domingo, 16 de diciembre de 2012

Zonas francas, pieza clave (Colombia)


Por Maria Florencia Carbone  | LA NACION
El régimen aprobado en 2005 se complementa con los TLC firmados por el país, que quiere transformarse en la plataforma de negocios internacionales para la región

Hace algún tiempo, Colombia empezó a aparecer en los "rankings positivos", esos que muestran qué países resultan atractivos para los inversores por ser confiables, los que hablan de las naciones con "buen ambiente para los negocios" o de aquellas que han logrado disminuir el desempleo, controlar la inflación y aumentar su comercio internacional.

¿Es que Colombia se "puso de moda" gracias a una eficiente promoción marketinera? O, tal vez, el país, uno de los más golpeados por la guerrilla y la inseguridad en la región ¿tuvo finalmente un golpe de suerte y logró revertir así su imagen negativa? Los hechos muestran que el posicionamiento logrado está muy lejos de esas especulaciones.

Colombia trazó una estrategia de internacionalización que ha demostrado sobrevivir a los cambios de gobierno -con internas feroces en las que el narcotráfico, los militares y las FARC fueron grandes protagonistas- y que hoy empieza a mostrar sus frutos.

En el primer semestre de 2012, la Inversión Extranjera Directa (IED) en Colombia aumentó 26,2% y, según la Cepal, el país se ubica en cuarto lugar (desplazó a la Argentina) como receptor de IED detrás de Brasil, Chile y México.

Más allá de que en los últimos años Colombia intensificó su política de acuerdos de libre comercio y con ello, inspirada en el modelo chileno, busca posicionarse como una plataforma de negocios para terceros países, una de las piezas clave en su estrategia es el régimen de zonas francas (ZF).

El nuevo régimen está vigente desde 2005. Hasta el 9 de noviembre último se registraban 104 ZF aprobadas, 33 son permanentes y 71 permanentes especiales. "La figura de zonas francas se creó con el fin de promover la inversión extranjera, la generación de empleo y estimular el comercio", dijo a LA NACION María Claudia Lacouture, presidente de Proexport.

Las ZF permanentes son áreas en las que se instalan múltiples empresas que adquieren un tratamiento tributario y aduanero especial, y que son administradas por un operador. Entre los beneficios tributarios que enumera la funcionaria se destaca una tarifa única del 15% del impuesto sobre la renta (fuera de las ZF se paga 33%). Además no se causan ni pagan tributos aduaneros (IVA y arancel).

"Estas zonas se benefician de los acuerdos comerciales internacionales y TLC que tiene Colombia. Para ellas, no existen restricciones para vender en el mercado local. El país cuenta con una oferta de zonas francas para diferentes tipos de inversionistas: bienes, servicios, agroindustria, servicios de salud y sociedades portuarias", agregó.

Por su parte, la zona franca permanente especial o uniempresarial, es un régimen que permite el reconocimiento de ZF para una empresa que pretenda desarrollar un proyecto de inversión de alto impacto económico y social para el país (tienen los mismos beneficios tributarios y arancelarios que las anteriores, pero otros requisitos de montos mínimos de inversión y generación de empleo según el sector).

¿Cuáles son las ventajas para las empresas argentinas? "La Argentina se puede beneficiar con los TLC que firmamos con países como Estados Unidos, Canadá, México y Suiza en productos textiles, maquinaria industrial, químicos, automotriz, cerámica, vidrio, plásticos, farmacéuticos, alimentos y tabaco entre otros al instalase en el país y aprovecharlo como plataforma exportadora", dijo.

Lacouture citó ejemplos concretos: los productos exportados hacia EE.UU. como textiles (la Argentina le vende más de US$ 77 millones y paga un arancel de hasta 15,6%), desde Colombia se exportarían con arancel cero. Lo mismo sucedería con artículos como vidrio, maquinaria industrial, químicos, plásticos metales y autopartes.

Según la funcionaria, otros beneficios importantes están en los tiempos de transporte y los fletes. "Un contenedor que sale de Buenos Aires a Los Ángeles vía marítima tarda hasta 40 días y paga un flete por tonelada de US$123. Desde la costa atlántica colombiana tarda sólo 10 días y el flete es de US$45. El transporte aéreo también ofrece una reducción significativa de tiempos: un vuelo desde Buenos Aires hacia Toronto tarda 15 horas. Desde Bogotá, sólo 7.

Colombia avanza con su inserción internacional. Fortalecerse en la región como plataforma hacia el mundo es una de sus metas..

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