Foto: ALBERTO ADES, Bank of America-Merril Lynch.
(Diario La Nación)
El Banco Mundial manifestó su intención de seguir apoyando a las empresas privadas en la Argentina, pero sugirió que el Gobierno solucione sus deudas con el Club de París y con las empresas que le ganaron juicios en el exterior para atraer grandes inversiones de mediano plazo y no sufrir trabas como la que recientemente colocó EE.UU. a créditos para el país, a las que podrían sumarse otros miembros del G-20.
Así lo expresó en una entrevista con La Nacion el director para América latina de la Corporación Financiera Internacional (CFI), Paolo Martelli. La CFI es el brazo del Banco Mundial para otorgar préstamos al sector privado y ya tiene inversiones por US$ 1000 millones en el país, en compañías de energía, agro y finanzas. En particular, colaboró para fomentar créditos a las pymes, el comercio exterior y la agroindustria, a través del sector financiero (US$ 190 millones), el sector energético (US$ 490 millones), alimentos y bebidas (US$ 159,9 millones), transporte (US$ 77 millones) y otros rubros.
En su oficina, ubicada a dos cuadras del edificio del FMI, en una zona que en estos días se convirtió en un caos de tránsito por la asamblea anual de ambos organismos multilaterales, Martelli destacó la recuperación de las empresas privadas argentinas después del derrumbe de 2001. "La crisis argentina fue un test muy duro para el sector privado, del que salieron una serie de actores que demostraron gran determinación para adaptarse, junto con otros nuevos."
Por ahora, aclaró, es un interrogante el efecto que generará en la CFI la decisión del gobierno de EE.UU. de votar en contra de nuevos créditos a la Argentina en el Banco Mundial y en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), hasta tanto el Gobierno no cumpla con el pago a empresas norteamericanas en juicios que perdió en el Ciadi. "Nos estamos haciendo la misma pregunta; puede ser que algunos proyectos sean más aceptados que otros, pero no creo que afecte nuestra estrategia respecto del país."
De todos modos, aclaró: "Lo más importante son las conversaciones del Gobierno con la comunidad internacional para solucionar estos problemas rápidamente", como intentó anteayer, sin demasiado éxito, el ministro Amado Boudou, con la vicepresidenta del BM, Pamela Cox, y el presidente del BID, Luis Alberto Moreno. Boudou regresó anoche a Buenos Aires con el resto de la delegación argentina; al igual que en el caso del viceministro de Economía, Roberto Feletti, no se difundieron detalles de su actividad en esta ciudad.
Más allá de estas conversaciones, Martelli subrayó que "existe la cuestión de la confianza", que el país debe lograr con sus acreedores en default. En ese sentido, sin perder la calma, advirtió: "Hay un aspecto delicado de esta situación sobre el que no tenemos claridad, que es que la Argentina es parte del G-20, por lo que no me queda claro si esta decisión de Estados Unidos sólo será de uno o de varios gobiernos".
Con más contundencia, otros analistas como Riordan Roett de la Universidad Johns Hopkins afirmaron que el gobierno de Barack Obama trata de mantener un equilibrio entre "ignorar" a la Argentina mientras no cumpla con sus pagos y la incomodidad que produce la decisión del gobierno de Cristina Kirchner de ser el único país miembro del Grupo de los 20 (G-20) que hace cuatro años que no abre sus cuentas para la revisión anual que realiza el FMI. En ese sentido, Martelli dijo: "Es importante para la Argentina entender su rol como miembro del G-20", en términos similares a los que el auditor regional del FMI, Nicolás Eyzaguirre, calificó anteayer de injusticia frente a otros países de la región que sí cumplen con el intercambio de datos.
El directivo italiano de la CFI sostuvo que, en ese sentido, "es muy positiva la decisión de negociar con el Club de París, porque en un cuadro complicado [como el que generó recientemente EE.UU.], esa negociación ayudaría mucho. [Si lograra superar estas asignaturas pendientes, los inversores de otros países de la región] podrían observar a la Argentina como un país más apto para la inversión". "Cualquier medida que tome para reforzar su credibilidad seguramente va a tener un impacto positivo para el país", indicó.
El contexto para lograr más inversiones, según afirmó, es bueno aun con la volatilidad que supone el actual recrudecimiento de la crisis global. "El elemento clave para continuar creciendo es fortalecer el sector financiero y profundizar el mercado de capitales para aumentar la capacidad de ahorro institucional del país y cubrir las necesidades de infraestructura", concluyó.
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