sábado, 2 de julio de 2011

La locura de las armas

Por Andrés Oppenheimer - Diario La Nación

Mientras sigue creciendo el número de asesinatos en la frontera entre Estados Unidos y México, un nuevo estudio revela una escalofriante tendencia: los fabricantes de armas norteamericanos, enfrentados a una caída en las ventas, están produciendo armas cada vez más sofisticadas -de tipo militar- para uso civil.

El informe del Centro de Políticas sobre la Violencia (CPV), titulado "La militarización del mercado de armas de fuego para civiles'', dice que el mercado de armas para uso civil ha estado cayendo durante varias décadas en Estados Unidos, entre otras razones debido a la creciente popularidad de los videojuegos y al hecho de que los jóvenes norteamericanos y los inmigrantes tienden a comprar menos armas.

Mientras la población de Estados Unidos creció un 24% en las dos décadas que terminaron en 2000, la producción de armas pequeñas cayó en un 33%, afirma el informe. Entonces, ¿cuál ha sido la respuesta de la industria? Tratar de vender armas más grandes, más letales, muchas de las cuales terminan siendo usadas en asesinatos masivos, ataques contra policías, o son vendidas a los carteles de narcotráfico de México y América Central.

El presidente de México, Felipe Calderón, dijo el año pasado que más del 80% de las pistolas y los rifles de asalto requisados en México cuyo origen fue rastreado provienen de Estados Unidos. Y en Estados Unidos hay diez veces más personas que mueren o son heridas cada año por armas de fuego que la cantidad de víctimas que hubo en los ataques del 11 de Septiembre, dice el estudio.

"El mercado de armas civiles se ha convertido en una tienda militar", dice el informe. Por ejemplo, ante una ley de 1986 que prohíbe la venta de ametralladoras a los civiles, la industria de las armas ha promovido en los últimos años la venta de rifles semiautomáticos que se parecen a los AK-47 y M-16 de uso militar.

A diferencia de las ametralladoras, las armas semiautomáticas requieren que se apriete el gatillo cada vez que se dispara una bala. Pero los fabricantes de armas agregan constantemente nuevas capacidades a estas armas semiautomáticas -como cartuchos de municiones extraíbles que contienen hasta 75 cargas- que convierten sus productos en formidables máquinas de matar, afirma el estudio. "La diferencia entre los rifles semiautomáticos y las ametralladoras es mínima -me señaló Tom Díaz, el autor del estudio-. Los rifles semiautomáticos son tanto o más mortíferos: uno puede apuntar mejor, porque no se mueven para arriba como las ametralladoras."

Llamé media docena de veces durante varios días a la oficina de prensa de la Asociación Nacional del Rifle, el poderoso lobby de los fabricantes y usuarios de armas, pero me dijeron que todos sus voceros estaban demasiado ocupados para atenderme. Otros activistas pro armas me dijeron que las armas semiautomáticas son de uso deportivo, y que sólo un pequeño porcentaje de las muertes violentas en Estados Unidos son producidas por armas semiautomáticas. Asimismo, aducen que la mayor parte de las armas norteamericanas que usan los carteles de la droga en México fueron compradas a miembros corruptos del ejército de México.

Mi opinión: la venta de armas de tipo militar en Estados Unidos ha dejado de ser un problema doméstico. Con más de 40.000 muertos en las guerras contra el narcotráfico en México en los últimos cinco años y cada vez más asesinatos de policías por criminales mejor armados en Estados Unidos, se ha convertido en un problema regional.

Obama debería invertir más capital político y procurar la aprobación por parte del Congreso de un tratado regional de 1997 conocido como Cifta, que trata de impedir el tráfico ilícito de armas en las Américas. Y los países latinoamericanos deberían aumentar su presión para que el Congreso de Estados Unidos renovara la prohibición de armas de asalto que expiró en 2004, como también exigir que Obama dicte una orden ejecutiva para prohibir la importación de armas de tipo militar. ¿Cuántas personas más tienen que morir en asesinatos masivos para que pongamos fin a esta locura?

2 comentarios:

  1. Respecto al argumento de que son elementos corruptos del ejército quienes proveen de armas al narco, sencillamente es estúpido. El AK 47, conocido acá como cuerno de chivo, y el R15 no son armas de dotación del Ejército mexicano, por tanto, no pueden tomarse del arsenal para venderse en el mercado negro. Los pocos G36 que se les requisan no se parecen a aquellos con que cuentan el ejército regular.

    Asimismo, aunque existen problemas de corrupción
    generalizada en nuestro país (México). El ejército siempre ha mantenido un estricto control de las armas, incluso las de pequeños calibres.

    Es mucho más frecuente el "extravío" de armas en los arsenales norteamericanos, ya sean civiles o militares, mucho más numerosos, poco controlados y muy propensos a ser comercializados.

    Pero bueno, es el negocio completo, lo que pierden comprando droga lo recuperan vendiendo armas.

    Saludos desde México y felicidades por el blog.

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  2. Exacto y preciso el comentario del amigo mexicano. Aquí, en la Argentina, se podría decir casi lo mismo: Las armas del delito provienen del extranjero en todos los casos, con pequeñas excepciones. Hace poco se decomisó en Bahía Blanca un contrabando de 1.000 AK-47 (no los ví, podrían ser AK-104) cuyo destino era ignorado. Y lo más grave, es que su destino actual también es ignorado.
    Mientras tanto, las víctimas de esas armas, QUE NO SON LOS GOBIERNOS NI LAS FUERZAS ESTATALES SINO LOS PARTICULARES, estamos cada vez más desprotegidos, restringidos en la tenencia, la portación y el uso y práctica de las armas indispensables para nuestra defensa, con el argumento estúpido, hipócrita y falso de que el estado tendría el "monopolio de la fuerza".
    Una insensatez, porque la fuerza la debe tener el que la necesita.
    Dicha soncera la desarrolló el pensador hegeliano Max Weber hace un siglo, y ha hecho carrera, generalmente en contra de las tradiciones y legislaciones de los pueblos.
    Por último: La NRA yanki no es una asociación de fabricantes y usuarios de armas, sino EXCLUSIVAMENTE de usuarios y partidarios del libro uso de armas de fuego. Considero, pues, tendenciosa la afirmación del autor de la nota en sentido contrario.
    Gracias y saludos de un lector habitual.

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