Tras desalojar puestos ilegales, la Ciudad puso en marcha el
plan para mejorar la zona, que luce deteriorada y es transitada por un millón
de personas por día.
Foto: Refugios y dársenas ahora. Uno de los sectores más
castigados. Las nuevas paradas serían como las del Metrobús de la avenida Juan
B. Justo. /MARIO QUINTEROS
Luego de desalojar a 34 puesteros que vendían mercaderías
sin permiso en las veredas y dársenas de la plaza Constitución, el Gobierno
porteño puso en marcha un plan para recuperar el espacio público.
Según prometieron, habrá nuevas paradas y refugios de colectivos,
un centro de informes para pasajeros, presencia permanente de la Policía Metropolitana
y hasta pantallas LED con información sobre colectivos.
Deteriorado y desordenado, Constitución es el principal
centro de trasbordo del país : cada día lo transita un millón de personas,
entre los pasajeros del Roca, el subte C y las 34 líneas de colectivos que
circulan por la zona. Parte de la plaza quedó vallada desde el domingo, cuando
se produjo el desalojo por el que aún protestan los vendedores.
Según informaron en el Ministerio de Espacio Público de la Ciudad , las obras en las
dársenas para colectivos que están frente a la terminal del tren Roca y el
sector grande de la plaza (el que está entre Garay y la calle Constitución)
estarán listas para marzo, mientras que la “plaza chica” (la que queda entre
las dársenas y Garay) será terminada para junio .
“Es un proyecto que venimos charlando con los vecinos desde
hace seis meses. Queremos mejorar la iluminación, la seguridad y el estado del
espacio público . Vamos a permitir que haya algunos puestos de venta, pero sólo
aquellos que cumplan con la ley”, aseguró el ministro Diego Santilli.
El principal cambio se dará en la plaza chica. Allí
mejorarán la parquización, restaurarán los monumentos, pondrán más iluminación
e instalarán un centro de informes para pasajeros. Además, repararán las
veredas y cambiarán todas las paradas y refugios de los colectivos (serán
iguales a los que ya se colocan en el resto de la Ciudad ). La idea también es
colocar una pantalla LED con datos sobre los horarios de trenes y colectivos, y
hasta están evaluando poner un espacio para estacionar hasta 200 bicicletas. En
la plaza grande, en tanto, arreglarán algunas veredas, pondrán una calesita y
también cambiarán el mobiliario urbano.
El otro gran cambio será en la zona de las dársenas. La Ciudad sacará las viejas
estructuras metálicas y las reemplazará por otras con un diseño muy similar al
de las estaciones del Metrobús.
De hecho, en Garay entre Lima Oeste y Lima Este será
construida la estación del Metrobús del sur, que comenzará a operar en el
primer semestre del año y obligaría a ampliar el contracarril de Garay, que
ahora sólo llega hasta Lima Oeste.
Según informaron, tanto en la plaza y las dársenas como en
las calles cercanas había 132 ocupaciones de las veredas, principalmente
puestos de venta ilegal pero también boleterías y hasta baños químicos
instalados sin permiso, algunos desde hace años. La intención es que se
permitan no más de un puesto de venta por hectárea (lo que daría unos 15 en
total), según la ley 1.160. Y sólo podrían vender golosinas, sandwiches
envasados y panchos, porque los otros rubros están prohibidos por esa norma.
La ocupación de las veredas afecta a la limpieza, es
competencia desleal contra los comercios legales y además se convierte en un
factor de riesgo para la seguridad vial: muchas veces la gente no tiene más
remedio que caminar por las calzadas de calles repletas de colectivos y autos.
La esquina de Lima y Brasil, por ejemplo, suele figurar entre las que más
atropellos de peatones registra.
El último ordenamiento que se intentó en Constitución fue en
2007, cuando se repavimentaron varias calles y se mudaron las paradas de 15
líneas de colectivos al bajo autopista.
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