Por THE WASHINGTON POST
Mientras Estados Unidos y Europa luchan por reactivar sus economías a través de la implantación de medidas de austeridad, los líderes sudamericanos han hecho lo contrario en líneas generales.
Pero son pocos los que se alejaron tanto de las doctrinas económicas de Washington y Bruselas como la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, quien dice con orgullo que su gobierno está haciendo más que cualquier otro en Latinoamérica para mejorar el poder adquisitivo de sus ciudadanos.
Aumentó un 25 por ciento este mes lo que ya era el salario mínimo más alto al sur de la frontera con EE.UU. Aumentó luego los pagos del área social un 23 por ciento. Elevó también las jubilaciones y pensiones, gestionó fuertes aumentos para los trabajadores de sindicatos e inyectó enormes subsidios al área de la energía y el trasporte. Todos estos estímulos se suman a una economía que ya se veía beneficiada por los precios altos de las commodities. De todos modos, su generosidad alimenta una inflación que está devorando el valor del peso no bien llega a los bolsillos de los argentinos.
Oficialmente, el porcentaje de inflación anual de Argentina fue del 9,8 el mes pasado pero hasta los aliados del gobierno ya no confían en estas cifras. El FMI reprendió a Argentina en su panorama económico global esta semana. Le dijo que hasta que la calidad de estas cifras no mejore, recurrirá a cifras de consultoras privadas y de gobiernos provinciales de Argentina. La provincia de San Luis ubica a la inflación en un 26 por ciento, igual a la de Venezuela.
Fuente: Diario Clarín
Es lamentable, pero creo que tienen razón
ResponderEliminarHay austeridad cuando debe haber austeridad.
ResponderEliminarLamentablemente en la historia Argentina, la austeridad misma fue la causa para mas austeridad.
El FMI es el causante del desorden mundial,que se pretende con este tipo de nota?.......dc --
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