domingo, 25 de septiembre de 2011

El tren binacional llegó a destino, pero sin pasajeros

Por Fernando Massa - LA NACION
La bronca ya se le pasó, pero todavía no entiende por qué no lo dejaron continuar hasta la ciudad uruguaya de Paso de los Toros, la última estación del recorrido. Tampoco le dieron explicaciones. Simplemente le dijeron que los obstáculos burocráticos, que durante la tarde decían que se habían solucionado, en realidad, no habían sido resueltos.

El chileno Julio Opazo fue uno de los cinco pasajeros en el debut del Tren de los Pueblos Libres , un servicio binacional que une la Argentina con Uruguay, reinaugurado después de 30 años por los presidentes Cristina Kirchner y José Mujica. Y uno de los tres que cruzaron a Uruguay para llegar a Salto, donde se enteraría que hasta ahí llegaba su viaje y el del colombiano Fabián Vergara: a partir de allí, sólo podía continuar el personal ferroviario y algunas excepciones.

La novedad les llegó cerca de las 21, de la mano del vocero de Trenes de Buenos Aires (TBA) -empresa que asumió la prestación del servicio-, unos veinte minutos después de que LA NACION había desembarcado del convoy. Curiosamente, el único pasajero particular que pudo seguir fue el entrerriano Luis Cámera, quien no tenía pasaje encima, ya que había decidido esa misma mañana sumarse al viaje inaugural.

"Gago [Gustavo, vocero de TBA] se acercó y nos dijo personalmente que no podíamos seguir por cuestiones de papeles de las autoridades uruguayas. Nos ofreció un remise para llevarnos a Paso de los Toros. Vergara lo aceptó, pero yo no quise ser parte de eso: no me subí al remise. Después, me ofrecieron la devolución del pasaje. Me busqué un hotel, y listo", contó a LA NACION Opazo, de 54 años, mientras desayunaba en un bar céntrico de Salto.

Sin ellos dos, el tren siguió su camino sólo con personal ferroviario y conducido por un maquinista uruguayo, rumbo a Paso de los Toros, donde arribó a las 6.15 de ayer, tres horas después de lo previsto, según confió a LA NACION una persona que pudo completar el trayecto y que pidió reserva de su identidad. Este medio quiso comunicarse ayer con el vocero de TBA para ratificar oficialmente lo informado, pero no tuvo respuesta.

El Tren de los Pueblos Libres había partido anteayer a las 8.20 rumbo a Uruguay, en un recorrido que atraviesa la provincia de Entre Ríos para luego cruzar la frontera con destino final en Paso de los Toros.
Horas después de la salida, TBA había informado que los 813 kilómetros del total del recorrido no iban a ser completados y que sólo harían unos 500, hasta Salto, por problemas de índole administrativo en Uruguay. Más precisamente, la falta de la firma de un decreto por parte del presidente uruguayo que habilitara, en consecuencia, al Ministerio de Transporte de ese país a prestar el servicio internacional de pasajeros. Sin embargo, alrededor de las 19, el vocero de TBA afirmó a este enviado especial que esa traba burocrática había sido solucionada.

El pasaje de punta a punta cuesta 140 pesos, pero se trata de una tarifa promocional que en noviembre, cuando se prometió que se incorporarían los servicios de aire acondicionado, asientos reclinables, televisión digital y bar, aumentará a no más de 200 pesos.

Días atrás, TBA informó que el tren, integrado por dos duplas diésel con capacidad para 140 pasajeros cada una, es de fabricación alemana, pero fue comprado en Holanda con una inversión de 4 millones de dólares. Según detalló Gago a LA NACION anteayer, la iniciativa surgió luego de que la empresa Cometrans adquiriera 13 de estas duplas con la idea de retrocharlas para que se sumaran a los servicios de los ferrocarriles de las líneas Mitre y Sarmiento, que también presta TBA.

Como las duplas adquiridas son de trocha media, se preguntaron por qué no aprovechar algunas para el corredor de la Mesopotamia, que cuenta con esa trocha, y así reactivar ese servicio. De ahí, la idea del resurgimiento del tren binacional, según el vocero.
Opazo, que actualmente reside en Buenos Aires, terminaba el desayuno y contaba que la bronca ya se le había pasado, que su fanatismo con los trenes, el que lo llevó a sumarse al viaje inaugural, le impedía enojarse con este servicio binacional restablecido. De todas maneras, insistió: "Encontré raro que dos extranjeros, ni argentinos ni uruguayos, fueran los únicos que no pudieran seguir. Con lo que me gustan los trenes y con lo que he viajado, nunca me había pasado algo así. Con esto se le hace daño a la confiabilidad en el turismo"...

1 comentario:

  1. Así anda el país. Todo es improvisación. Lamentable falta de gestión.
    Neurus

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