Por Luis Ceriotto - Diario Clarín (lceriotto@clarin.com)
Mercedes anunció que comenzará a producir un motor diésel bajo la norma Euro 5 (con el críptico nombre OM651), que la habilita para seguir exportando una variante de la Sprinter a Alemania.
Como a todas las automotrices que tienen su fábrica en el país, Mercedes Benz de Argentina es beneficiaria de la buena racha que atraviesa al sector desde 2004 (con un breve paréntesis de nueve meses a fines de 2008 y principios de 2009) . A las inversiones por 100 millones de dólares que fue anunciando a lo largo del año, entre nuevos modelos de buses, camiones y la “van” Sprinter, ayer Mercedes anunció que comenzará a producir un motor diésel bajo la norma Euro 5 (con el críptico nombre OM651), que la habilita para seguir exportando una variante de la Sprinter a Alemania.
Tanto el motor como los nuevos modelos Sprinter entrarán en producción a fin de año. La planta ubicada sobre la Ruta 3, casi donde termina La Matanza y comienza Cañuelas, ya había retomado tras casi dos décadas la producción de camiones (el semipesado 1720) y también fabrica tres modelos de chasis para colectivos.
Con la celebración del aniversario de número redondo, sus ejecutivos recordaron un dato no menor: la planta de Argentina, que comenzó como una ensambladora SKD (sin piezas locales) fue la primera de Mercedes fuera de Alemania. Cosa que mencionó más tarde la Presidenta. Perón finalizaba su primer mandato.
Pero como ocurre hoy con todas las terminales locales, el negocio de Mercedes Benz se basa en una pata productiva y otra pata importadora. Desde hace 20 años, Mercedes utiliza esa parte de negocio para abastecer a las concesionarias con sus vehículos más lujosos, autos y camionetas 4x4. Esa parte del negocio fue la que resultó afectada , cuando en febrero el Gobierno prohibió de hecho (sin papeles de por medio) el ingreso de 3.000 vehículos de lujo. Varios cientos de ese lote de 3.000 unidades eran con la marca de la estrella.
Durante el segundo trimestre la filial que dirige el alemán Roland Zey llegó a un acuerdo con el Gobierno, que con las restricciones buscó forzar un mayor grado de integración local en los vehículos. Parte de los US$ 100 millones en inversiones fueron producto de ese acuerdo. Pero en lo comercial, el daño ya fue hecho.
“Este año vamos a vender menos autos que en 2010”, dijo ayer Zey, durante una conferencia de prensa en la sede de Virrey del Pino. Durante 2010, Mercedes Benz vendió 3.800 autos, récord para la marca, en sintonía con el resto del sector. Para este año, la industria local se prepara para una nueva marca histórica, tanto en producción (al menos 850.000 vehículos) como en ventas, con un incremento del 30%. En ese contexto, las concesionarias Mercedes no van a vender más. Van a vender menos.
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