sábado, 29 de marzo de 2014

Se acerca la era del auto-moto

Por Deautos - Toyota ya está probando en Tokio al i-Road, un particular vehículo eléctrico que, en su forma de conducción y en el confort que ofrece, conjuga lo mejor de los dos medios de transporte.













Pocos países hay con el espacio aprovechado tan al extremo como Japón. Cada metro cuadrado tiene un uso específico, y así como allí existen viviendas en las que literalmente apenas cabe una persona con una notebook y un colchón para dormir, las calles están atestadas de vehículos de todo tipo. A partir de ayer, ese tránsito urbano tiene un nuevo habitante, el i-Road, una especie de auto-moto desarrollado por Toyota y que ahora será probado por usuarios en condiciones reales desde ahora y hasta junio. 
Ya hemos visto en los mismísimos albores de este siglo a la C1 de BMW, una motocicleta con la particularidad de tener un techo de modo de ofrecer la seguridad de un automóvil. Hasta tenía cinturones de seguridad y zonas de deformación programada, y si el vehículo perdía el equilibrio, el pasajero quedaba protegido y dentro de los límites de la carrocería, aunque los costados estuviesen totalmente abiertos. Pero aquél se conducía como una moto, y este i-Road es otra cosa.
Por ser un vehículo de propulsión eléctrica, pero también por el concepto que representa, el producto de Toyota se asemeja más al Twizy de Renault que al C1. Sin embargo, en lo que a cantidad de ruedas se refiere, está entre uno y otro. El i-Road, para un solo pasajero, tiene tres puntos de apoyo, con una configuración de una atrás y dos adelante. Estas últimas son las que proporcionan la tracción.

Este vehículo, con una carrocería totalmente cerrada y basculante, dobla con la inclinación de la misma hacia uno u otro lado, al igual que una moto. Cuando el conductor gira el volante, la rueda trasera es la que responde, y automáticamente hace que este particular medio de transporte se incline los grados que se corresponden con el giro que quiere realizarse. Para ello, las ruedas delanteras hacen un trabajo vital, ya que tienen la capacidad de "acompañar" el movimiento de la carrocería de forma dinámica (con un movimiento vertical), como puede apreciarse en una de las imágenes que ilustran esta nota.

Para Toyota, el i-Road, presentado en el Salón de Tokio de 2013 pero luego mostrado también en el evento de Ginebra, es la solución de movilidad en las ciudades modernas, porque conjuga la conveniencia de una motocicleta con el confort y la estabilidad de un automóvil. Y como es un producto de esta época, tiene propulsión eléctrica.

Con un largo de 2.345 mm, un ancho de apenas 870 mm y una altura de 1.455 mm, este vehículo pesa nada más que 300 kg (sin ocupante ni carga extra). Su distancia entre ejes, de 1.695 mm, es vital también para ofrecer buena maniobrabilidad a la hora de doblar. Así, logra un radio de giro de 3 metros. Por su parte, las ruedas delanteras tienen medidas de 80/90 R16, mientras que la trasera es 120/90 R10.
Funciona con dos motores eléctricos adosados cada uno a una rueda de las frontales y alimentados por una batería de litio-ión que se recarga enchufándola a la corriente. Con carga completa, es capaz de circular hasta 50 kilómetros con un uso donde su velocidad promedio sea de 30 km/h. Sin embargo, es capaz de alcanzar los 60 km/h cuando lo necesite.
Para las pruebas en el gran Tokio, Toyota les entregará diez vehículos a aproximadamente 20 participantes, del público en general y de expertos en la industria automotriz. El proyecto es un paso más de la marca japonesa en su plan de contribuir a crear medios de movilidad libres de emisiones de combustión. El i-Road parece ser un ingenioso aporte para el tránsito urbano unipersonal. 
Hace años existian estos, ¿se acuerdan amigos?

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