sábado, 2 de marzo de 2013

¿Habrá que importar carbón para abastecer a Río Turbio?


 (Diario Clarín)Por Federico Caeiro EX DIRECTOR DE LA RESERVA ECOLOGICA COSTANERA SUR. PRESIDENTE DE LA ASOCIACION CIVIL INICIATIVA ESPACIO PUBLICO.
El yacimiento carburífero santacruceño no está en condiciones de cubrir la demanda que requiere la futura usina termoeléctrica.
El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, aseguró que el carbón para abastecer a la futura usina termoeléctrica de Río Turbio está garantizado y que las tareas para aumentar la producción marchan de acuerdo a lo previsto. La falta de explicaciones concretas, si bien habitual, da pie a suspicacias.

El mayor inconveniente es que el carbón de Río Turbio tiene un poder calorífico inferior, lo que implica un rendimiento menor y alto costo de explotación (más carbón para obtener misma energía). El costo por kW instalado superará los 2.800 dólares, el doble de los valores internacionales de las plantas de carbón o del valor promedio de la generación eólica en Argentina. Aunque las calderas son de las más modernas (esto supone un menor daño ambiental), el carbón es la opción energética más contaminante, contradiciendo los dichos de Cristina Kirchner en Abu Dhabi acerca de las virtudes de Argentina en materia ambiental y energética.

Con el dinero invertido se podría producir el doble de energía eólica, que es limpia, renovable y segura, y generar empleo para mucha más gente. Además, el carbón de Río Turbio tiene mayor contenido de cenizas cuyo tratamiento implica costos superiores y parte de la mayor inversión.
El yacimiento de Río Turbio tendría una reserva en unos 240 años, pero estimada en base a lo poco que se produce hoy. Expertos geólogos dicen que a pocos meses de la finalización de la construcción de la central -prevista para mitad de 2013, el plan original era 2008-, la mina no está en condiciones de producir hoy su demanda completa para abastecer a la central.

Con la producción actual, no habrá carbón suficiente para hacerla funcionar. En 2012 se extrajeron 190 mil toneladas -un millón menos de las necesarias- producción que sólo alcanza para que opere dos meses. Un frente de producción demora más de un año en construirse. La usina consume tres frentes por año, lejos del único en producción actualmente. Inevitable preguntarse entonces si habrá que importar carbón para hacerla funcionar, ahondando la política importadora energética implementada por el gobierno.

Son llamativas las inversiones que se están haciendo en el ferrocarril hasta el puerto de Punta Loyola, a 258 kilómetros, cuando el material que consumirá la central está in situ y el producto saldrá por cables de alta tensión. Lo que probablemente sucede es que se esté acondicionando la línea férrea para transportar el carbón que se importará.

Esto cerraría un círculo de una pésima inversión, en la que se decide construir una central eléctrica abastecida por la producción de una mina que no produce lo suficiente -y requiere enormes inversiones en su explotación-. Al no haber el carbón suficiente, es necesario importarlo.

Como la infraestructura no es la adecuada, hay que invertir en el puerto importador y en el tren que lleve el carbón a la planta. Como la central está alejada del mercado, hay que construir una línea eléctrica para poder llevar la energía al mercado. Entonces, ¿para qué se hizo la inversión allí?

La decisión de desarrollar una región no debe hacerse sin planificación y a cualquier costo. Es de esperar que esta “inversión” no se transforme en mero “despilfarro” o sea el fruto de un burdo negociado. El paraguas de una “decisión estratégica” no puede justificar el dispendio del erario público.

Comentario: Cuando estuve hace un año en la mina de Río Turbio, quise hablar con el geólogo. Oh, sorpresa. El empleado que me atendió me dijo que era imposible, ya que la mina no tenia contratado a ningún geólogo... 

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