El primer ministro reconoció que su gobierno se vio "sobrepasado" por la catástrofe. Pidió además que se cierre la planta nuclear de Hamaoka, ubicada en una zona sísmica
Crédito foto: AP
El primer ministro japonés, Naoto Kan, admitió hoy que la respuesta de su gobierno al terremoto del 11 de marzo fue "inadecuada en varios aspectos" y pidió a sus ministros que compartan más información.
"Nos vimos sobrepasados por el trabajo en nuestras respectivas áreas y la respuesta fue inadecuada en varios aspectos", dijo hoy Kan a los dos equipos gubernamentales encargados de la crisis nuclear y las consecuencias de un desastre que suma casi 25.000 muertos y desaparecidos.
"Las áreas afectadas aún encaran condiciones difíciles, pero también hemos visto movimientos positivos hacia la reconstrucción", comentó el primer ministro nipón, según la agencia local Kyodo. El portavoz del gobierno, Yukio Edano, explicó que Kan quiere que la información sea compartida en el seno de su gabinete independientemente de la jurisdicción de cada Ministerio.
El 55 por ciento de los nipones tiene pocas expectativas sobre los esfuerzos del gobierno para atajar la que el propio Kan ha definido como la peor crisis del país desde el final de la Segunda Guerra Mundial, según una encuesta divulgada esta semana por el diario Asahi. Otra encuesta telefónica publicada el fin de semana por Kyodo habla de un 43,6 por ciento que no valora la respuesta del gobierno a la crisis nuclear y un 27 que dice desaprobarla. Ese muestreo señala que un 23,6 por ciento de los que respondieron creen que su jefe de Gobierno debería dimitir de inmediato.
La popularidad de Naoto Kan, que dentro de un mes cumplirá un año en el cargo, era muy baja antes incluso de la tragedia del 11 de marzo, con un índice de aprobación de apenas el 20 por ciento.
El terremoto de 9 grados Richter del 11 de marzo causó un devastador tsunami que, además, provocó una alerta nuclear en la planta de Fukushima (noreste de Japón) que todavía no ha sido controlada. En total, 14.841 personas murieron y otras 10.063 resultaron desaparecidas a causa del desastre, que devastó amplias zonas de las provincias de Miyagi, Iwate y Fukushima, donde hay más de 100.000 evacuados.
En relación a la crisis nuclear, el primer ministro pidió a la empresa operadora de la planta nuclear de Hamaoka, al suroeste de Tokio, que paralice todas sus operaciones por seguridad, según informó la agencia local Kyodo. La planta de Hamaoka, operada por Chubu Electric, se encuentra en la costa del Pacífico en Tokai, un área donde confluyen tres placas tectónicas y donde se teme que pueda producirse un terremoto de hasta 8 grados de magnitud en la escala de Richter. Kan cree que todos los reactores de la planta deberían pararse hasta que haya medidas suficientes para afrontar un tsunami o terremoto, según los medios locales.
Fuente: Infobae.com
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