Boeing realizó en sus dependencias de Saint Louis (Missouri), los primeros vuelos de lo que a buen seguro será un gran avión de combate: el Advanced Super Hornet.
Basado en el block II del Super Hornet, cuyo primer prototipo (block I) empezó a volar en 1994, es hoy la espina dorsal de la aviación naval norteamericana, tanto en su versión monoplaza (E), como en la biplaza (F y Growler, de guerra electrónica -que está sustituyendo al mítico EA-6 Prowler).
El block II de este aparato incluye una computadora mejorada, el radar AESA AN/APG-79, un sistema más avanzado de adquisición de objetivos (ATFLIR), mejora en los sistemas de contramedidas y un casco con infomación integrada (JHMCS).
Boeing tiene en mente colocar en el mercado un avión más barato que el F-35, pero sin hacer un nuevo diseño y ofreciendo una plataforma flexible para las amenazas que puedan producirse en torno al año 2030.
La principal novedad que se ofrece son los depósitos de combustible conformados o Conformal Fuel Tanks (CFT), que sobre las alas y a lo largo del fuselaje del avión, añaden 3.500 libras de combustible, un poco más que lo que lleva en el depósito central de combustible bajo el fuselaje, lo cual mejora notablemente no solo disponer de 260 millas (400 km) más de alcance operativo, sino de una mejora importante en la firma radar del avión.
Con ambas novedades el Advanced Super Hornet será el avión perfecto para lo que se ha llamado "el primer día de la guerra". Su baja detectabilidad (Boeing cree que en torno a un 50% menos) y la posibilidad de tener un alcance de 1.050 km con los CFT y EWP, lo hacen idóneo para esas vitales primeras operaciones de combate.
Boeing y la US Navy están estudiando la posibilidad de mejorar los ya impresionantes motores General Electric F-414-400 en vías de mejorar su empuje en un 20% y su eficiencia con una bajada del consumo de combustible de un 3%.
El proyecto Advanced Super Hornet aporta también la posibilidad de rehacer el actual cockpit añadiendo una super pantalla táctil HD totalmente configurable de 11x19 pulgadas que permitirá al piloto tener la llamada "Good's eye view" para tener información completa del campo de batalla y poder ver las amenazas en 3D.
Finalmente Boeing en aras de conseguir una menor firma radar, está estudiando la posibilidad de que el IRST (Infra-red search and track) externo, pueda incorporarse internamente en el morro del avión. El IRST dará a la US Navy la capacidad de que el avión con sus capacidades infrarrojas y sensores pasivos no anuncie antes de tiempo su llegada al objetivo, esto conectado con el radar de un E-2 Hawkeye hará de esta máquina un arma silenciosa de primer orden.
El primer prototipo voló el pasado mes de agosto, con el CFT y el EWP, en St. Louis y Patuxent River (Maryland).
Esperamos que este proyecto no tenga el mismo desarrollo que el F-15 SE (Silent Eagle) versión parecida a la descrita del Hornet, pero adaptada al conocido caza. Corea del Sur estudió la posibilidad de comprarlo, pero al final no se ha decido por él, abriendo la posibilidad de adquirir el carísimo F-35.
Ojala nuestras relaciones con Estados Unidos mejoren en los próximos años. Nuestra Fuerza Aérea merece un excepcional bicho como éste.
ResponderEliminarNo lo podemos tener, mientras tengamos un conflicto con Inglaterra en el Atlantico Sur. EEUU es parte de la OTAN y no va a traicionar a su aliado.
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