Por Antonio Rossi - Diario Clarín
Usaría su influencia sobre la firma de barcos para trabar las entregas de la española GNF.
Usaría su influencia sobre la firma de barcos para trabar las entregas de la española GNF.
La importación récord de gas por barco para 2013 quedó inmersa
en una fuerte polémica que repercute en Buenos Aires y Madrid e
involucra al Gobierno, Repsol y Gas Natural Fenosa (GNF).
La administración kirchnerista decidió comprarle a la española GNF 24 de los 56 cargamentos de gas natural licuado (GNL) que fueron adjudicados el viernes. El contrato con GNF equivale al 70% del total del combustible que necesita para el próximo año la regasificadora de Escobar e implica un negocio global de US$ 1.152 millones .
Este inusual abastecimiento para la terminal bonarense –es la primera vez que se alcanza este volumen, que implica el arribo de tres barcos metaneros por mes–, corre el riesgo de no poder concretarse por la disputa interna que mantiene Repsol con GNF. Tras haber activado en el CIADI un megareclamo por US$ 10.500 millones por la expropiación de YPF, ahora la petrolera que comanda Antonio Brufau busca bloquearle a GNF el uso de los barcos que tiene comprometidos con Argentina.
Para cubrir el déficit interno de gas, el Ministerio de Planificación resolvió importar para 2013 un récord de 83 cargas de 135.000 metros cúbicos de GNL cada una para abastecer a las regasificadoras de Bahía Blanca y Escobar. Si bien la que recibe y paga el gas es la estatal Enarsa; por una decisión del viceministro de Economía, Axel Kicillof, la que quedó a cargo de las compras fue la reestatizada YPF.
De los 83 barcos programados, YPF consiguió ofertas para cubrir 70 entregas. Tras comprobar que los precios promedios solicitados superaban en un 15% los valores de este año, los funcionarios resolvieron aceptar sólo las ofertas más bajas y dejar para más adelante la adquisición de 27 cargas pendientes para Bahía Blanca.
Según los datos obtenidos por Clarín de fuentes de YPF y del mercado, los precios promedio finales que aceptó Enarsa fueron los siguientes:
–Escobar: US$ 15,50 el millón de BTU (la unidad de medida) para 24 barcos de GNF y US$ 16,80 para doce cargas de la firma Vittol.
–Bahía Blanca: US$ 15,50 para once cargas de la italiana ENI; US$ 16,50 para una de la rusa Gazprom y US$ 17 para dos de la inglesa BP y seis de la noruega Statoil.
Casi al mismo tiempo en que en Buenos Aires se adjudicaban las cargas, en la capital española la pelea entre Repsol y GNF sumó un nuevo capítulo. Repsol –que controla el 30% de GNF– quiere que ésta actúe “solidariamente” y no le venda gas a Argentina por lo que hizo con YPF. Tras no poder imponer esa postura en el directorio de GNF, ahora Repsol –según fuentes madrileñas– evalúa presionar por el lado de Stream, la empresa de barcos metaneros cuya propiedad comparte con GNF.
Para las entregas de 2013, GNF informó que utilizará tres barcos de Stream (Norman Lady, SCF Polar y SCF Arctic) y otro (Polar Spirit) de la empresa Teekay. La ofensiva de Repsol apuntaría a trabar el uso de los buques de Stream .
En medio de la pulseada española, se registró otro cambio significativo. Tras una relación comercial de casi tres años, GNF decidió prescindir del asesoramiento de la consultora DYSAN, del ex ministro menemista y actual hombre de consulta de la administración kirchnerista, Roberto Dromi.
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