En el episodio estuvieron involucrados legisladores porteños del macrismo quienes protagonizaron algunos forcejeos con empleados nacionales al oponerse al traslado a Mar del Plata de la estatua situada en un parque que se encuentra detrás de la Casa Rosada, donde se quiere emplazar otra de Juana Azurduy.
Los incidentes comenzaron cuando llegó una grúa y un container a esa zona, ubicada en la circular de la Avenida de la Rábida con el objetivo de iniciar el traslado del monumento, ya que en ese lugar la presidenta Cristina Kirchner ordenó el emplazamiento de una estatua de Juana Azurduy de Padilla, donada por Bolivia en marzo pasado.
Al detectar estos movimientos, organizaciones sociales de defensa al patrimonio, como "Basta de Demoler" y "Salvemos las Estatuas", se volvieron a movilizar para expresar su repudio, mientras que también se sumaron los funcionarios porteños, quienes rompieron el cerco dispuesto por efectivos de la Policía Federal y Gendarmería Nacional.
Los terrenos donde se emplaza el monumento, si bien están detrás de la Casa Rosada, son propiedad de la Ciudad, al tiempo que el jueves en la sesión ordinaria la Legislatura aprobó un proyecto del diputado de la Coalición Cívica Fernando Sánchez, que establece que "para sacar o poner un monumento en el espacio público de la Ciudad es necesaria una ley de la Legislatura que lo apruebe".
El texto aprobado manifiesta: "Declárase bien integrante del patrimonio histórico y cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en los términos de la ley 1227 en la Categoría Monumentos, al monumento a Cristóbal Colón emplazado actualmente en la Plaza que lleva el mismo nombre".
Debido los disturbios que se generaron y a la presentación ante la Justicia que hicieron las organizaciones sociales, la titular del Juzgado Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal número 12, Claudia Rodríguez Vidal, dispuso que no se traslade el monumento.
En ese sentido, según publicó el portal del Centro de Información Judicial (CIJ), la magistrada le comunicó al Poder Ejecutivo Nacional que "deberá abstenerse de concretar cualquier acto que implique el desmantelamiento y traslado del monumento a Colón, que se encuentra ubicado detrás de la Casa Rosada".
Durante la tarde, legisladores del PRO, encabezados por el vicepresidente primero de la Legislatura porteña, Christian Ritondo, realizaron una conferencia de prensa para expresar el repudio al traslado del monumento y denunciar el "robo del patrimonio de la Ciudad".
"A la vista de todos estaban robando un monumento histórico a la Ciudad. Con sorpresa por el desprecio con el que fueron tratados los legisladores de la Ciudad. No nos recibieron en Casa de Gobierno para saber qué pasaba o dialogar. Nosotros no vamos a arrojar piedras, queríamos dialogar", agregó.
Acompañado por el jefe del bloque del PRO, Fernando De Andreis, Ritondo explicó que "el monumento fue donado por la comunidad italiana a la Ciudad de Buenos Aires en su centenario", y recordó que "por convenio, la Ciudad se lo dio a resguardo al Gobierno Nacional, aunque hay una ley que lo protege".
Asimismo, denunció que los funcionarios del Ministerio de Espacio Público y los legisladores que se acercaron hasta la puerta de la Casa de Gobierno fueron "reprimidos y echados de la plaza".
Desde que se conoció la idea de la mandataria nacional de trasladar la estatua, se iniciaron diferentes reclamos y el mes pasado varias organizaciones sociales y de la colectividad italiana realizaron una protesta frente a la sede gubernamental, la cual incluyó un abrazo simbólico a la estatua.
Este viernes la grúa continuaba en la plaza, aunque ya sin la intención de remover la obra arquitectónica, pero el conflicto parece que seguirá latente durante los próximos días en caso de que no haya un diálogo entre las partes.
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