martes, 7 de junio de 2011

La Argentina, lugar privilegiado para el desarrollo de energía nuclear

Por Roberto García Moritán (Ex Vicecanciller de la República Argentina) - Cronista.com
La energía es una necesidad básica por ser parte vital para el desarrollo
humano y el sistema económico productivo. Algunas de sus fuentes, es objeto de seria preocupación. El Banco Mundial advertó, en un reciente informe, la gravedad que atraviesa la biodiversidad con el aumento de las emisiones de dióxido de carbono. En el año 2010 se emitieron 30.600 toneladas métricas de este compuesto lo que representa un 5% superior al 2008. De continuar la tendencia, la temperatura del planeta aumentará entre 3 a 4 grados y, en cinco décadas sino antes, el nivel de los Océanos podría crecer en 1,3 metros. Ante esas perspectivas, se anuncian condiciones dramáticas en distintas latitudes que darán lugar a millones de desplazados.

Los combustibles fósiles son uno de los factores responsable de esa contaminación y plantea la necesidad de su reemplazo paulatino. Las alternativas renovables no logran aun cumplir ese fin ni superar su carácter complementario. La diversificación de la matriz energética se presenta como el abordaje necesario para atender este complejo escenario.

La energía nuclear continúa siendo la única capaz de responder con mayor consistencia a las crecientes necesidades de consumo y mejora de la calidad de vida y la opción que podría contribuir a detener un cuadro de catástrofe ambiental. Al mismo tiempo se encuentra asociada a algunos accidentes que intranquilizan justificadamente. Fukushima lo ha puesto en evidencia como antes lo había hecho Chernóbil. Ambos incidentes, aunque distintos, han dejado en claro según el Organismo Internacional de Energía Atómica que el punto central es el control riguroso del diseño y la operación. El de Fukushima no tuvo en cuenta un hecho extraordinario como un tsunami que afectó los sistemas de refrigeración ni Chernóbil estaba en condiciones de operar al no contar con medidas adecuadas de aislación.

Las centrales nucleares de Argentina, en cambio, no enfrentan ninguna de esas situaciones. Quizás el hecho más relevante sea que desde el punto de vista geológico la Argentina cuenta con un territorio de condiciones únicas para la instalación de un reactor nuclear. Otros países, aun de la región, no tienen la misma ventaja geográfica y meteorológica de estabilidad que es determinante para reducir al mínimo los riesgos de hechos naturales. Un dato adicional de enorme significación es la calidad del mecanismo de control. La Argentina cuenta con un sistema comprobado y constante de observación y regulación radiológica realizado por una entidad autónoma y de alta especialización técnica como es la Autoridad Regulatoria Nuclear. Esa ponderación cualitativa es extraída de informes regulares del Organismo Internacional de Energía Atómica.

El desarrollo nuclear argentino sigue siendo excepcional en su concepción al haber logrado amalgamar la ciencia, la tecnología, la seguridad nuclear, en un cuadrado donde el cuarto vértice es la aplicación al proceso productivo de los avances científicos y tecnológicos. Fue así que se formó de manera ininterrumpida personal altamente calificado en las distintas necesidades, inicio la investigación básica, generó las tecnologías alternativas requeridas, desenvolvió importantes aplicaciones prácticas en los campos medicinal, agropecuario e industrial, planificó y puso en marcha un programa de centrales nucleares nucleoeléctricas junto con las instalaciones necesarias para asegura la autonomía en el ciclo de combustible. Un próximo eslabón será Atucha II con un componente impresionante de la industria nacional.

La Argentina ya estaría en condiciones de programar la construcción de sus propias centrales de potencias futuras y empezar a planificar la eventual exportación siguiendo el camino comercial exitoso de los reactores nucleares de investigación que fueron construidos en Perú, Argelia, Egipto y Australia. Recientemente la oferta argentina fue la preferida, desde el punto de vista técnico, en una licitación en Países Bajos. Esos datos muestran un cuadro de eficacia científica y tecnológica, de seguridad radiológica y de capacidad de proyección productiva a escala global de particular relevancia. Hoy la Argentina está sacando provecho de un trabajo realizado a consciencia y de manera constante por más de seis décadas. Y basta saber que el nivel alcanzado es solo el principio de un futuro tecnológico nuclear amplio en posibilidades concretas.

3 comentarios:

  1. Y pensar que Alemania, para el 2022, dejara de usar la energia nuclear...para pensarlo con mucho cuidado.

    Saludos cordiales.

    L.B.A.

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  2. Sin embargo, ya para amortizar esa renuncia los recibos aumentan un 6% y probablemente subirán más, ya que la energía nuclear es la más barata por unidad de producción. Sin contar las emisiones de las centrales de carbón, petróleo y gas que aumentarán la contaminación al tener que construir más.

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  3. Muy cierto estimado Saturnino, pero conociendo a los alemanes,ya estaran asignando partidas de presupuesto para el desarrollo e implementacion de proyectos eolicos, mareomotriz y solares. Diez años son mucha ventaja para el desarrollo de tecnologia dentro del estandar de aleman.

    Saludos Cordiales.

    L.B.A.

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