En una mesa redonda dedicada a la situación actual, el rearme y las perspectivas de la aviación militar de Rusia, el vice director del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías, Konstantín Makiyenko, informó de las proyecciones de fabricación de aviones militares y equipos de aviación para la exportación y la Fuerza Aérea nacional.
La tendencia más importante en los próximos diez años será la reorientación de la industria aeronáutica nacional hacia el mercado interno. Según Makiyenko, el cambio se debe a las estimaciones de un considerable aumento de ventas a la Fuerza Aérea de Rusia y una disminución de la demanda en los mercados extremos.
La caída en exportaciones se asocia, en primer término, con el cese de compras por parte de China y la saturación del mercado de la India, donde las ventas del Su-30MKI ya han pasado su apogeo. Fuera de la India, la demanda se localizará principalmente en el sudeste de Asia, pero los volúmenes serán mucho menores de los que se pretende vender a la Fuerza Aérea nacional o que se exportaban a China y la India, de acuerdo a los grandiosos contratos de la segunda mitad de los años noventa principios de los años dos mil.
Al mismo tiempo, si se toman las decisiones correspondientes y se logra acelerar el proyecto del Il-476, es posible un segundo advenimiento de Rusia al mercado chino. Al efecto deberíamos ofrecer a la aviación y la marina de guerra chinas aviones de asalto con importante potencial antibuque, como las versiones modernizadas del Tu-22M3 y el Su-32/34. Además, si el proyecto Il-476 acusa una buena dinámica en los próximos dos o tres años, se puede esperar la renovación del contrato de venta de treinta y ocho aviones Il-76/78 firmado en 2005, pero suspendido por razones financieras y de producción.
La caída de la demanda externa será compensada con las ventas por parte de la Fuerza Aérea y la Armada de Rusia. Tan sólo en los últimos veces se firmaron contratos de venta de noventa y dos Sujói Su-34, veinticuatro cazas navales de cubierta MiG-29K, treinta aviones multipropósito Su-30 SM. Para el año 2020 está prevista la venta de un total de seiscientos aviones tácticos.
En estas circunstancias, es vital elaborar una estrategia a largo plazo para el desarrollo de la industria aeronáutica nacional a partir del año 2020, después de la terminación del actual programa de rearme. Tal como van las cosas, Rusia solo tendría de seguro para el año 2020 dos productos competitivos con buena perspectiva de comercialización: el caza pesado T-50 y la familia de aviones ligeros de entrenamiento y de combate Yak-130. Se estima que a este nivel de planificación las perspectivas de desarrollo de la industria de aviación nacional depende de su capacidad de resolver, en los próximos años, dos tareas clave: crear un producto competitivo (para el período posterior a 2020) en el segmento de aviación comercial y desarrollar un avión de combate simple y relativamente barato, un caza ligero capaz de competir exitosamente con el F-35 (La Voz de Rusia).
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