Por Martín Dinatale | LA NACION
Más allá de la tensión que se desató entre la Argentina y Estados Unidos por el conflicto con los fondos buitre, la agenda de ambos países en materia de colaboración para la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo se mantendrá inalterable. La muestra más visible de esto es que un equipo del FBI arribará en los primeros días de septiembre a Buenos Aires para realizar tareas de entrenamiento a fuerzas de seguridad nacionales.
Según confiaron a LA NACION fuentes calificadas de la Casa Rosada y del Departamento de Estado, el grupo de especialistas del FBI, expertos en explosivos, brindarán una serie de cursos en la Argentina, Paraguay y Uruguay durante septiembre. La capacitación incluirá un entrenamiento específico para el desmantelamiento de bombas, técnicas de investigación posteriores a un estallido y también darán instrucción en procesos de prevención y reducción de daños.
Las tareas del FBI constituyen una continuidad de los cursos de adiestramiento que esa misma fuerza de Estados Unidos hizo en febrero pasado en las provincias de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos. También la DEA, la oficina antinarcóticos de Washington, realizó el año pasado cursos de adiestramiento en la Argentina para la lucha contra el narcotráfico y tiene previsto reiterar esos cursos de capacitación en un futuro inmediato.
"Washington sigue manteniendo una comunicación abierta tanto con el gobierno nacional como con las autoridades provinciales en asuntos relacionados con la seguridad y el narcotráfico, tal como venía ocurriendo desde hace un tiempo", dijo a LA NACION una fuente del Departamento de Estado al detallar el curso que el FBI dará en el país. Así, se supo que el personal de las fuerzas de seguridad nacionales, provinciales y locales participa regularmente de las capacitaciones que da Estados Unidos en la Argentina, entre otros países.
La traducción de este vínculo, que no se alteró a pesar de la dialéctica beligerante de la Presidenta contra algunos sectores de poder de Estados Unidos, también pasa por el flujo comercial entre ambos países, los acuerdos de cooperación judicial y el trabajo común en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.
Por otra parte, fuentes del Ministerio de Seguridad destacaron que el secretario de esa cartera, Sergio Berni, mantiene vínculos permanentes con la DEA para establecer acuerdos de cooperación para el intercambio de información sensible y para la persecución de grupos de narcotraficantes instalados en la región.
"Nos mantenemos indiferentes a toda la pelea que puede existir con Estados Unidos por los fondos buitre. Nuestro trabajo no tiene nada que ver con eso", dijo a LA NACION un estrecho colaborador de Berni.
En la práctica, esto consiste en una cooperación permanente de la DEA con el Ministerio de Seguridad. No hay, ni lo habrá por ahora, agentes de la DEA involucrados en forma directa en operaciones antinarcóticos. Éste es el límite que se fijó Berni y uno de los pocos puntos de coincidencia que tuvo este funcionario con la ex ministra de Seguridad Nilda Garré. A diferencia de Berni, la ex ministra y actual embajadora en la OEA directamente se oponía a cooperar con la DEA para intercambiar información sensible relacionada con narcotraficantes apostados en el país.
PROVINCIAS
Por otra parte, en las provincias continúan los trabajos de cooperación de la DEA y el FBI con fuerzas de seguridad locales. Según confirmaron en Washington y en el Ministerio de Seguridad, continúa la tarea conjunta en provincias como Buenos Aires, Salta, Mendoza, Córdoba, Santa Fe, Río Negro y Jujuy. En estos casos se dieron cursos de capacitación de especialistas antinarcóticos con policías provinciales.
Desde el Ministerio de Justicia también están trabajando con Estados Unidos "en buena sintonía", como definió un funcionario cercano al ministro Julio Alak. A pesar de los ataques permanentes de Cristina Kirchner a la justicia norteamericana, Alak sigue trabajando de cerca con los referentes de la justicia en Washington en relación con la cooperación en exhortos judiciales y trámites relacionados con casos que involucran a ambos países.
Ni siquiera el avance judicial de los fondos buitre en el estado norteamericano de Nevada contra 125 sociedades que se atribuyen al empresario kirchnerista Lázaro Báez y que podrían ser embargadas puso en alerta al Ministerio de Justicia en la Argentina. "Si se requiere información y exhortos de Estados Unidos por ese caso, vamos a cumplir como lo hemos hecho hasta ahora", comentaron a LA NACION fuentes de esa cartera.
El Congreso norteamericano aún debe aprobar el pliego para que el designado embajador norteamericano en Buenos Aires, Noah Mamet, pueda llegar al país. Se estima que en septiembre próximo podría tratarse el tema. Si no es así, deberá esperar hasta noviembre. Mientras tanto, el encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, Kevin Sullivan, está sorteando el conflicto entre los fondos buitre y la Argentina.
De hecho, Sullivan se mostró dispuesto a que la pelea con los fondos buitre no enturbie las relaciones bilaterales. Así lo expresó a LA NACION recientemente, cuando dijo: "Entiendo la frustración que pueden sentir las partes ante esta situación [por el litigio de la deuda externa], pero para mí lo que hay que hacer ahora es reconstruir la confianza para llegar a soluciones. Hay mucho en juego, y no es tarde todavía para encontrar soluciones"..
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