Por Santiago O’Donnell - Pagina12
En esta última entrega, el fundador de WikiLeaks explica por qué cree que no hay tres superpotencias y además afirma que sería bienvenida una megafiltración sobre Rusia o China.
El crecimiento acelerado de China, el resurgimiento de Rusia y el protagonismo de las potencias emergentes de los Brics a partir de la crisis mundial del 2008 con epicentro en Estados Unidos y Europa parecen ser los datos geopolíticos más relevantes de los últimos años. En esta tercera y última parte de la entrevista de Página/12 con Julian Assange en la Embajada de Ecuador en Londres, el factótum de WikiLeaks argumenta que la alianza de Occidente sigue siendo la única superpotencia y que en muchos aspectos relevantes ha acentuado su dominio estratégico a nivel mundial. También explica por qué una megafiltración sobre Rusia o China comparable a Cablegate sería “muy bienvenida” en WikiLeaks.
–Acaso porque las filtraciones que no involucran a Estados Unidos no tienen tanto impacto en la agenda mediática internacional, mucha gente no sabe que mientras usted estuvo encerrado en esta embajada, WikiLeaks continuó publicando filtraciones importantes, empezando por los correos electrónicos del gobierno de Siria, pasando por los borradores secretos de tratados comerciales multilaterales, hasta la ley secreta de Australia conocida como la “supercautelar”, apenas hace dos semanas (al momento de la entrevista).
–Si hablamos de publicaciones vinculadas con Estados Unidos, la más significativa mientras estuve en la embajada fue la de los cinco millones de e-mails de la agencia de inteligencia privada Stratford, una filtración muy significativa que mantiene una gran relevancia. Hemos publicado ya dos millones de documentos del gobierno estadounidense. El año pasado publicamos documentos de tratados comerciales multilaterales secretos. Aunque estos documentos son muy secos, tienen una importancia muy significativa, ya que muestran cómo opera el nuevo sistema económico.
El TTIP, por ejemplo, propone una régimen comercial para la alianza transatlántica que excluye a los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) e involucra a cincuenta países (y se negocia) por fuera de la OMC (Organización Mundial de Comercio) y cubre todo tipo de temas relacionados con la banca, el dinero, las inversiones, qué tipo de leyes pueden aprobar los gobiernos con respecto a la agricultura o a las empresas multinacionales. Cincuenta países involucrados. Ninguno de los Brics. Y todo secreto.
Del mismo modo, TPP, la Alianza del Transpacífico, es otro gran sistema para la regulación de inversiones y comercio y servicios de Internet creada para, a nivel estratégico, formar un bloque económico entre el sudeste asiático y los centros comerciales de intercambio con China en América latina, de manera no compatible con las prácticas comerciales de China, para dejar afuera a Beijing. Es parte de la estrategia asiática de (el presidente de Estados Unidos Barack) Obama: rodear a China desde el Sur y desde el Oeste, del otro lado del (océano) Pacífico.
–Si usted es el director de un medio de comunicación, ¿por qué les dedica tanto tiempo a sus actividades políticas y apariciones en videos con figuras públicas? ¿Teme ser pintado como un paria por Estados Unidos?
–Sí, es cierto. Estados Unidos lleva ya cuatro años y medio desde que inició una investigación de nosotros sin precedentes en cuanto a su escala y su naturaleza, según sus propias palabras. Como en todos sus conflictos, ha apelado a sus amigos en los medios occidentales, en este caso para que digan que WikiLeaks es una organización terrorista. Hasta llegaron a impulsar un proyecto de ley en el Congreso estadounidense para declararnos “combatientes enemigos” para que podamos ser matados o secuestrados a voluntad sin una orden judicial.
Este año presentaron otro proyecto para excluirnos de la ley que protege el anonimato de las fuentes periodísticas. Ese tipo de señales hace que la gente tenga miedo de relacionarse con nuestra organización y facilitó el bloqueo bancario internacional que sufrimos. Visa, MasterCard, Western Union, Bank of America, etcétera, nos bloquearon igual que bloquearon a Cuba. Pero a diferencia del cubano, nuestro bloqueo fue completamente informal, no se hizo a nivel legal. Si se hubiera hecho a través de decisiones judiciales podríamos habernos defendido legalmente, o si se hubiera aprobado por ley podríamos haber contestado políticamente. Pero se hizo al nivel de “ten cuidado porque puedes perder sus contratos con el gobierno” o “cuidado que te pueden mandar una auditoría”.
