Por AGUSTIN BARLETTI - Cronista.com
Provienen de los Estados Unidos y tienen una edad promedio de 40 años. Causan serio perjuicio a los armadores nacionales.
Muy pronto, ingresarán a la hidrovía Paraguay-Paraná una suerte de "Ofnis" (Objetos Flotadores No Identificados). Se trata de un embarque proveniente de los Estados Unidos con remolcadores y barcazas tanque usadas, para ser utilizadas en este tráfico fluvial por empresas navieras paraguayas.
"Estas chatarras flotantes tienen entre 30 y 43 años de antigüedad, algunas de ellas, inclusive, con arreglos de cemento en sus tanques laterales. Esto es posible debido a la legislación paraguaya que permite este tipo de importaciones, y porque en el Mercosur no hay un límite para este tipo de excepciones al arancel externo común", dijo a Transport & Cargo Miguel Ángel Álvarez, secretario de la Cámara Santafecina de la Industria Naval (Casin).
En la actualidad, existe una ordenanza de la Prefectura Naval Argentina que impide la navegación a las barcazas tanques mayores a 2.500 TM que no cumplen con la exigencia de altura de doble fondo de 71 centímetros. "Lamentablemente las barcazas de 1.500 TM tipo Mississippi usadas provenientes de Estados Unidos, que tienen una menor altura de doble fondo, están exceptuadas del cumplimento de esta norma y se siguen importando para su navegación fluvial en la hidrovía Paraná Paraguay", agregó Álvarez.
Esta situación, dada la obsolescencia de las unidades a incorporar, trae aparejado un serio riesgo ambiental y de la seguridad para el movimiento comercial que a diario se desarrolla en la vía troncal del Paraná. Asimismo, se generan serios perjuicios a los armadores localizados en la Argentina y países limítrofes, que poseen unidades aptas para el transporte de cargas líquidas y también a los astilleros nacionales y regionales que construyen embarcaciones que cumplen con todas las especificaciones técnicas necesarias para navegar en la hidrovía.
Cámaras empresarias de la industria naval y entidades sindicales han solicitado a autoridades nacionales, entre ellas a la ministra de Industria, Débora Giorgi, la modificación de dicha norma, a fin de impedir la navegación de las barcazas que quieran incorporarse a partir de ahora, sin cumplir con la altura de doble fondo de 71 centímetros.
"También solicitamos la urgente intervención del Ministerio de Relaciones Exteriores, Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, Secretaría de Comercio Exterior, Secretaría de Transporte y Prefectura Naval Argentina, para impedir este tipo de importaciones en el Mercosur, que no solamente comprometen el desarrollo de la industria naval nacional, sino que configuran un peligro para la seguridad de la navegación y la preservación del medio ambiente en la hidrovía Paraná Paraguay", reiteró Álvarez.
Desde la Casin, y como miembros asociados de la Federación de la Industria Naval Argentina (FINA), siguen muy de cerca las negociaciones que se vienen desarrollando con Brasil para impulsar el desarrollo del sector. "Ponemos a disposición la capacidad y tecnología del astillero Punta Alvear, asociado a la Cámara. El mismo sigue con un ritmo de producción de dos barcazas por semana, ya exportó 63 unidades por un valor de u$s 130 millones, y acaba de cerrar un contrato por 19 más con destino a Colombia", recalcó Álvarez.
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