En 5 meses de 2011 atacaron más que en todo el año pasado. Entre enero y mayo la Ciudad gastó $ 4 millones para reponer 2.598 recipientes. A la mayoría le sacaron las tapas. Otros directamente sufren roturas o pintadas. Cada contenedor cuesta $ 1.600.
El Gobierno porteño lleva gastados cuatro millones de pesos durante los primeros cinco meses del año para reponer casi 2.600 contenedores de basura rotos . No fueron contenedores que se estropearon como consecuencia de uso normal o del clima: los daños fueron intencionales. Estos números del ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño, revelan la persistencia del vandalismo, que se ensaña también con los bancos de las plazas, los cestos de basura, las columnas de iluminación y el resto del llamado mobiliario urbano de la Ciudad, pero también con monumentos y esculturas o incluso contra los medios de transporte público. Los barrios donde los contenedores más sufren son La Boca, Pompeya, Barracas, Mataderos y Constitución, de acuerdo a los registros oficiales. Si se recorren esas zonas, se puede comprobar que, a pesar del recambio, es muy fácil ver contenedores deteriorados.
En las calles de La Boca, por ejemplo, más de la mitad de los que estaban colocados junto a los cordones de las veredas ayer por la tarde no tenían tapa . Habían sido directamente arrancadas . “Creo que alguna vez lo cambiaron el contenedor de esta cuadra, pero lo vuelven a romper . Evidentemente alguien le encuentra alguna utilidad a la tapa”, comentó el encargado de un kiosco de la calle Brandsen, cerca de la cancha de Boca. “Hace tiempo que el contenedor donde yo tiro la basura no tiene tapa y tampoco nos lo cambian. Ahora en el invierno no es tan grave. Pero en verano, cuando pasás al lado del tacho sin tapa el olor prácticamente no te deja respirar”, dijo Pablo, vecino de la calle Rocha, en Barracas.
No deja de resultar irónico que un letrero que puede leerse en todos los recipientes pide a los vecinos que cierren la tapa después de depositar su bolsa de basura. Eso resulta imposible en buena parte de los contenedores que están desparramados por Buenos Aires. Son casi 20 mil los contenedores que hoy tiene la Ciudad: 13.672 para residuos húmedos y 5.914 para secos (papel, vidrio, cartón). Si conservan la tapa, la misma es gris en el primer caso y naranja en el que sirve para los elementos reciclables.
De ese total, fueron 2.598 los contenedores repuestos entre enero y mayo de este año, a un costo promedio de $ 1.600 por contenedor. La cifra de los primeros cinco meses del año ya supera a los 2.200 contenedores que fueron atacados en todo 2010. Es decir que el ritmo del aumento de la contenerización va de la mano del vandalismo. “Nosotros reponemos, pero el problema es que llega un momento en que el vandalismo resulta demasiado caro para el Estado”, dijo a Clarín el ministro Diego Santilli. “¿Cómo se puede solucionar? Por supuesto que pedimos un mayor cuidado hacia los bienes públicos. Y en el futuro vamos a empezar a instalar contenedores de 3.000 litros, tres veces más grandes que los actuales, que están hechos con hierro y que son inamovibles ”, agregó Santilli.
Hoy en día los contenedores están en un 44% de la superficie de la Ciudad. Se trata de los barrios en los que predominan las construcciones bajas. Los buenos recipientes de 3.000 litros de capacidad fueron pensados para barrios como Palermo y Belgrano, que son los de mayor densidad de población y, por lo tanto, los que generan mayor cantidad de basura.
Los contenedores comenzaron a ser utilizados durante la gestión de Jorge Telerman, como una solución para el problema de la basura que queda en las calles. Sin embargo, el gobierno de Macri no siguió adelante en su primera época con esta política, con el concepto de que los contenedores separados de residuos húmedos y reciclables generaban un gasto inútil en la recolección, en tanto la gente no separaba la basura. En la segunda parte de la gestión, el Gobierno de la Ciudad cambió y volvió a apostar a los contenedores.
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