La presidenta Cristina Fernández de Kirchner dijo hoy que envió un proyecto de ley de reforma del funcionamiento de la autoridad monetaria que pone fin a las normas vigentes de la ley de convertibilidad.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner dijo hoy que envió un proyecto de ley para modificar la carta orgánica del Banco Central y poner fin a las normas vigentes de la ley de convertibilidad.
El proyecto, anunciado por la Presidenta en su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, elimina la relación entre reservas internacionales y Base Monetaria. La reforma propuesta elimina también la obligación que hoy tiene la entidad respecto a la comunicación de una meta de inflación y la confección de un Programa Monetario con metas de agregados monetarios
Las principales modificaciones impulsadas son:
1) Se pasa del objetivo único de preservar el valor de la moneda a un triple mandato. Se incorporan la estabilidad financiera y el desarrollo económico con equidad social
2) Propone un conjunto de modificaciones destinadas a eliminar ‘resabios de la convertibilidad‘, tanto de la Carta Orgánica del Banco Central como de la Ley N° 23.928 (Ley de Convertibilidad).
3) Procura modificar la obligación de mantener una relación entre la base monetaria y la cantidad de reservas internacionales. Para el Gobierno este concepto ‘demostró su ineficacia ante la crisis de 2001‘ y ‘dejó de utilizarse en el mundo luego del abandono hace años del patrón oro o sus sucedáneos‘.
4) Se establece en cambio que el Directorio de la institución deberá definir el nivel de reservas que garantice el normal funcionamiento del mercado cambiario tomando en consideración la evolución de las cuentas externas.
5) Se faculta a la autoridad monetaria a regular y a orientar el crédito a través de las instituciones del sistema financiero, de forma tal de ‘promover la inversión productiva de largo plazo‘. El Banco Central podrá otorgar adelantos a los bancos para que estos a su vez otorguen préstamos de largo plazo para la inversión productiva. El Banco Central también podrá regular las condiciones de crédito, en términos de plazos, tasas de interés, comisiones y cargos y orientar su destino -cuando este le parezca necesario- por medio de encajes diferenciales y otros mecanismos.
6) Se amplia el llamado ‘perímetro‘ de la regulación para incorporar en la órbita del Banco Central actividades cuyo accionar tiene directa o indirectamente efectos sobre el sistema financiero, tales como los sistemas de pagos, las cámaras compensadoras, las remesadoras de fondos y las transportadoras de caudales
7) En forma taxativa se propician cambios para prevenir el abuso en las relaciones entre el sistema financiero y sus clientes -defensa de los usuarios- apuntando a impedir abusos y, al mismo tiempo, velar por un sistema financiero con un adecuado nivel de competencia.
8) El Banco deberá informar antes del inicio de cada ejercicio sus objetivos y planes en relación a las políticas monetaria, financiera, crediticia y cambiaria, y en caso de producirse cambios significativos deberá explicar las causas y las medidas adoptadas en consecuencia. Esto reemplaza lo obligación respecto a la comunicación de una meta de inflación y la confección de un programa monetario con metas de agregados monetarios
9) Se potencia el rol de la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias integrando sus funciones más estrechamente con la política monetaria ‘en línea con lo que es la experiencia internacional reciente‘. De esta forma se concentran en el Directorio de la institución algunas decisiones referidas a la política monetaria y de estabilidad financiera, para incrementar la eficiencia de la gestión y la supervisión.
La mandataria indicó que la labor de la autoridad monetaria debe estar enfocada no sólo en preservar la estabilidad monetaria sino también en la economía real. “Ponemos en esta norma punto final a la norma de convertibilidad que fuera sancionada oportunamente”, dijo la mandataria.
La presidenta Cristina Fernández afirmó hoy la necesidad de contar con un Banco Central "que interactúe con la economía real" pero que no sea “cualquier zafarrancho”.
Durante la apertura de las sesiones ordinarias, la mandataria propuso “un Banco Central que esté preservando la estabilidad fiscal, el valor de la producción que interactúe con la economía real, no tampoco para hacer cualquier zafarrancho, por eso se mantiene la independencia‘, al tiempo que aclaró que ‘no se le resta la posibilidad de intervenir en la economía real para seguir sosteniendo el trabajo”.
La Presidenta justificó su decisión con que “la nómina de países que entre el 2008 y 2010” reformaron la función de sus bancos centrales la integran Canadá, Chile, Ecuador, Francia, Alemania, Brasil, Estados Unidos, India, Uruguay y Rusia”.
Fuente: Cronista.com
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