Por Alberto Armendariz - LA NACION
Rousseff promueve un megaplan para modernizar el país
Foto: Las obras en la hidroeléctrica de Jirau.
El gigante sudamericano ha despertado. Gracias al fuerte y sostenido crecimiento económico de la última década, Brasil viene dando grandes pasos en la reducción de la desigualdad social y ahora, de cara a celebrar el Mundial de fútbol en 2014, aprovechará este megaevento deportivo para mejorar toda su infraestructura con el objetivo de volverse un país desarrollado.
"El Mundial es una prioridad nacional. Mucho más que 64 partidos para 32 equipos está en juego; para nosotros, el Mundial significa una oportunidad de inversión. Nos permitirá avanzar en la inversión para mejorar la infraestructura de Brasil", afirmó a La Nacion el ministro de Deportes, Orlando Silva.
Según el funcionario, el monto de la inversión total en los estadios que están siendo construidos o reformados, además de los aeropuertos y líneas de transporte de las 12 ciudades-sede es de 14.000 millones de dólares.
Se estima que el impacto directo en la economía brasileña será de 30.000 millones de dólares, mientras que indirectamente se sumarán otros 80.000 millones de dólares, y se generarán 700.000 nuevos puestos de trabajo.
El esfuerzo para el Mundial es, sin embargo, la punta del iceberg de un plan mucho mayor de inversiones en infraestructura que tuvo su origen durante el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva y continúa hoy bajo la presidencia de Dilma Rousseff. Se trata del Programa de Aceleración del Crecimiento (familiarmente conocido como PAC), que apunta a que Brasil tenga una media de crecimiento anual del 4%.
En su primera etapa, el PAC1, desde 2007 hasta 2010, supuso inversiones por 400.000 millones de dólares en las áreas de transporte, energía, saneamiento y viviendas.
Gracias a la solidez fiscal que tiene el país, la reducción de la deuda pública y la inflación controlada, ahora, con el PAC2, que va desde 2011 hasta 2014, las autoridades redoblan la apuesta con inversiones por 580.000 millones de dólares divididas en tres ejes operativos: logística y transportes; energía, petróleo y gas; y estructura urbana.
"Para crear esas condiciones de crecimiento que queremos es fundamental primero poder distribuir toda la producción de Brasil, sea para el mercado interno o para el externo, a costos competitivos, para lo cual es necesario tener una red eficiente de rutas, ferrocarriles, puertos, aeropuertos e hidrovías", explicó a La Nacion Mauricio Muñiz, secretario ejecutivo del PAC.
"Luego, para lograr ese crecimiento, es necesario tener energía, sea eléctrica, petróleo y gas. Finalmente, es importante que ese crecimiento alcance a todo el país, que tenga inclusión social y desarrollo regional", agregó Muñiz.
En el área de logística y transportes ya están en marcha obras como la ampliación y duplicación de la ruta BR-101, que recorre todo el litoral del país; las líneas de ferrocarriles Norte-Sur, Centro-Oeste y la Transnordestina; las esclusas de Tucuruí; la remodelación y ampliación de varios aeropuertos; la construcción y modernización de 20 puertos; y el tren de alta velocidad entre San Pablo y Río de Janeiro.
En el sector energético sobresalen la gigantesca usina de Belo Monte y las hidroeléctricas de Santo Antonio y Jirau; el Complejo Petroquímico de Río de Janeiro; nuevos navíos y plataformas petrolíferas para la explotación de los yacimientos recientemente descubiertos en las costas; y la terminación del reactor nuclear Angra 3.
En materia de infraestructura urbana ya se construyeron un millón de nuevas viviendas sociales y se está trabajando en dos millones más; además de proyectos de saneamiento y urbanización de asentamientos precarios y en zonas de riesgo.
Además, se le está dando un gran impulso al sector de las telecomunicaciones, con el tendido de 40.000 kilómetros de fibra óptica; nuevos cables submarinos internacionales; el lanzamiento de cinco satélites en cooperación con China; un programa nacional de banda ancha para que el 70% de la población tenga acceso a Internet y una red de telefonía e Internet rural.
"Brasil está desfasado en términos de telecomunicaciones si lo comparamos con los países de punta, Estados Unidos, la Unión Europea y países de Asia como Japón, China y Corea. Estamos relativamente atrasados y no podemos permitirnos, eso si queremos ser un país desarrollado", apuntó a La Nacion Paulo Bernardo, ministro de Comunicaciones, que señaló que la inversión total en su área es de 6000 millones de dólares en los próximos tres años..
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