(Diario La Nación) - Es por una resolución que establece una zona de protección marítima
En menos de 24 horas, la presidenta
Cristina Kirchner desató una ola de quejas en las Malvinas y despertó un
malestar mayor al que están acostumbrados a mostrar los isleños hacia
la Casa Rosada.
Más allá de los planteos que la presidenta argentina elevó en el Consejo de Seguridad de la ONU para que Gran Bretaña discuta por la soberanía de las Malvinas, las críticas que sonaron en Puerto Argentino están relacionadas con una resolución del Boletín Oficial que se publicó ayer en Buenos Aires y que involucra a los isleños.
El Gobierno reglamentó una ley aprobada por el Congreso y estableció un área marítima protegida en aguas del Atlántico Sur cercana a las islas dentro del área del denominado Banco Burdwood, que está situado dentro de la zona económica argentina.
En una carta enviada al canciller Héctor Timerman, el gobierno de Malvinas consideró "un paso positivo" la decisión argentina de mantener una zona de protección marítima. Sin embargo, señaló que las islas rechazan la inclusión del Banco Burdwood, que está "dentro y fuera de las zonas de conservación conocidas como Falklands Inner Conservation Zone y Falklands Outer Conservation Zone".
En la carta que se hizo pública el consejero de las islas Malvinas Barry Elsby señaló que la "práctica cooperación para el resguardo de los stocks pesqueros era responsabilidad tanto del gobierno de las islas Falkland [Malvinas] como del gobierno argentino". Y dijo que los isleños "deseaban discutir cualquier acción que pudiera ser razonablemente tomada para apoyar al gobierno de la Argentina en estos esfuerzos".
De esta manera, el gobierno de los malvinenses instó a la Argentina a la reanudación de la llamada Comisión de Pesca del Atltántico Sur, que en los años 90 mantuvo un alto nivel de cooperación e intercambio científico, pero de la que el Gobierno se retiró en 2005.
Desde ese entonces ambas partes se acusan mutuamente por el nivel de riesgo ecológico y depredación que hace peligrar hoy los stocks marítimos, sobre todo del calamar.
Los isleños dieron muestras en los últimos años de querer retomar las negociaciones por la explotación de las zonas marítimas aledañas a las Malvinas en forma conjunta con Buenos Aires. Pero la administración de Cristina Kirchner se niega a aceptar esto.
Ayer, no fueron pocos los isleños que comentaban el malestar que generó la letra del Boletín Oficial de la Argentina, ya que "avanza sobre una zona no establecida ni acordada" por el gobierno de las islas.
Paralelamente, el embajador británico en la ONU, Mark Lyall Grant, reiteró la necesidad de que los isleños sean sumados al debate por la soberanía en el marco de la ONU. Se reflotó así la "legitimidad plena" del referéndum que se hizo en las islas en abril pasado con la intención de ratificar la idea de autodeterminación de los pueblos..
Si a los ingleses les molesta la medida sirve!
ResponderEliminarBien, ahora hay que aumentar las patrullas aeromaritimas ante la pesca ilegal, con material moderno y bien equipadas, para que sea real la medida y no una simple mancha de tinta en un papel.
ResponderEliminarL.B.A.