Por eso es necesario mostrar que la organización y yo tenemos amigos y que no es peligroso relacionarse con nosotros. Porque todo lo que se necesita para imponer autoridad es la percepción del miedo, la percepción de una capacidad de actuar en contra de la gente. No es que actúan, es sólo una percepción. Con respecto al bloqueo bancario hemos ganado dos casos en distintas jurisdicciones y como resultado MasterCard se ha rendido, Visa se ha rendido, PayPal se rindió. Ahora nosotros las estamos demandando por 17 millones de dólares por los daños causados. Eventualmente, Visa, MasterCard y PayPal empezaron a tener más miedo de nosotros y de nuestros abogados y nuestros amigos que del gobierno estadounidense.
–Me parece que la crítica más válida que se le hace a usted es que debido a su disputa con Estados Unidos a WikiLeaks se lo percibe como anti-Estados Unidos o anti-Occidente...
–Estoy de acuerdo. Es muy difícil. Antes del fragor de la pelea éramos muy cuidadosos de nunca hacer declaraciones políticas. Yo me cuidaba mucho de no hacerlas porque interfiere con la percepción de objetividad de la organización. Pero la fuerza del asalto de Estados Unidos contra WikiLeaks hizo que tuviéramos que usar toda nuestra artillería y el interés de la gente en lo que tengo para decir es una de las armas que podemos desplegar. Normalmente no la desplegaría porque necesitamos ser percibidos como objetivos, pero hemos sido una organización que luchaba por su supervivencia y es el costo que tuvimos que pagar.
–¿Está de acuerdo con que de las tres superpotencias ustedes han sido más exitosos revelando los secretos de la menos opaca de las tres?
–No hay tres superpotencias. Eso es falso. Hay una, que es la alianza occidental. Es importante mantener la perspectiva. Por ejemplo, el gasto militar de Rusia es el 7 por ciento del de la OTAN. Rusia tiene una base militar fuera de su país, en Siria, mientras que Estados Unidos tiene mil bases. Entonces Rusia no es una superpotencia.
–No sé si estoy de acuerdo. Los números serán ésos, pero Rusia claramente jugó un rol clave en frenar el bombardeo de Siria, están jugando fuerte en Ucrania, Putin es un actor de primer nivel en el tablero internacional. A su vez, China se ha convertido en el principal socio económico de América latina y Africa...
–China es más interesante, pero igual hay que mantener la perspectiva. Como economía exportadora es muy importante y ha superado a Alemania, pero China sólo tiene el 25 por ciento del Producto Bruto Interno de Estados Unidos. Y el gasto en armamento es un décimo comparado al de Estados Unidos.
–Pero en geopolítica uno nunca es neutral. Cuando se lastima a uno se ayuda al otro.
–Pero en términos de nuestras publicaciones, somos una organización basada en los abusos con secretos y censura. ¿Quién está generando más documentos secretos?
–Gobierno más secreto que el de China no creo que haya ningún país del mundo, salvo quizá Corea del Norte.
–Eso es falso. El gobierno de Estados Unidos gasta el 60 por ciento del presupuesto mundial de inteligencia. Y eso no incluye la alianza occidental. Estados Unidos es también el más avanzado tecnológicamente, está interceptando más de 1500 millones de comunicaciones por día. Todas secretas, y clasifica más de 60.000 documentos por año. Entonces la gran mayoría de documentos secretos en el mundo son producidos en Estados Unidos.
–Estados Unidos produce más documentos secretos porque produce más de todo, pero China es mucho más opaca. Si quiere argumentar que Estados Unidos es menos transparente que China va a recibir muchas refutaciones de organismos de derechos humanos y de defensa de las libertades civiles.
–La mayoría de las organizaciones de derechos humanos y de derechos civiles que operan a nivel global son financiadas por Estados Unidos, Gran Bretaña y Suecia.
