Por Silvia Stang - LA NACION (Modificado)
La administración pública generó casi un cuarto de los puestos de trabajo en los últimos cinco años
Uno de cada cuatro empleos en blanco creados en los últimos cinco años corresponde a la administración pública. Así, el ámbito estatal ganó participación en el universo de las ocupaciones asalariadas en blanco; en contrapartida, se achicó la porción representativa de los puestos laborales de la industria. Mientras que en 2006 el empleo estatal representaba el 17,3% del total, este año el índice se ubica en el 18,6 por ciento. En la industria, la participación se redujo en el período del 17,5 al 15,8 por ciento.
La gestión pública fue el sector más dinámico a la hora de generar puestos de trabajo no sólo si la medición se hace según la contribución sobre el total de empleos creados, sino también si se observa la tasa de variación anual promedio de las dotaciones. Un informe del instituto Ieral, de Fundación Mediterránea, muestra que el empleo estatal avanzó a un ritmo del 6,2% como promedio anual entre el primer trimestre de 2006 e igual período de este año, y compartió así el primer lugar del ranking con los hoteles y restaurantes.
El índice más reducido se dio en las actividades primarias (agricultura, ganadería y pesca), en las que cada año se generaron, en promedio, 2,4 empleos por cada 100 que ya existían. No se ubicó muy lejos la industria, donde se contrató nuevos empleados a un ritmo del 2,7% anual, según consigna el informe del Ieral, basado en datos del Ministerio de Economía, que, a su vez, los toma de las declaraciones que hacen los empleadores para pagar los aportes al sistema jubilatorio.
Según el análisis de los economistas del Ieral, el hecho de que los sectores transables como el agro y la industria hayan quedado en los lugares más bajos del ranking de la dinámica de creación de puestos tiene que ver con "la evolución que tuvieron los niveles de competitividad local en el mismo período". Es decir, se vincula con una caída de esa variable durante los últimos años, un tema sobre el que advierten desde hace un tiempo varios economistas, cuando ponen la mira en la baja tasa de inversión.
En cuanto a la contribución de cada actividad a la generación de puestos, los datos indican que el sector público concentró el 23,6% de los nuevos puestos, mientras que le siguieron el comercio (18,5%), las empresas de servicios a empresas e inmobiliarios (14,3%) y los servicios privados en general (12,3%). La industria, uno de los grandes sectores empleadores, aportó 9,6 puestos nuevos de cada 100 creados. Así, su dinámica resultó apenas algo mayor a un tercio de la que mostró el Estado.
Como los datos están tomados de las declaraciones juradas al sistema nacional de jubilaciones, el empleo público incluye la administración central y las jurisdicciones que tienen sus cajas previsionales transferidas a la Anses, como la ciudad de Buenos Aires, Mendoza y La Rioja, por citar algunos casos. Provincias grandes como Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, en cambio, mantienen sus regímenes propios.
El trabajo del Ieral muestra, en rigor, que el comportamiento del empleo en los diferentes sectores no se dio de igual manera a lo largo de todo el período analizado. Por el contrario, el análisis indica que desde el primer trimestre de 2004 hasta los primeros meses de 2008, la industria, el comercio y el sector público (que en conjunto concentran a aproximadamente la mitad de los asalariados registrados) veían crecer el tamaño de sus dotaciones a un ritmo bastante parejo.
Pero a partir del período siguiente, las repercusiones de la crisis internacional impidieron la continuidad del crecimiento del empleo en las fábricas y en los comercios (la actividad privada tuvo, de hecho, una caída en los niveles de ocupación). Fue entonces cuando las trayectorias se separaron, porque en el Estado la curva del empleo siguió su camino ascendente. "Si bien se asemeja a una política anticíclica [el comportamiento estatal], si ese fue el objetivo parece problemático, dado que no se trata de un gasto público que pudiera luego amortiguarse en períodos de expansión", advierte el informe.
De todas formas, las empresas privadas retomaron luego las contrataciones de empleados (tendencia que volvió a revertirse a fines de 2009), pero en la industria esto ocurrió a un ritmo menor que el mostrado en los años previos.
En total, entre 2006 y este año se declararon 1,54 millones más de personas asalariadas, número que representa una variación positiva del 25,8% de punta a punta, con un crecimiento anual promedio del 4,7 por ciento (por debajo de la tasa del empleo público). La actividad económica, en ese período, se expandió un 39 por ciento...
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