martes, 1 de enero de 2013

Argentina no se lo merece


Por Carmen De Carlos - ABC.es

El caso Clarín versus Gobierno trae de cabeza a los interesados, al Poder Judicial y  a la Argentina. La presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, está dispuesta a dejarse la piel en un enfrentamiento que ha elevado a categoría de Estado. El objetivo, sin disimulo, es atomizar al mayor grupo de comunicación del país. La Ley de Medios Audiovisuales, transformada en carga de profundidad contra Clarín, no termina de dar de lleno en la línea de flotación de un barco mediático que ha sorteado dictaduras y la totalidad de los Gobiernos democráticos tras la caída de la última Junta Militar en diciembre de 1983.

El “multimedio” recurrió, por distintas vías, dos artículos de la mencionada ley porque los considera inconstitucionales, le obligan a desinvertir, renunciar a emisoras de radio y cadenas de televisión y desconoce las licencias vigentes. Esto es, aplica con efecto retroactivo medidas que anulan concesiones del Estado.

La patata caliente de Clarín salta de una instancia a otra y rebota en la Corta Suprema para volver a tribunales inferiores. En ese frenético ping pong, la jefa del Estado vio truncadas sus intenciones de la pasada semana de intervenir por las bravas Clarín y despojarle de parte de su patrimonio. El festival del domingo frente a la Casa Rosada, organizado en rigor para recrearse en el presunto golpe mortal que le iba a asestar a Clarín, quedó vacío de contenido. El Ejecutivo intentó salvar la ropa al disfrazarlo de celebración de 29 años de democracia, un número que, como esta operación, no le salió redondo.

Cristina Fernández de Kirchner aprovechó la ocasión para atacar al Poder Judicial y demandarle independencia. Sus argumentos no condicen con sus actos. La diatriba contra los jueces que no fallaron a su gusto, la recusación de la totalidad de la Cámara Civil y Comercial Federal y su disposición a enjuiciar a la totalidad de sus miembros, forman parte de un discurso contradictorio. Mención aparte fue la identificación que hizo de la Justicia con el golpismo en un país que sufrió, como pocos, una dictadura (1976-83) sanguinaria.

La presidenta sacó de la recamara más munición y recurrió a la vía del “per saltum”, un atajo que deja fuera de juego la vía procesal establecida con el fin de que la Corte Suprema defina, de una vez, un asunto farragoso y sin resolver, de forma definitiva, desde hace tres años. La máxima instancia judicial rechazó el lunes, por cuestiones de forma, ese intento de usar una figura como el “per saltum”, aprobada hace unos meses para este propósito. El mecanismo del Gobierno –por desconocimiento u omnipotencia- era el equivocado. La Corte lo rechazó. Sólo se puede apelar al “per saltum”, entre otras razones, cuando hay un fallo de un tribunal de primera instancia y ahora se encuentra en uno de segunda que es la mencionada Cámara.

Al Gobierno le queda la esperanza de lograr un fallo de un juez de otro fuero o un  “recurso extraordinario federal” para volver a intentar el dichoso “per saltum” pero también debe pasar previamente el filtro de la Cámara. En el mejor de los casos no será antes de Noche Buena. Después, si el caso vuelve a la Corte, ésta decidirá si el recurso merece ser tratado al considerar que es un caso, como exige la ley,  de “notoria gravedad institucional”.

Resulta asombroso que un país entero tenga que estar pendiente de una pelea del Gobierno con un medio de comunicación porque éste, que está en su derecho, apela a dos artículos de una ley. Todo, con el agravante de que el Ejecutivo no le exige al resto de los grandes grupos de comunicación, que no la han impugnado, que la cumpla.

Argentina tiene severos índices de inflación (25 por ciento), sufre un acoso de EE UU para pague sus deudas, sin saldar desde el 2001, los sindicatos se echan a la calle, la gente saca las cacerolas, el crecimiento sostenido, en torno al 8 por ciento de los últimos años, se ha venido abajo, las grandes inversiones miran a sus vecinos, el país soporta un bloqueo a las importaciones y sufre un control de cambios peor que el de Venezuela… En fin, Argentina se merece que sus gobernantes se ocupen de los problemas reales de Argentina, no de las rencillas caprichosas de una Presidenta que pareciera actuar por despecho y no por el bien común. 

1 comentario:

  1. Gabriel Pedrazzi03 enero, 2013

    "Ha sorteado dictaduras..."

    Y se ha asociado también a ellas.

    "... y la totalidad de los gobiernos"

    Y ha hecho negocios con ellos también. Algunos ejemplos: con Menen obtuvo canal 13, con Kirchner la fusión de Multicanal y Cablevision, con Macri obtuve millones por las netbook a cambio de protección mediática.

    "En fin, Argentina se merece que sus gobernantes se ocupen de los problemas reales de Argentina"

    España se merece periodistas que reflejen la realidad de la península.

    ¿Este blog tan prestigioso no se merece artículos más próximos a la realidad y con voces de opiniones que conozcan más de cerca lo que vivimos? Es solo una pregunta que no merece respuesta.




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