jueves, 4 de abril de 2013

El colmo, propagandizar la tragedia

Por Ricardo Roa - Diario Clarín

No es justo meter a todos en la misma bolsa pero pocas veces como en estas horas los políticos contribuyeron tanto a la degradación de la política y a la de ellos mismos.

El martes hubo una lluvia descomunal, el agua arrasó barrios enteros de la Ciudad y provocó seis muertos y en medio de esa enorme desgracia y de esos muertos lo que importaba en la política era arrasar a Macri, con razón o sin ella.

Los políticos no eligieron ponerse al lado de la gente. No estuvieron allí donde debían estar. Nada es tan revelador como los tres tuits que entre la tarde y la noche de ese martes trágico escribió el jefe de los legisladores kirchneristas porteños. A las seis de la tarde, el primero: “Estoy en 678 el programa”. Una hora después, el segundo: “en minutos en 678 el programa” y a las nueve, el último: “hoy a las 21 hs estaré participando en 678 el programa”. Esta era toda la preocupación de Juan Cabandié.

María José Lubertino, ex radical devenida en K, puso: “Basta de blindaje a Macri! tengo la misma furia o + q vecinos yo no voté a este inepto”. A Cabandié le preocupaba que los vecinos se enterasen de que iba a estar en la TV oficialista, a Lubertino sólo le preocupaban los vecinos por el rédito interno de atacar a Macri.

Desde el rencor, Aníbal Ibarra pretendió ironizar: “No lo busquen a Macri porque está descansando en Troncoso, Brasil”. Se olvidó olímpicamente de los vecinos y también de que siendo jefe de Gobierno soportó la peor tragedia de la Ciudad con 193 muertos en Cromañón.

Bajo la misma tentación de propagandizarlo todo, también esa noche del martes De Vido decía que “Macri nos lleva a lamentar víctimas fatales. Existe un pésimo manejo de los sistemas pluviales de la Ciudad”.
Toda una patinada: en ese momento La Plata iba camino a la mayor catástrofe de su historia. Anoche se habían contabilizado 48 muertos.

Hasta ese momento la Presidente no había encontrado tiempo para solidarizarse con los porteños ni lo encontró después. La respuesta de Cristina Kirchner al drama de los vecinos de la Ciudad fue ninguna hasta que ayer se dio cuenta de que por eso estaba pagando un precio político y decidió visitar por la noche el barrio Mitre, en Saavedra.

El volantazo había empezado antes cuando se corrió a Tolosa, cerca de La Plata. Con ansia indomable de protagonismo por allí había navegado arriba de un gomón el polirrubro secretario de Seguridad, Sergio Berni. Ninguna casualidad en la elección del lugar: en Tolosa nació Cristina y vive la madre de Cristina.

Y Cristina también se acordó de que existía Scioli: tuvo que ocurrir semejante tragedia para aceptar reunirse con el gobernador al que no le atiende el teléfono y tiene acorralado económicamente. Llegará un momento si no ha llegado ya en que no habrá manera de ocultar estas miserias de la política.

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