martes, 15 de mayo de 2012

La salida de las OTAN de Afganistán es un reto logístico sin precedentes


(EL UNIVERSAL) - Aún no se ha decidido qué vehículos se dejarán a los afganos. Y tampoco estará claro hasta la cumbre de la OTAN de Chicago el 20 y 21 de mayo cómo será el compromiso internacional en Afganistán después de 2014 y qué equipamiento se necesitará para las tareas futuras. Lo que está claro es que la misión será mucho menor que la actual.

Más difícil que la retirada de los soviéticos de Afganistán, o la de los estadounidenses de Irak: la salida de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de Afganistán, prevista para 2014, presenta un desafío logístico sin parangón para la alianza, que nunca se encontró en una tarea comparable.

Además de soldados, unos 50 países que participan en la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) deben llevar a casa vehículos, armas y otro tipo de material que durante una década lograron desplazar al país asiático. La retirada será más complicada que otras operaciones similares de la historia, indicó DPA.

A finales de los años 80, el ejército soviético sólo tenía que trasladar el material utilizado en la operación armada a un país vecino, ya que directamente tras la frontera norte comenzaba la antigua Unión Soviética. En su retirada de Irak, Estados Unidos, al contrario de lo que ocurre ahora, tenía un lugar de repliegue en Kuwait, fuera de la zona de conflicto. Desde allí pudo además cargar directamente el equipamiento militar en barcos.

Y aquí es precisamente donde radica el próximo y mayor problema logístico de Afganistán: el país no tiene puerto marítimo o navegación fluvial y, a excepción de unos pocos kilómetros de vías en el norte, tampoco ferrocarril. A ello se suma que muchas carreteras están en mal estado. Los militares hablan de una infraestructura "miserable".

Además, nada parece indicar que hasta 2014 vaya a cesar la violencia. Los convoys de la OTAN podrían ser objetivo de ataques de la insurgencia radical islámica durante su retirada. Y la OTAN ya sabe que no habrá un traslado sin riesgo".

"Aquí se da un enorme reto logístico para la alianza y para sus Estados", dijo el portavoz de la ISAF, el general alemán Carsten Jacobson. "No se me ocurre una operación comparable bajo estas circunstancias". Las tropas internacionales tienen, según cálculos de la OTAN, unos 122.000 contenedores de carga y 70.000 vehículos en Afganistán.

Sólo en un campamento como el de Feisabad, hay material por valor de entre 350 y 400 millones de euros (387 y 517 millones de dólares). Un solo tanque del tipo Dingo II cuesta 900.000 euros y un arma estándar G36 2.000 euros.

Aún no se ha decidido qué vehículos se dejarán a los afganos. Y tampoco estará claro hasta la cumbre de la OTAN de Chicago el 20 y 21 de mayo cómo será el compromiso internacional en Afganistán después de 2014 y qué equipamiento se necesitará para las tareas futuras. Lo que está claro es que la misión será mucho menor que la actual.

La mayoría de material, armas y vehículos serán llevadas de vuelta a los países que pusieron las tropas para la operación. La mayor parte se cargará en camiones y se llevará por tierra a algún puerto. El más cercano sería Karachi, en el sur de Pakistán. Pero desde un accidente fronterizo, en el que tropas estadounidenses mataron a 24 soldados paquistaníes por error en un ataque el pasado noviembre, el gobierno de Islamabad ha cerrado las rutas de tránsito a la alianza y no está claro si volverá a abrirlas y en caso afirmativo, cuándo.

Y como Irán no podría ser un país de tránsito, sólo queda el camino hacia el norte a través de ex repúblicas soviéticas como Uzbekistán y Tayikistán, donde el material se cargaría y se transportaría por ferrocarril directamente hasta los países de la OTAN -como en el caso de Alemania- o se llevaría al puerto de Riga o de Vladivostok para seguir su camino en barcos. Y no hay duda de que los países de tránsito cobrarán bien por su uso.

Y pese a todo, esas rutas serán más económicas que el transporte aéreo, que aunque ya se utiliza en algunos casos, no sólo es más caro, sino que su capacidad está más limitada. Por ejemplo, en los gigantes aviones de carga Antonov sólo cabe un obús de tanque 2000, de 49 toneladas de peso. Los expertos en logística calculan que los costes de la operación serán de miles de millones.

Y mientras tanto, a los militares parecen importarles también los conceptos. Nadie quiere hablar de "retirada" de Afganistán, que suena a derrota. Por eso lo llaman "previsto regreso tras un cumplimiento exitoso del deber".

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