$ 1.000 millones que la ministra de Industria Débora Giorgi asegura que los rusos depositarán en la Argentina.
Recientemente hubo dos misiones comerciales a Moscú. Una gran parte fue agroindustrial. Ante la fuerte necesidad de evitar la salida de dólares, los argentinos propusieron un intercambio de productos en rublos y pesos. La respuesta de Moscú fue que el caso se analizaría.
No entiendo el titulo: ¿Por qué pelea? ...
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