Por Silvia Gómez - Diario Clarín
Ayer fue el turno de las primeras 11. Las llevan a vivir al complejo que estuvo tomado tres meses y fue arreglado. Es dentro del plan de saneamiento del río contaminado, que ordenó la Corte Suprema. 110 familias son trasladadas al Bajo Flores.
Con la mudanza de ayer comenzó a cerrarse una etapa para los vecinos de “El Pueblito”, el asentamiento unicado sobre el Riachuelo, en Pompeya. Bien temprano vieron llegar los camiones con los que trasladarían sus pertenencias hasta el Bajo Flores. Ayer fue el turno de las primeras once familias , de un total de 110. Hoy continuarán los traslados y para los primeros días de diciembre todas deberían estar mudados al complejo de viviendas de Castañares y Lafuente, el mismo que estuvo usurpado durante tres meses y que puso en vilo la esperanza de estas familias.
La mudanza de este precario asentamiento se enmarca dentro del plan de saneamiento de la Cuenca Matanza-Riachuelo, ordenada por la Corte Suprema de Justicia tres años atrás. Una vez que el terreno quede liberado –se trata de dos manzanas–, se avanzará con la construcción de un camino ribereño , la continuación de lo que hoy es la avenida 27 de Febrero.
“Esta semana firmamos los documentos para que nos entreguen los departamentos. Así es que al menos tuvimos más seguridad de que la mudanza se iba a hacer”, le dijo a Clarín, Ramona. Es una de las vecinas históricas del asentamiento, su familia llegó hace tres décadas . Y después de tantos años de vivir junto a las aguas podridas del Riachuelo dos de los chicos de la familia tienen graves afecciones pulmonares .
Las familias de “El Pueblito” se enteraron de que iban a ser relocalizados en marzo, cuando sus futuras viviendas, en el Bajo Flores, fueron usurpadas. La toma duró tres meses y los departamentos –construidos por el Instituto de Viviendas de la Ciudad (IVC)– quedaron destruidos. Según informaron desde el Gobierno porteño, la reconstrucción demandó $ 8 millones.
Los vecinos ayer cargaron los camiones hasta el límite posible. “Parecen muchas cosas, pero no son tantas. Pensá que cada familia puede tener hasta diez integrantes, con muchos chicos. Al contrario, tenemos poquitas cosas y no tiramos nada, al revés de lo que ocurre en las mudanzas”, contó otra de las vecinas.
Aún ayer, en plena mudanza, algunos se preguntaban si los departamentos tendrían gas y luz . Desde el IVC explicaron que “no hay ninguna posibilidad de que se entreguen sin los servicios básicos. Si no tuvieran gas y luz, simplemente no podrían entregarse”. Desde el organismo no pudieron precisar aún cuánto pagaran los vecinos por los departamentos, un tema que también los preocupa. Casi tanto como el recibimiento que tendrán por parte de los vecinos de la villa 1-11-14 y otros asentamientos más pequeños.
En rigor, la mudanza de “El Pueblito” es una intervención pequeña, si se tiene en cuenta que en el futuro el Gobierno porteño tendrá que avanzar con la relocalización de cientos de familias de la villa 21-24 de Barracas, que ya llega hasta Parque Patricios. Durante los últimos años este asentamiento creció con viviendas muy precarias sobre la vera del Riachuelo. Y si bien la Ciudad ya puso un pie en el lugar –con comedores, talleres culturales, escuelas y “punteros” políticos–, se trata de una intervención más compleja. La 21-24 está considerada como una de las villas más peligrosas de Capital.
La mudanza sigue hoy, con el traslado de 8 familias, el lunes y el martes, con otras 14. Durante noviembre se hará la mayor mudanza y esperan llegar a los primeros días de diciembre con todos los vecinos ya viviendo en los departamentos del Bajo Flores, lejos al menos del Riachuelo.
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