viernes, 19 de agosto de 2011

Una nafta cara y escasa empuja las conversiones a GNC


Por Oliver Galak - LA NACION
Se coloca un 20% más de equipos que en 2010; aún no se llegó a los niveles de los años poscrisis
Luego de algunos años de declinación, el mercado del gas natural comprimido (GNC) parecería haber recuperado el incentivo para la expansión. Los problemas de abastecimiento de los combustibles líquidos y el aumento de sus precios -a un ritmo de hasta el 30 por ciento anual- volvieron a hacer atractiva esta opción para los automovilistas.

En lo que va del año, la cantidad de conversiones se está incrementando a un ritmo del 20% respecto de 2010, según datos de la Cámara Argentina del GNC (Cagnc). En abril y mayo, por ejemplo, se superaron las 11.000 conversiones mensuales, algo que no ocurría desde 2006.

El pico del furor por esta tecnología se vivió en 2003, cuando 285.252 vehículos pasaron a operar con el fluido. Desde entonces, la cantidad de conversiones fue disminuyendo hasta las 65.000 de 2008, piso que se mantuvo relativamente estable en 2009. El primer salto se produjo en 2009, en paralelo con los primeros reacomodamientos del precio de la nafta: hubo 106.406 conversiones, más de un 50 por ciento de crecimiento. Y todo indica que este año se superarán las 120.000 conversiones, cifra que no se alcanzaba desde 2005.

Según las estadísticas del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), 2005 fue justamente el del mayor parque automotor con GNC (1.473.000 vehículos). Los datos oficiales actualizados al 31 de julio último mostraban que ya se está por encima de las 1.461.000 unidades, la cifra más alta después de aquel récord.

Si bien esa cifra remite a la cantidad de vehículos con las obleas al día, en el mercado se estima que hay más de 1,6 millones de autos funcionando con GNC. El 95 por ciento son autos particulares; el 3 por ciento son pick-ups, y el 2 por ciento, taxis. Si bien el ritmo de crecimiento actual es levemente inferior al de los patentamientos en general (30 por ciento interanual), lo cierto es que el GNC parecería volver a ser una opción atractiva para los automovilistas por diversas causas.

Según Fausto Maranca, presidente de la Cagnc, uno de los factores pasa por la innovación tecnológica: "Hoy día, hay sistemas de quinta generación en los que se inyecta secuencialmente el gas en cada cilindro, a semejanza de la inyección de nafta. Estos equipos dan una prestación del vehículo prácticamente igual a la prestación de nafta". Pero también reconoció que hay razones vinculadas al mercado de combustibles líquidos.

"En las estaciones de GNC hay suficiente oferta; por lo tanto, no hay colas y se carga rápido. El combustible llega siempre por gasoducto; no hay desabastecimiento porque no llegó el camión. Especialmente en el interior, hay veces que es el único combustible que se consigue", dijo.

Por último, están los factores vinculados a la conveniencia económica. Maranca estima que, durante 2010, los vehículos con GNC lograron en conjunto un ahorro de 8000 millones de pesos, a razón de un promedio de 5000 pesos por unidad. Llenar un tanque medio de GNC cuesta unos 20 pesos; el equivalente energético en nafta ronda los 80 pesos. Según Maranca, un automovilista puede recuperar en menos de un año la inversión efectuada en la conversión. Los equipos tradicionales parten de los 3500 pesos, y los que son de inyección cuestan 6000 pesos.

En el país hay hoy 1890 estaciones de carga de GNC, distribuidas en 19 provincias y en la ciudad de Buenos Aires. En promedio, se destinan al GNC unos 220 millones de metros cúbicos de gas por mes, aproximadamente el 6% de todo el gas que se inyecta en el sistema nacional.

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