martes, 19 de noviembre de 2013

El Consejo Atlántico gira sus fauces hacia América Latina



Un reciente informe del Consejo Atlántico analiza la creciente importancia estratégica de América Latina en el mundo y explora posibles vías para que Occidente logre incorporar al bloque al 'redil atlántico'.

Consciente de que "América Latina está desarrollando una creciente importancia estratégica, con sus mercados en expansión, su riqueza energética y sus demás recursos naturales", el Consejo Atlántico exhorta a Europa y a EE.UU. a hacer de esa región "una prioridad en su política exterior", recoge el portal en español Rebelión.

Esta realidad ha llevado a la institución, fundada en 1961, a promover encarnizadamente el atlantismo en todo el mundo,  elaborando un informe con recomendaciones sobre América Latina. El informe, titulado: 'The Trilateral Bond: Mapping a New Era for Latin America, The United States, and Europe' ('El Vínculo Trilateral: Inspeccionando una Nueva Era para América Latina, EE.UU. y Europa'), propone varias orientaciones para conseguir un objetivo inédito: integrar a América Latina en el eje atlántico.

El motivo de la estrategia
El documento indica que desde ahora hasta el 2060 el peso de EE.UU. y Europa en la economía mundial pasará del 40% actual al 24%, mientras que el de América Latina crecerá inexorablemente debido a sus recursos naturales, sus nuevas y competitivas multinacionales y a una clase media consumidora en permanente aumento (por ahora unos 225 millones de personas).

Pese al creciente potencial de China, EE.UU. sigue siendo el primer socio comercial de América Latina, aportando el 18% de las inversiones extranjeras directas (IDE). Por su parte la Unión Europea (UE) es el primer inversor en América Latina. En 2011 representaba el 39% del total de las IDE en la región.

Por ello, el Consejo Atlántico, considera necesario y urgente "lanzar un diálogo trilateral" sobre comercio e inversiones entre las tres regiones. Para lograrlo, recomienda a los dirigentes atlánticos aprovechar la oportunidad que le ofrecen las negociaciones del gran mercado transatlántico ('Transatlantic Trade and Investment Parnetship', TTIP por sus siglas en inglés) que "deberían incluir directamente a los latinoamericanos en un proceso de negociaciones comerciales".  Dicho diálogo debería conducir a "la armonización del conjunto de acuerdos de libre comercio existentes entre las tres entidades geopolíticas" y como corolario: la integración de América Latina al TTIP.

Las recomendaciones del informe subrayan que sería igualmente conveniente, compatibilizar los mercados financieros latinoamericanos con el sistema de normas jurídicas y bancarias comunes por el que se rigen EE.UU. y Europa. Todo esto con el objeto de promover la participación de los inversores del "primer mundo" en las nuevas plazas financieras de México, Sao Paulo, Santiago de Chile, Lima y Bogotá (agrupadas en el seno del Mercado Integrado Latinoamericano, MILA).

Además, junto a la economía y las finanzas, el Consejo Atlántico propone incluir en el diálogo temas de crucial importancia como la energía, desarrollando una alianza energética 'sui géneris' con América Latina, toda una potencia en este sector.

¿Cómo lograrlo?
Para "cimentar" esta nueva relación transatlántica que incluiría a América Latina, el informe propone aferrarse a instrumentos vehiculares como la educación (cooperación universitaria tendente a formar élites comunes, apertura de la enseñanza superior latinoamericana al financiamiento gubernamental y empresarial, etc.)  o la lucha conjunta contra la droga y el comercio de armas (especialmente desde EE.UU. hacia América Latina).

Por último, con objeto de "organizar" todo este proceso, el informe del Consejo Atlántico concluye que "debería crearse un nuevo marco institucional permanente entre las tres regiones" que sustituya a las instituciones existentes (Organización de los Estados Americanos, Cumbre de las Américas entre EE.UU. y los países latinoamericanos, Cumbre EU-LAC -Unión Europea y América Latina-Caribe-).

A cambio Occidente permitiría a la región el acceso a una de sus mayores reivindicaciones geopolíticas: el otorgamiento de un sitio permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Texto completo en: http://actualidad.rt.com/economia/view/111547-consejo-atlantico-incorporar-america-latina

4 comentarios:

  1. no comprendo a los Europeos si su productos son mas caros que en EEUU no se como harán para competir con su máximo aliado EEUU si los dos países estan en quiebra o no

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  2. Argentina tiene que extender a los otros paises latinoamericanos que aun no se han asociado el Mercosur y sanear sus diferencias entre los socios actuales para poder lograr un bloque comercial fuerte unico, asi poner sus condiciones y no lo que pretende el gran hermano del Norte y sus asociados de la UE...

    L.B.A.

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  3. los europeos buscan invertir en la extraccion de materias primas,energia para abaratar costos y poder salir de la recesion..por otro lado el mercosur con el creciente recelo hacia este organismo por parte de brasil y uruguay q piden modificaciones,se ha convertido en un ente comercial del Alba,, imposible que los paises de la Alianza del Pacifico que son la 6ta economia del mundo logren acuerdos en materia comercial con los del mercosur

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  4. Gabriel Pedrazzi24 noviembre, 2013

    ¿Por qué a nosotros, los latinoam., nos interesaría ingresar ahora a estos tratados trilaterales si llegamos sin ayuda de ellos a desarrollarnos a tal punto que les resultamos atractivos para "incluirnos" en sus políticas comerciales?

    ¿Por qué nos interesaría acordar hoy con un sector geopolítico que representa el 40 % de la economía mundial y que en el 2060 será del 24%?

    ¿Para qué nos serviría formar parte de un sector geopolítico en crisis y con permanente perdida de influencia si somos los latam junto con los chinos los que estamos proyectándonos a un futuro de crecimiento mientras declina el otro sector mencionado?

    ¿No sería mejor dialogar y acordar geopolíticas comerciales estratégicas con las potencias emergentes asiáticas para ocupar el espacio de poder que van perdiendo los EEUU y EU?

    ¿Para qué nos serviría acordar con países que pertenecen a un bloque energeticamente menguado si nosotros somos una potencia energética?

    ¿Para qué nos serviría la intervención educativa y formación de élites con financiación privada y estatal a cambio de un lugar en el Consejo de Seguridad?
    La financiación estaría al servicio de los intereses privados y gubernamentales de EEUU y EU creando una élite que dirija nuestros países y empresas según los intereses de estas potencias en decadencia. El lugar en el Consejo de Naciones será una consecuencia natural propia de la pérdida del peso geopolítico de EEUU y EU.

    Estamos ante un nuevo capítulo de un viejo libro que no deja de reiterar la estrategia de las vetustas potencias que se reconocen impotentes para un futuro mediato. Otra vez nos quieren canjear espejitos de colores por oro y plata.

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