Por Jorge Rueda - Infobae.com
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) nacerá en una cumbre que este viernes empieza en Caracas. Los EEUU y Canadá no participarán del grupo. Aún hay diferencias sobre el alcance y la matriz política
Crédito foto: Reuters
Las diferencias e intereses de las naciones latinoamericanas y caribeñas a lo largo de los años pusieron freno a la necesidad de crear una nueva entidad que proyecte e incorpore a todos los países del hemisferio, salvo los Estados Unidos y Canadá. "Necesitamos algo nuevo, algo nuestro, y tenemos mucha esperanza en que este nuevo foro probablemente pueda reemplazar incluso a la OEA", sostuvo recientemente el presidente ecuatoriano Rafael Correa.
El mandatario es un estrecho aliado de su par venezolano, Hugo Chávez, el más crítico de la política exterior estadounidense, quien ha acusado repetidamente a la OEA de inmiscuirse en asuntos internos de su país y de ser un instrumento al servicio de Washington.
Desde la presidente brasileña Dilma Rousseff hasta el mandatario mexicano Felipe Calderón, son muchas las voces que han defendido la creación del grupo como un foro para resolver conflictos, que hable sobre los intereses de la región y ayude a promover el desarrollo económico. "No queremos que (la CELAC) sea una alternativa a la OEA ni que la reemplace. No queremos que sea una 'organización' sino un mecanismo de concertación y diálogo", explicó el canciller costarricense Enrique Castillo, quien aclaró que buscan que el bloque substituya al Grupo de Rio creado en 1986.
Sin embargo, se espera que sea más que un diálogo y que sea capaz de promover proyectos de interés compartido regionalmente. "Esto (la CELAC ) no pretende ser un nuevo bloque de integración económica" como el de Europa, "ni suplantar a la OEA; pero los del ALBA, fundamentalmente el presidente Chávez, y el presidente Correa de Ecuador, eso es lo que pretenden", observó María Teresa Romero, profesora de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela. "Es una posición más propagandista que real. Creo que ellos mismos saben que no va a ser posible suplantar a la OEA", acotó.
"En la practica va a ser un paso importante, pero no fundamental, en el proceso de integración latinoamericana, que es un proceso difícil", completó Romero, quien subrayó la dificultad de abordar las diferencias económicas y políticas entre los países miembro.
Algunos analistas sostienen que la CELAC tendrá sus tropiezos y no pocas limitaciones que le impedirán alcanzar una gran influencia. Eduardo Gamarra, profesor de estudios latinoamericanos de la Universidad Internacional de la Florida, expresó: "Hay prioridades tan diferentes allí que obstaculizan realmente el desarrollo de una organización coherente. A continuación, también tiene el problema del financiamiento...
¿Cómo se va a financiar? ¿Quién va a estar a cargo?".
"No va a tener mecanismos de aplicación, por lo menos esa ha sido la historia de lo que hemos hecho (en la región) con estos organismos multilaterales", acotó, citando como ejemplo Unasur, que desde su fundación como un bloque sudamericano en el 2008 ha tenido muy poca influencia.
El gobierno brasileño esta particularmente interesado en diseñar una estrategia común para enfrentar y en la medida de lo posible protegerse en conjunto de los embates de la crisis financiera global. Se espera que el gigante sudamericano asuma un papel relevante en el bloque.
América Latina y el Caribe como región experimentó un crecimiento económico de más de 5% el año pasado, y sus líderes están buscando formas de fortalecer aún más sus economías al fomentar las industrias locales y reducir las importaciones de fuera de la región.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, elogió la creación del nuevo grupo y expresó en un comunicado fechado en Washington que la CELAC "seguramente se constituirá en un eficiente mecanismo de coordinación y concertación política regional". El diplomático agregó que tomará contacto con su Secretaría Pro-Témpore para analizar las amplias posibilidades de cooperación entre ambas instancias.
Una vocera del Departamento de Estado en Washington, Neda Brown, comentó que hay otros grupos en la región que no incluyen los Estados Unidos y "pueden ser socios útiles". Y añadió que su país interactúa con estos bloques "como una parte importante de ayudar a resolver constructivamente los problemas y comprometerse con los actores claves en la región".
El subsecretario para América Latina de la cancillería mexicana, Rubén Beltrán Guerrero, dijo que su país ve a la CELAC como un foro focalizado en la cooperación y la resolución de conflictos. "Resulta fundamental que CELAC tenga una cláusula democrática que nos permita de manera muy clara dar una señal a los países de la región de que un rompimiento del orden constitucional tiene consecuencias", destacó.
Chile, el primero de los países miembros en asumir la presidencia rotativa del grupo, considera "especialmente importante avanzar en áreas concretas como la integración física y de transportes, la integración energética, confrontar el gran desafío del narcotráfico y el crimen transnacional organizado", dijo el canciller chileno Afredo Moreno.
Para Chávez, la cumbre parece ser el escenario perfecto para demostrar a propios y extraños que esta completamente recuperado de un cáncer que lo afectó a mediados de año. "Casi nadie sabe lo que ha costado", expresó el gobernante al recordar que la cita regional fue pospuesta desde junio por sus problemas de salud.
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