–Está bien, pero ¿usted piensa que se puede ser opositor al gobierno en China, que se puede practicar cualquier religión en China?
–Por supuesto que no. Sólo estoy fijando una base para mantener la perspectiva. Así que China debe ser encarada manteniendo la perspectiva, teniendo en cuenta el tamaño de su economía y de su aparato de seguridad nacional, que es un cuarto del de Estados Unidos. Entonces hay que partir de ahí, y si uno lo analiza desde una perspectiva geopolítica y no de política interna, China tiene lo que se puede describir como una o dos bases fuera de China, no mil.
–Pero la cantidad de bases no es una medida de la libertad de expresión que hay en un país.
–Es una medida del interés que otras naciones pueden tener en el comportamiento secreto de un país. Los problemas de China son principalmente domésticos, comparados con los de Estados Unidos, aunque China compite con Estados Unidos para controlar recursos naturales en Africa e inversiones en Latinoamérica.
–En China hay miles de personas presas o perseguidas por expresar sus puntos de vista, en Estados Unidos no llegarán a diez.
–Eso no es cierto. China es un país más simple y menos moderno y más fiscalizado. Por ejemplo, usa leyes de sedición. China ataca desnuda a la disidencia política. En Estados Unidos, ¿quiénes son los prisioneros políticos? Hay prisioneros políticos acusados de espionaje. Hay prisioneros políticos por actos de violencia o crímenes contra la propiedad. Entonces Estados Unidos tiene un sistema político mucho más sofisticado. China adopta medidas crudas para suprimir a la disidencia y Estados Unidos adopta medidas sofisticadas. Las estructuras de poder de Estados Unidos están en contra de la libertad de expresión y hagas lo que hagas no vas a poder cambiar eso. China ejerce una censura más directa y torpe. Dicho esto, agrego que hemos publicado documentos sobre China. Publicamos millones de documentos sobre Siria. Publicamos documentos sobre todos los países del mundo, que critican a todos los países del mundo desde hace años. Pero las historias de gran impacto son sobre la costa este de los Estados Unidos y la razón es el poder del mundo, sobre todo el poder de la información emana de la costa este de Estados Unidos, y un poquito de Londres. Esto se verifica fácilmente.
Durante la caída de Trípoli, con la revuelta contra Khadafi alentada por Estados Unidos, había 200 tuits por minuto sobre el tema en todo el mundo. Con el huracán Irene, que ni siquiera fue un huracán, sino una tormenta agrandada por los medios, cuando se pensó que podía barrer la costa este de Estados Unidos, hubo 1200 tuits por minuto, que es el límite de lo que soporta Twitter. Entonces la costa este es completamente dominante aun en los nuevos medios (redes sociales) y eso refleja los canales de poder en el mundo, especialmente de poder mediático. Entonces no les importa, no les importa y no informan cuando hacemos algo sobre China.
–Entonces, para que les quede claro a sus millones de seguidores y potenciales fuentes de información, si usted obtuviera una filtración de la dimensión de Cablegate sobre China o sobre Rusia, ¿sería bienvenida y ninguna interferencia política frenaría su publicación?
–Sería muy bienvenida. Extremadamente bienvenida. Para que quede claro: hemos publicado muchísimos documentos sobre censura en China, incluyendo todas las palabra clave que usadas en Internet de China automáticamente producen el cierre de la cuenta del usuario y documentos con instrucciones para funcionarios de gobierno con distintas alternativas para censurar. Pero no aparece en las noticias de Occidente. Porque a Occidente sólo le interesa Occidente y no los demás países y ése ha sido el problema geopolítico desde siempre. Y a los países de la tercera posición no les importa lo que pasa en los otros países de tercera posición, sólo le importa lo que pasa en Occidente, porque Occidente es tan poderoso. Casi toda la estructura comercial internacional y la estructura militar internacional está bajo dominio de Occidente. En cuanto a WikiLeaks, con respecto a China y Rusia también está la barrera del lenguaje. Somos una organización predominantemente de habla inglesa, aunque tenemos varios miembros que hablan español. Uno debe concentrarse en lo que mejor hace y en el lenguaje que puede hablar.
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